Aunque nació en Xalapa, Federico Cruz parece estar predestinado a ser músico cordobés, se inició en Córdoba, Veracruz y ahora está en Córdoba, España. En esta segunda parte de la conversación, nos habla de su renuncia a la Facultad de Música para dedicarse de tiempo completo al flamenco y de su examen de admisión al Conservatorio Superior de Música de Córdoba.
La música que me camela
En JazzUV estuve nada más dos semestres pero seguía en la Facultad y sentía que no me iba muy bien porque era otra técnica de guitarra, el flamenco me apasionaba pero el clásico me dejó de gustar tanto, como que le fui perdiendo el gusto. Estuve en la Facultad los cuatro semestres de iniciación y tres de preparatorio y decidí salirme para dedicarme 100 por ciento a flamenco.
Lore, Ceci y Carlos me decían ¿por qué no te vas a estudiar a España?, si es lo que más te gusta, eso deberías hacer. Empecé a investigar y me di cuenta de que no hay muchas escuelas de flamenco en España, uno piensa que debe haber muchas pero si buscas conservatorios superiores de flamenco, te das cuenta de que solo hay en Barcelona y en Murcia. Investigando, me di cuenta de que la de Córdoba es una buena escuela y es pública, se rige por la Junta de Andalucía entonces no es caro estudiar ahí porque las de Barcelona, como son privadas, cuestan como 4000 euros al año, es mucho dinero.
Vi la posibilidad de estudiar en esa escuela y mi madre, que siempre me ha apoyado, me dijo sí, si es lo que quieres y le vas a dedicar todo lo que puedas, te apoyo. Vi que tenía que hacer un examen de acceso al Conservatorio pero no se puede hacer desde aquí, tenía que ir a España.
Estuve como un año preparándome, fui a Querétaro a un festival que se llama Ibérica Contemporánea y tomé clases con un guitarrista muy bueno que se llama Román Vicenti, él acompaña a uno de los mejores bailaores del mundo, se llama Farruquito. Ese maestro me ayudó muchísimo porque me corrigió cosas de técnica, me puso ejercicios para tener más control de las manos, ejercicios de ritmo, me enseñó cómo acompañar cante, cómo acompañar baile, me dio un montón de cosas que después me sirvieron para mi examen en España.
MI estrella
Me fui a España y me acompañó mi madre. Antes del examen, tomé algunas clases con un guitarrista que se llama José Serrano, él grabó un disco con una cantaora que se llama María Toledo. Lo conecté desde aquí porque hay una escuela en Córdoba que yo sigo y veo los videos que suben, y vi un guitarrista que tocaba impresionante y dije voy a contactarlo y le voy a pedir clases.
El examen fue en julio de 2016, yo estaba muy nervioso porque nunca había viajado fuera del país y es una experiencia muy diferente, la gente cambia, todo es diferente pero desde que entré al flamenco, también me interesé por la cultura española, entonces no fue tan difícil adaptarme y entender lo que dicen los españoles.
Presentamos el examen unas 35 o 40 personas y solamente aceptaban a 15, yo dije estos van a tocar increíble, a ver qué pasa. El examen consta de cinco pruebas, la primera fue auditiva, ponían un disco de un guitarrista y nos daban una hoja en blanco en la que teníamos que escribir todo lo que supiéramos: quién era el guitarrista, el palo que estaba tocando, lo que supiéramos de ese género, todo lo que pudiéramos decir. Lo bueno es que yo sí sabía (risas) porque lo había escuchado muchísimas veces, era un guitarrista que se llama Moraíto Chico.
Al otro día fue un examen más teórico, nos daban una partitura y teníamos que poner qué palo era, su armonía, algunos detalles de la partitura, todo lo que se pudiera decir de esa partitura. También siento que no me fue mal, me faltaron algunos detalles pero me fue bien.
Al otro día fue el examen de acompañamiento al cante y al baile, nos ponían unos papelitos y dependiendo del que sacáramos, era lo que íbamos a acompañar. Primero fue el de cante y había dos opciones, que saliera un palo al ritmo o un palo libre, yo decía que me salga al ritmo porque los palos que son libres, de cierta forma son más difíciles porque tienes que saber cómo llevar al cantaor con la armonía y todo, y como yo había acompañado más baile que cante, tenía mucha noción de las cosas rítmicas pero de las cosas libres no tenía mucho conocimiento. Yo decía que me salga a ritmo, que me salga a ritmo y me salió a ritmo (risas), ahí ya podía elegir cualquier palo y entonces dije pues bulería porque es mi palo favorito, el que más me gusta y el que más entiendo. Toqué por bulería, acompañé al cantaor y salió bien.
De ahí fue el de baile, también era al azar, me salió un palo que se llama soleá y me fue muy bien, el bailaor se quedó impresionado de que le acompañaba cada ritmo que hacía, hasta sonrió y todo, y cuando acabó esa prueba me preguntaron:
-¿De dónde eres?
-De México
-¿Quién te ha enseñado?
-Tomé una clase con Román Vicenti
-¿Nada más una clase?
-Sí, ya había acompañado antes pero no había tenido un maestro.
Y me felicitaron, les gustó mucho.
Al otro día fue el examen de guitarra sola, toqué unas piezas flamencas de Paco de Lucía y otras de Sabicas, que es un guitarrista antiguo del flamenco muy virtuoso. Siento que en ese no me fue muy bien porque algunos de los maestros eran personajes de la guitarra flamenca que yo conocía por internet y me puse muy nervioso, toqué bien pero creo que podía haber tocado mejor.
Cuando terminé el examen dije uf, a ver qué pasa, porque había unos guitarristas que tocaban impresionante, algunos eran muy jóvenes pero llevaban toda la vida tocando flamenco.
Aaaarrma
Aaaarrma.
Traducido al español no analfabeto
sería algo así como: «diooos»,
«madre mía», etc.
(El habla gitana)
Tuve que regresar a México porque no puedes quedarte en España más de tres meses y si eres aceptado, tienes que sacar los papeles, el visado de estudios y todo eso. A finales de julio salieron los resultados, vi que me habían aceptado y no me la creía, mi madre estaba muy feliz. Después fui a México a sacar el visado de estudios y todos los permisos, también fue súper difícil porque te piden que tengas todo el dinero que vas a gastar en el tiempo que vas a estar en España, ¿quién va a tener tanto dinero?, debes tener 500 euros mensuales, si multiplicas 500 por 12 meses por cuatro años, es muchísimo dinero y mis padres no lo cubrían, tuve que pedirle ayuda a mi tío Saúl, él es una gran persona y me apoyó, si no fuera por él, no me hubiera ido. No tienes que gastarte todo ese dinero pero los del Consulado son muy estrictos. Saqué mis papeles y ahí empezó la nueva aventura en España.
(CONTINÚA)
PRIMERA PARTE: Manantial y Castillos de Arena
TERCERA PARTE: Romana, mora y cantaora
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