A 410 días del final, a casi  la mitad del periodo del llamado gobierno de la alternancia sobresalen opacidad e incapacidad, mediocridad y superficialidad.

Ver para creer. Destaca  también un Congreso local afectado y determinado por impunidad y corrupción, que dice aprobar y respaldar  ley y sistema estatal anticorrupción.

Pobre Veracruz más y más pobre,  inseguro y hambriento.   A junio de 2017, tiene -6.8  % de crecimiento industrial. Seis meses seguidos de crecimiento negativo, de acuerdo a los indicadores macroeconómicos del INEGI.

El desastre del quehacer gubernamental  estatal se acumula,  pero también alcanza y caracteriza,  tanto al ámbito federal como al municipal,  en donde abundan casos de mala y peor administración pública; poca o nula planeación o previsión;  y mínima participación  y evaluación social.  Ni a cual irle. ¿Qué Ayuntamientos y en cuanto aumentó  la deuda municipal? ¿Cuáles están en crisis financiera? ¿Cuál es el tamaño del daño?

Aumentan, justificadas  protestas sociales e inconformidades  populares. Ineficiencia y delincuencia oficiales  causan, alientan y fortalecen  más y más expresiones de resistencia y desobediencia civil.

El creciente hartazgo de la población es inocultable y las respuestas de los gobiernos, en su mayoría siguen siendo  las mismas: más cortinas de humo y entretenimiento; más gasto oficial y endeudamiento;  más concesiones, privatizaciones y negocios público-privados,  entregando servicios públicos básicos, como agua,  alumbrado, recreación, seguridad, recolección de basura  y otros.

Demasiadas dependencias e instituciones oficiales funcionan mal, cuestan mucho  y hasta son refugio de parásitos, cómplices o socios, incluyendo manipuladores político-electorales. Eso sí, con exagerados sueldos y gastos, todo con cargo al presupuesto.

Innumerables expresiones sociales señalan, que sobresalen instrumentos, medios y sistemas oficiales tan caros, como inútiles y simuladores,  como los cientos de planes (empezando por los de desarrollo estatal y municipales),  ilegales, simuladores  e inconsistentes; las miles de costosas auditorias contratadas,  con sus encubridoras contralorías y el órgano de simulación superior  ORFIS,  descarado cómplice por años y ahora sensacionalista y descubridor de lo que permitió y alentó; y hasta el archiviolado  presupuesto oficial, indefinido, sin autorizar y decorativo porque quienes gobiernan gastan y hacen lo que les da la gana.

¿Por qué no se evalúa permanentemente a todos los gobiernos?  En particular, a los municipales que están por concluir. ¿Por qué, para empezar,  no se distingue a buenos, regulares, malos y peores Ayuntamientos?

Importante identificar intocables y reciclables; presuntos responsables, y prófugos potenciales.

Mientras, se  prueba y comprueba que el consorcio  PAN-PRD, llego al poder para no poder. Ahí  la lleva, aprovechando y administrando el desastre heredado y agregando el propio. Haciendo como que hace y “nadando de a muertito” o entre ellos, que cada vez son más.

Políticos y gobernantes, ahí van, excepciones aparte, dizque persiguiendo justicieramente al pasado, escandalizando, justificándose  y auto promoviéndose;  y, al mismo tiempo, amarrando el futuro,  formando parte de las bandas políticas y entrando  de lleno a la grande: a las elecciones de 2018.

Con razón se afirma, que no hay ni habrá verdaderos servidores públicos ni para remedio; pocos están dispuestos a atender, en serio,  necesidades sociales básicas  y problemas prioritarios de la población.

Notorio que lo que más  preocupa y ocupa a políticos, dentro y fuera del gobierno, es mantenerse lejos del alcance de la justicia y asegurar su libertad y beneficios, haciendo todo lo posible porque inconformidad y hartazgo social no triunfen, en las próximas elecciones.

Mientras, se  padece  creciente inseguridad, así como   estancamiento o recesión económica y crisis de finanzas públicas malentendidas y peor atendidas;  preocupa que para 2019,  como parte y consecuencia  de la  entrega recepción oficial,  se entregará un Veracruz con casi 5.6 millones de pobres y 1.5  millones de hambrientos..
Alienta,  que aunque  lentamente y obligados,  a duras penas, casi a la mitad del camino, 11 meses después, quienes gobiernan el estado,  empiezan a entender que tienen la obligación de informar y transparentar permanentemente todos sus actos, no solo lo que dicen que recuperan, sino también lo que reciben, administran y gastan; así como lo que hacen, bien o mal, y lo que dejan de hacer y queda pendiente. Preciso insistir, que opacidad favorece impunidad y deben ser denunciadas  y  combatidas.

Insistir,  que el gobierno estatal  sigue sin informar con puntualidad, lo establecido en las leyes. No hay  transparencia, ni  acceso a la información.

Inevitables, las preguntas se repiten, ¿de qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Incrementos en ingresos presupuestales? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes?

Ineptos y corruptos.  Responsables y eficientes.

Por concluir  212  Ayuntamientos, cientos de funcionarios salen  y, para asombrarse, de muchas formas se escucha: “no pasa nada, vamos bien y viene lo mejor”.

Obligatorio  calificar al  gobierno municipal. Preciso determinar,  si es bueno, regular, malo o peor. Concluidos  4 largos años, deben informarse, analizarse y evaluarse  los resultados. ¿Qué dejan y qué se llevan?

Cuál  cumplimiento y trabajo efectuado. Corroborar  lo dicho con lo hecho (bien o mal) y lo que está pendiente. Determinar si cumplieron e hicieron cumplir la ley.

Simplemente,  comprobar  resultados, para proporcionar confianza y apoyo a responsables; o denunciar y castigar a irresponsables y delincuentes. Sobre todo, si se padece un gobierno  mediocre o malo, que puede empeorar al cambiar.

Probado está,  que la situación no se va a corregir sola; y más, cuando el problema crece y se complica.  Excepciones aparte, esa es la historia de los gobiernos municipales en Veracruz.

La  situación actual es más difícil y complicada; los contextos estatal y nacional  complicados y desfavorables; y, sin duda, se deben  aprovechar las pocas oportunidades, lo que justifica una actitud positiva, preventiva y correctiva.

En todo caso, imprescindible asegurarse siempre que el gobierno sirva, que su desempeño sea aceptable y que  responsabilidad, eficiencia y  capacidad de respuesta, adecuada y oportuna,  le caractericen.

*AcademicoIIESESUV @RafaelAriasH. Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH