Durante los meses recientes, el tema que más han abordado los medios informativos estatales, o los nacionales cuando se refieren a Veracruz, es el relacionado con la violencia y los índices delictivos.
No es para menos, porque las estadísticas oficiales y la percepción de los veracruzanos hablan de una entidad con graves problemas en esa materia.
Los datos hablan por sí mismos:
De enero a junio (última medición del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública) se han registrado en la entidad más de 27 mil delitos; más de 11 mil robos; casi tres mil lesiones; cerca de 800 homicidios dolosos (un promedio de 4.4 cada día); y 88 secuestros.
Son estadísticas que confirman la percepción de la gente sobre un estado cuyas autoridades han sido rebasadas por la delincuencia y la violencia.
Cómo estarán las cosas en Veracruz, que ese problema, el de la inseguridad, no es considerado el más grave.
Este jueves, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares encabezó el evento para conmemorar el 25 aniversario de la creación de la Secretaría de Desarrollo Social. En ese marco, el ejecutivo estatal destacó que el principal problema de Veracruz no es la inseguridad, sino la pobreza.
Y en efecto, desigualdad, marginación, exclusión social y pobreza son los problemas que desde hace una década más daño han hecho en la entidad.
Yunes Linares no exageró en la dimensión del problema ni matizó las complicaciones en materia de seguridad pública; lo que hizo fue ubicar en su justa dimensión un tema que por años no ha sido superado en Veracruz.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, hasta 2010 había en el estado 110 municipios cuya población, en una abrumadora mayoría (más de 75 por ciento), se encontraba en condición de pobreza; y 76 municipios tenían a más de la mitad de su población (entre el 50 y el 75 por ciento) en esa condición.
La suma de los municipios veracruzanos con más de la mitad de su población en pobreza o pobreza extrema llegaba 186. Sólo 26 municipios de la entidad tenían un indicador inferior a la mitad de la población.
Lo peor no es eso; sino que al paso de los años, Veracruz no registra avances importantes en esa materia.
Datos más actualizados, al 2014, revelan que en la entidad hay cuatro millones 634 mil habitantes en pobreza; dos millones 220 mil, en rezago educativo; un millón 736 mil, con carencia por acceso a los servicios de salud; 5 millones 469 mil, sin seguridad social; casi tres millones 200 mil, sin todos los servicios básicos; y dos millones 396 mil, con carencia por acceso a la alimentación.
Un año después, en 2015, 94 de cada mil veracruzanos mayores de 15 años era analfabeta; 45 por ciento estaba en rezago educativo por no haber concluido su educación básica; 13 por ciento carecía de agua entubada; y 11 por ciento no tenía drenaje sanitario.
En el año 2000, el grado de rezago social de Veracruz, de acuerdo con las mediciones oficiales, era “muy alto” y el lugar que ocupaba la entidad en el contexto nacional era el cuarto entre los más marginados y pobres.
Veracruz, 18 años después, continúa registrando un grado “muy alto” en materia de rezago; y sigue en el lugar cuatro entre los más marginados del país.
Lamentable, porque en esa materia parece que no hay avances en la entidad, a pesar de todos los programas que se han implementado y de todo el dinero que destinado al rubro durante los sexenios de Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. @luisromero85