Cuando faltan menos de 300 días para la jornada electoral de 2018, cuando en nuestro país se votará por presidente de la República, senadores y diputados federales; y en Veracruz también para gobernador y legisladores locales, prácticamente todos los partidos y los actores políticos locales se preparan para esa, que se anticipa como una batalla de alto grado de dificultad.
Son nueve partidos más los candidatos independientes, pero toda la atención se ha centrado en tres opciones políticas: el Movimiento de Regeneración Nacional, que aunque va con el Partido del Trabajo es como si fuera solo porque el PT es como si fuera un pequeño apéndice; el PRI en alianza con el Verde; y la coalición que se prepara entre Acción Nacional, el Sol Azteca y el Movimiento Ciudadano.
Esas tres fuerzas políticas prácticamente ya definieron sus cartas en cuanto a Veracruz:
Todo parece indicar que el Revolucionario Institucional, con José Antonio Meade como candidato a la Presidencia, tendrá como abanderado al gobierno estatal al senador José Francisco Yunes Zorrilla, quien ha intensificado su presencia en la entidad.
El otro senador priista, Héctor Yunes Landa, aunque intentará lograr la candidatura, terminará por llegar a un acuerdo; es decir, sumaría su capital político al que ya ha consolidado Pepe Yunes.
De hecho, hay comentarios en el sentido de que Yunes Landa ya habría reconocido, muy en corto, que los tiempos favorecen a Yunes Zorrilla.
Morena postularía una vez más al diputado federal por Xalapa, Cuitláhuac García Jiménez, quien a pesar de perder la elección de 2016 no realizó un mal papel en dicha contienda, dado que superó los 800 mil votos, 26.4 por ciento, quedando a menos de 120 mil de enviar al PRI al tercero.
En Morena se barajan otros nombres, como los de Ricardo Ahued, ex alcalde de Xalapa; Rocío Nahle, diputada federal por Coatzacoalcos; y Amado Cruz Malpica, coordinador de la bancada del partido en la Legislatura local.
En ese partido parece que no faltan cartas competitivas; sobre todo porque el ungido como candidato será impulsado por la figura de Andrés Manuel López Obrador, puntero en las encuestas realizadas en el marco de la carrera presidencial.
En la alianza PAN-PRD-MC, el escenario está todavía más difuso que en Morena en cuanto a la selección del candidato. Hasta hace un mes, todas las apuestas favorecían al actual alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez; pero tras la inclusión del partido de Dante Delgado en el acuerdo nacional de dichas fuerzas políticas, las cosas podrían cambiar de forma drástica.
Hay quien asegura que el hijo del actual gobernador veracruzano ya tiene la candidatura en la bolsa y que quienes concretarán el proyecto de los ocho años en el gobierno estatal no serán los Yunes priistas (Pepe y Héctor), que habían realizado un pacto público para ello; sino los panistas que han hecho de Boca del Río su fortaleza.
En los últimos días, tras la firma y registro del llamado Frente Ciudadano con México, han circulado versiones en el sentido de que la candidatura de Yunes Márquez podría caerse, debido a un posible veto de Dante Delgado y a resistencias internas en el panismo nacional.
Si el ex alcalde boqueño no fuera postulado, nos comentan que el ex alcalde de Veracruz y actual titular de la SIOP estatal, Julen Rementería del Puerto, tendría el bate al hombro, al igual que el propio Dante.
Sin embargo, dicha especie ha sido desestimada tanto en el panismo veracruzano como en los círculos perredistas.
En el PRD de la entidad, por cierto, no sólo se da como un hecho la postulación de Yunes Márquez, sino también la candidatura de Julen Rementería a la Cámara Alta; en todo caso, los perredistas buscarán la segunda fórmula al Senado. Los nombres que se manejan son los de Yazmín Copete, coordinadora de la bancada en la Legislatura local; y Rogelio Franco, secretario de Gobierno; todo dependerá del tema del género.
Lo que no se sabe todavía es dónde entra, en ese rompecabezas, la figura de Dante Delgado. @luisromero85