Prefacio.
Un detalle tal vez menor exhibió las condiciones que vive en la actualidad el exgobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa. Este lunes estaba citado para que le fuera entregado, en sus propias manos, el acuerdo emitido por el Tribunal Tercero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, de Guatemala, a raíz de que aceptó el pasado martes ser extraditado a México por seis delitos presuntamente cometidos en Veracruz. *** Sin embargo, Duarte de Ochoa envió una carta al Tribunal para explicar que sufría de una complicación con su presión arterial, lo que le impediría acudir a la cita. *** El abogado de Duarte, el guatemalteco Carlos Velásquez, explicó que a su cliente “le subió la presión arterial”, pero además reveló que debido a este mal “ha estado tomando ansiolíticos”. *** El abogado defensor, sin embargo, confirmó que Javier Duarte sí acudirá este martes a la audiencia en el Tribunal Quinto, en la que se resolverá la solicitud de extradición que presentó el gobierno federal de México por los cargos de delincuencia organizada y de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
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¿Quién le concedió al Fiscal General de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, las facultades para hablar en nombre de la Procuraduría General de la República? ¿Cuál ley u ordenamiento jurídico le da autoridad para revelar detalles de investigaciones ministeriales que se realizan en el ámbito federal?
Con ese servilismo que raya en la estulticia, el fiscal veracruzano salió a “corroborar” la información vertida (también de forma indebida) por el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, en el sentido de que se investigaban posibles nexos de periodistas, con grupos de la delincuencia organizada.
Jorge Winckler informó a los reporteros que en el caso del homicidio del coordinador de la Policía Federal en Veracruz, Juan Camilo Castagné, la PGR está investigando a mandos policiacos que podrían estar relacionados con el crimen. Pero además señaló que esa misma instancia federal investiga incluso a medios de comunicación y periodistas que podrían estar relacionados con los hechos.
“Hay algunas líneas de investigación (de la PGR) que van dirigidas no sólo a mandos de los policías, también a personas de la sociedad civil y medios de comunicación y comunicadores”, dijo.
El Código Penal Federal, en su Artículo 225 define los delitos contra la administración de justicia cometidos por servidores públicos, entre los que se encuentra el siguiente:
“Dar a conocer a quien no tenga derecho, documentos, constancias o información que obren en una averiguación previa o en un proceso penal y que por disposición de la ley o resolución de la autoridad judicial, sean confidenciales”.
No es que sea “imposible” que un periodista se confabule con bandas delictivas. Con seguridad se dan casos. Lo mismo sucede con algunos abogados, médicos, empresarios o profesionales de las más distintas áreas. Lo grave es que se lance un señalamiento específico contra comunicadores, pero no se den nombres ni se sustente con pruebas.
Como bien dijo el director de Política Pública de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Ricardo Sepúlveda, lo que Yunes Linares hizo fue criminalizar al gremio periodístico de Veracruz.
La propia Presidenta de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, Ana Laura Pérez, salió a calificar de “prematuras” las declaraciones del gobernador y pidió que, de conocer algún caso, se turne a las autoridades, se investigue y se siga el debido proceso.
Ana Laura Pérez debe saber muy bien el daño que causan las autoridades cuando sueltan acusaciones tan graves con tanta ligereza. Ella ha sido colaboradora del periódico Notiver y con seguridad vivió de cerca la criminalización que en su momento se hizo sobre los nombres de Miguel Ángel López Velazco (Milo Vela) y Yolanda Ordaz de la Cruz, reporteros que fueron asesinados en los momentos de mayor violencia vinculada con el crimen organizado.
El afán protagónico del actual gobernador de Veracruz no tiene límites. Con tal de atraer los reflectores y simular que trabaja por los veracruzanos, es capaz de colgarse las medallas de las autoridades federales (como la captura de Javier Duarte y la solución del homicidio de Camilo Castagné o del caso de la familia masacrada en Coatzacoalcos) y de lanzar dardos envenenados contra todo aquel que cuestione su desempeño al frente del gobierno de Veracruz.
Estamos apenas en el octavo mes de su mandato y ya decidió quitarse la máscara de “salvador” y quedarse con la de “vengador”. Calcula que con esa le irá mejor.
Ya veremos.
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Epílogo.
Es curioso el caso del actual titular de la secretaría de Infraestructura y Obras Públicas de Veracruz (SIOP), Julen Rementería. Admitió la “posibilidad” de que algunos legisladores, en los tiempos en que gobernaba Javier Duarte, hayan sido sobornados para aprobar las iniciativas del mandatario estatal, pero aclaró que él no recibió nada por sus votos. Evita mencionar que no sólo respaldó la propuesta de Javier Duarte de crear un período de gobierno de sólo dos años (el que en estos momentos cubre Yunes Linares) sino que fue él mismo el primero en plantear dicha reforma. También aprobó los dictámenes sobre las cuentas públicas de la anterior administración. Es difícil que le crean que lo hizo por convicción. *** La inseguridad en la zona sur afecta, incluso, a aquellos que son considerados como “intocables”. Ha trascendido que fue secuestrado el joven Jorge Hiram Wade Zúñiga, de 24 años de edad, nieto del dirigente de la Sección X del sindicato petrolero, Jorge Wade González. El joven es trabajador de plataformas, está adscrito a la Terminal Marítima de Pajaritos, el domingo salió de su casa y no regresó. *** Tal vez por situaciones como la de este joven es que el gobernador Yunes Linares tuvo que viajar a la capital del país para entrevistarse con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Tras el encuentro se anunció que las fuerzas federales se mantendrán en Veracruz “el tiempo que sea necesario”. Tal vez es momento de que les informen a los agentes de la Policía Federal que será necesario que se traigan suficiente ropa para permanecer en la entidad este año y el próximo. *** No se ve para cuándo se ponga remedio a la violencia en Veracruz. No hay capacidad ni voluntad.