En la primera audiencia de Javier Duarte todo apuntaba a que existía la posibilidad de que siguiera su proceso en libertad, basándome en la información que dieron a conocer los medios nacionales más leídos del país, desde ahí, respecto a la opinión pública empeoraron las cosas en la credibilidad de los veracruzanos, por haber saqueado al estado. En la entidad ya daban por hecho que en su segunda audiencia saldría libre, por la forma en la que explicaron los medios que habían actuado los fiscales.
Es importante mencionar que estamos ante un nuevo sistema penal acusatorio, que pareciera le facilita las cosas a los delincuentes, la realidad es que al menos permite no castigar a gente inocente o culpar a cualquiera como antes. Los medios manejaron que en la primera audiencia la PGR hizo el ridículo, y que los abogados de Duarte los habían hecho pomada, este tipo de mensajes que van a los lectores se deben analizar, pues será lo que se repita y comparta en las distintas formas que existen actualmente.
Por este tipo de afirmaciones del lunes pasado, al sábado, la gente estaba eufórica, comentarios en redes sociales sobre la injusticia que existe en el país dando como referencia a Duarte, la declaración que hizo Osorio Chong, se tomaron como burla, al grado que se hizo tendencia en las redes sociales con el HT #YoTengoFe, descalificando al gobierno federal, cuestionamientos sobre por qué no podía ser transparente de lo que se acusa a Duarte y lo que declara, en fin, desde cualquier ángulo, todo negativo.
Al leer comentarios sobre que Javier podría salir libre de esto, en verdad me cuestioné por qué quedarse con el principio y no esperar al final, por decir algo, si no, a la parte B, hay muchas razones por las cuales Javier no puede salir libre o seguir su proceso en libertad. Por mencionar sólo una y de forma coloquial, es que hay personas en el penal de pacho viejo que no cometieron todo lo que hizo Javier, ¿por qué saldría libre de esas acusaciones?, es importante que el gobierno federal y los medios informen sobre la forma en que se lleva el caso del ex-gobernador, conforme al nuevo sistema penal acusatorio, ya no es lo de antes.
En este nuevo sistema se manejan estrategias, desde el acusado hasta la acusatoria, candados nuevos para que sea difícil que «entre la mano» de la corrupción, pero es sumamente importante empaparse del tema, para poder ejercer una opinión fundamentada que simplemente optar por no creer en las autoridades. La primera parte de la audiencia de Javier se trataba de que él conociera por lo que estaba detenido, y de esos delitos, cuáles eran factibles para vincularlo con pruebas palpables, otro punto importante es que ahora se toman en cuenta los derechos humanos, en fin. En la primera audiencia no era para dictar prisión a Javier Duarte de Ochoa, esto es «pasito a pasito», ya las cosas no van por encima, ya van detalladas.
No nos dejemos llevar por lo que leamos en redes sociales, leamos más a profundidad o investiguemos del tema, algunos periodistas cercanos al tema incluso comentaron que en la segunda audiencia esperaban mejores fiscales, el gobierno federal aguantó las críticas y mostró cómo se hacen las cosas; es un caso que me recuerda la película «Titanic», cuando se estaba hundiendo el barco, todos estaban gritando, corriendo y sólo algunos se salvaron, es un poco similar, con la diferencia que de entrada, el que ya está ahogándose es Javier Duarte, no tiene a la mano ni una «tablita salvavidas».
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