La calificadora Fitch Ratings, corporación financiera que se enfoca a la calificación crediticia, difundió los resultados del “Análisis de Sensibilidad en los Estados con Mayor Endeudamiento Relativo”, que incluye a las entidades del país con los más altos niveles de deuda: Nuevo León, Sonora, Quintana Roo, Zacatecas, Coahuila, Chihuahua, Michoacán y Veracruz.

Ese reporte de Fitch Ratings alerta sobre la tendencia creciente en las Tasas de Interés Objetivo, usada por los bancos como referencia, lo que implicaría un mayor costo de la deuda de las entidades federativas.

El incremento en las tasas de interés, prevé la calificadora, dependerá de factores como la sobretasa, los perfiles de amortización y vencimiento de los financiamientos, la existencia de periodos de gracia, el saldo insoluto establecido en las coberturas de tasas de interés y, por supuesto, el nivel de endeudamiento, punto en el que la entidad veracruzana tiene su talón de Aquiles.

El problema es que el predecible incremento en las tasas de interés, señala el reporte, “presionaría la liquidez y estresaría los indicadores de sostenibilidad de la deuda, particularmente de los estados con endeudamiento alto respecto a sus ingresos fiscales ordinarios”, por lo que recomienda a esos estados generar ahorro interno suficiente para cubrir el servicio de deuda, a fin de afrontar adecuadamente esas presiones.

No es todo: las sobretasas establecidas en los contratos de crédito están vinculadas de manera directa a las calificaciones crediticias; en ese contexto, un deterioro en la calificación de los estados con mayor deuda, como el caso de Veracruz, provocará un aumento en el costo del endeudamiento y particularmente en el de los créditos bancarios de corto plazo, los llamados quirografarios.

El problema para Veracruz es que el nivel de su deuda ha escalado de manera sistemática, progresiva, desde hace más de una década; actualmente, la entidad tiene una de las mayores deudas directas de largo plazo; de hecho, tomando en cuenta la variable de los ingresos fiscales ordinarios, el estado ocupa el cuarto lugar del país, superado sólo por Coahuila, Quintana Roo y Sonora.

En el tema particular de Veracruz, Fitch Ratings prevé que como consecuencia del aumento en la Tasa de Interés Objetivo, también se incrementará el pago de intereses en por lo menos 32.9 por ciento; ello significaría un 5 por ciento más que lo presupuestado por el gobierno estatal para 2017. Se habla, además, de una sobretasa probable de 2.12 por ciento.

La estimación de la calificadora es que el Servicio de Deuda consumirá 11.2 por ciento de los ingresos disponibles de Veracruz en 2017, lo que equivale a 7 por ciento más que lo presupuestado por el gobierno de la entidad.

La firma consultora establece que dicho escenario no aplicaría de concretarse el proceso de reestructura de la deuda directa total de largo plazo; aunque por otro lado, también indica que la estimación no considera eventos de aceleración y de vencimiento anticipado, que incrementaría el Servicio de Deuda, al igual que las tasas de interés.

Lo peor es que de todos los estados con alta deuda, Veracruz y Sonora serían los más afectados por los escenarios descritos anteriormente, debido a que podrían pagar las tasas de interés más altas.

Veracruz es, además, uno de los estados donde el pago de intereses consumiría un mayor porcentaje de ingresos disponibles.

Así, por ese desfavorable escenario, Fitch Ratings recomendó a estados como Veracruz, Michoacán y Quintana Roo fortalecer sus finanzas públicas y el ahorro interno, a fin de mejorar la sostenibilidad del Servicio de Deuda.

De no ajustar y controlar el gasto, prevé la fuente, el incremento en el pago de intereses provocaría una disminución en la inversión pública o un aumento en las obligaciones financieras de corto plazo para cubrir un déficit fiscal.

Dicho en pocas palabras, el problema financiero que enfrenta Veracruz podría ser todavía más complicado en el futuro inmediato, debido a la enorme deuda que enfrenta la entidad. Los meses por venir, con tasas de interés más altas, serán aún más difíciles para las desnutridas finanzas del gobierno estatal. @luisromero85