Aunque la Asamblea Nacional del PRI está fijada para el próximo mes de agosto, desde ahora se mencionan posibles candidatos para suceder a Enrique Ochoa Reza en la dirigencia de ese partido.

El periodista de El Universal, Salvador García Soto, dio a conocer la semana anterior a tres posibles sustitutos del actual líder tricolor: el senador Emilio Gamboa Patrón; el ex gobernador de Querétaro y actual secretario de la SAGARPA, José Calzada Rovirosa y el director del ISSSTE, José Reyes Baeza que fue gobernador de Chihuahua.

El nombramiento de cualquiera de ellos provocará movimientos en la cúpula del PRI veracruzano que hace dos semanas sufrió una estrepitosa derrota en las elecciones municipales.

En mi columna del miércoles 14 de este mes titulada Adiós Renato; ¿bienvenido Américo? dije que a juicio de varios priistas, el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez puede ser el relevo de Renato Alarcón Guevara en la dirigencia estatal del partido.

Pero si el próximo dirigente nacional del tricolor es José Reyes Baeza, pudiera ser que Elizabeth Morales García, actual delegada estatal del ISSSTE, repita como lideresa del PRI en la entidad.

Elizabeth no sólo es una delegada eficiente para Reyes Baeza; también es su gran amiga y compañera de lides políticas. Ambos se trataron cuando ella fue diputada federal y él gobernador de Chihuahua.

En enero del 2014 Morales García llegó a la dirigencia del PRI y de inmediato comenzó con la renovación de los comités en los 212 municipios que tiene la entidad.

Su trabajo fue excelente ya que en apenas un año recorrió en varias ocasiones la geografía veracruzana, escuchó a las bases, renovó los comités municipales con auténticos militantes priistas y dejó un PRI unido. Un PRI que meses después empezó a resquebrajarse y terminó por tronar en las pasadas elecciones.

En enero del 2015 renunció a la dirigencia y fue en busca de la diputación federal por el distrito de Xalapa Urbano. Y a pesar de que iba arriba en las encuestas, perdió por una chicanada que le hicieron quienes tanto le debían.

En septiembre de ese año tomó posesión como delegada estatal de la PROFECO y no faltó quien la enterrara políticamente. La dependencia se había convertido en cementerio de funcionarios públicos y nadie le quería entrar.

Pero la ex alcaldesa de Xalapa se puso a trabajar y elevó los estándares de confiabilidad de la PROFECO. Esto lo vio su amigo José Reyes Baeza que la invitó a colaborar con él como delegada del ISSSTE en Veracruz.

Tras la derrota del PRI, hay militantes que la ven como posible reemplazo de Renato Alarcón. ¿La razón? “El PRI necesita volver a acercarse a las bases que quedaron muy lastimadas porque fueron ignoradas en la selección de los candidatos a alcaldes. Y Elizabeth sabe cómo hacerlo”, me dijo un priista de la cúpula.

Por su parte, un analista político me confió: “Algunos priistas de los que me reservo sus nombres quisieron acabar con Elizabeth, pero no pudieron; la delegada ha sobrevivido a los embates. Sus posibilidades de volver a dirigir al PRI se ensanchan por sus buenos resultados tanto en la PROFECO como en el ISSSTE y en el mismo PRI. Por los tiempos difíciles que se le vienen al partido, sería una excelente lideresa ya que tiene talento, firmeza de carácter y conoce muy bien las entrañas del tricolor”.

Hay quienes aseguran que podría competir por una curul en el senado o nuevamente por la diputación federal donde ya estuvo en el 2006.

Lo cierto es que la selección del candidato a la gubernatura y de los candidatos a diputados federales y senadores del PRI en Veracruz se resolverán en unos meses, y el nombre de Elizabeth Morales vuelve a estar en boca de la clase política.

Veremos qué pasa.

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