…Y COMO CASTIGO,
HARÁS COSAS MUY BELLAS.
He aquí que un Dios, que no es Jehová,
dice verdaderamente al hombre,
después de la falta.
(Paul Valéry)

Pensó que había venido a estudiar literatura, historia y traducción para perfeccionar su manejo de nuestro idioma pero si atendemos a Valéry, sabremos que Agnès Hélène vino a Xalapa a pagar alguna falta.

Ingresó a la Unidad de Humanidades en 2008, nueve años después, en la segunda tarde del agosto de 2017, platiqué con ella un par de horas y supe que nació en un pueblo francés cercano al mar llamado La Richardière, que su padre es músico y con él empezó a cantar y a tocar la trompeta desde pequeña. Que su padre concibe la música como un vehículo del placer, por lo tanto no la sometió a la rigidez del solfeo o de la instrucción académica.

Hablamos de la felicidad y coincidimos que es un estado transitorio, una efímera visita a un paraíso evanescente. Así vivía la música, como un estado de dicha provisional al que se aproximaba a veces pero sin intenciones de quedarse porque su principal interés, pensaba, estaba en el escudriñamiento profundo de los idiomas. La seducción del español la trajo a Xalapa, ignoraba que era una trampa, que vino a purgar una condena. No me confesó la falta cometida pero muy grave debe haber sido pues aquí recibió el castigo de hacer cosas muy bellas. No me confesó su falta, pero sí el proceso de su sentencia:

«Llegué a estudiar a Xalapa en el 2008 y después quise vivir acá, me puse a trabajar para ganar un poco y seguir descubriendo cosas de aquí. Ramiro González, el saxofonista, un día me dijo hay un grupo de chicas que busca una trompetista, deberías de aventarte. Era el grupo Ejazz, fui a un ensayo, me gustó el grupo y dije sí, claro, quiero tocar con ustedes pero necesito clases. Ahí estaba Gilberto Anell y me dijo si quieres te doy clases, y así empecé, él fue mi primer maestro de trompeta.

«Entré a Ejazz y luego Paulina Mercado, la baterista, me invitó a otro grupo que se llamaba Colectivo Mar Negro, era música balcánica. También entré ahí como trompetista y empezó toda la aventura. De ahí ya entré en el mundo lo de los músicos y empecé a cantar pero donde realmente me hice cantante fue en un grupo que terminó el año pasado que se llamaba Blue Sapiens, fue una banda de rock-blues con canciones originales y un mensaje propio. Éramos Ismael «Ismalo» Díaz en la guitarra y la armónica, Sergio Carrillo en el bajo, Omar González en la guitarra, Josué Chávez en la batería y yo en la trompeta y la voz.

«Después formé con Gilberto un grupo que se llama La Bohème, tocamos covers de música francesa. Tenemos mucho vals musette, que es ese estilo de los bailes populares, como yo vengo de ahí, es música que me late mucho. Es difícil romper estereotipos como el de Edith Piaf –que también me gusta mucho- pero intento hacerlo, quiero cantar esa música a mi manera, a mí me gusta mucho el rock y el blues y me gusta resaltar eso en esta música.

«Este grupo lo formamos hace como cuatro años y lo retomamos hace dos años, actualmente estamos Checo (José Antonio Alonso de la Rosa) en el acordeón, Nacho Quinto en el contrabajo y yo en la trompeta y la voz, y vamos a presentarnos los dos próximos viernes, 4 y 11 de agosto, en la Quinta Pico de Gallo (Santos Degollado 81). Las presentaciones serán a las 9:00 de la noche, no habrá cover, espero que mucha gente nos acompañe».

Hablamos de muchas cosas más a lo largo de una tarde larga, entre otras, de su proyecto personal que presentará muy pronto, de sus composiciones, de las tormentas y las calmas, de la luz y la oscuridad, de su relación con el mundo y con la vida. Al despedirnos, inevitablemente volví a Valéry

A media voz,
con una apagada y dulce voz diciendo grandes cosas,
importantes,
deslumbrantes,
profundas y justas cosas,
con una voz dulce, apagada y débil.
La inminencia del trueno, la presencia de absolutos,
en una voz de íntima garganta,
en el fino detalle de una flauta,
y la delicadeza del sonido puro.
Todo el sol sugerido
por medio de una inusitada sonrisa
(oh, media voz,)
y de un algo así como un murmullo,
en un francés infinitamente puro.
(Paul Valéry)

Hablamos de muchas cosas acaso no deslumbrantes pero todas justas cosas, las comentaré en otra entrega, por lo pronto acudan los viernes 4 y 11 de agosto a la Quinta Pico de Gallo, La Bohème estará esperándolos con su voz de íntima garganta.

https://www.youtube.com/watch?v=Deq63pvwd4s

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