Conforme se acerca la jornada electoral, las cosas se ponen color de hormiga. Y no es solamente que los ánimos anden caldeados entre los candidatos. Es algo mucho peor: los intereses que están en juego ya percibieron con astucia perversa la ausencia de autoridad –lo mismo del gobierno estatal que de las electorales-, y están dispuestos a reventar la elección en muchos municipios.

¿Cuál es el propósito de ahuyentar a los votantes? Antaño se decía que los días previos a las elecciones siempre se desataba una ola de violencia para inhibir a los ciudadanos de salir a votar y operar con libertad la maquinaria electoral. Pero ahora que el PRI no está en el gobierno, ¿quién es la mano que mece la cuna? ¿a quién conviene que los veracruzanos no voten? ¿habrá que seguir la ruta del dinero o del gobierno?

Por lo pronto, a pesar del cínico o ignorante optimismo del órgano electoral, lo cierto es que hay problemas graves en prácticamente todo el estado. Tan solo ayer en Coatzacoalcos, a plena luz del día, hombres armados despojaron a tres capacitadores de de paquetes electorales que contenían al menos dos mil boletas.

Si bien es evidente que esas boletas no aparecerán en las urnas, el mensaje de violencia es muy claro. Coatzacoalcos desde hace muchos meses se ha convertido en tierra de nadie, ha recrudecido la violencia y ahora convertida en metástasis, amenaza la jornada electoral ante la incapacidad o complicidad de las autoridades.

El de ayer no ha sido el único incidente violento. La tarde del jueves 27 de abril, en el municipio de Isla, fue ejecutado a tiros el sobrino del diputado federal Erick Lagos, quien era candidato a regidor por el Partido Verde Ecologista de México. La sierra de Papantla es otro punto de conflicto; apenas en marzo pasado ejecutaron a 8 personas en Coxquihui, y si bien no tiene un vínculo electoral, no hay nada que escape a los intereses de los caciques.

También  las candidatas del PAN en Alvarado y del Panal en Lerdo de Tejada denunciaron haber sido amenazadas; en Papantla, la candidata priista acusó al aspirante de Morena de agresiones. La violencia de género no tiene antecedente.

En Xalapa, Ana Miriam acusó que se difundió información falsa sobre ella y su familia, mientras que Nicanor Moreira se quejó de una serie de ataques a su persona y su campaña. En Emiliano Zapata nadie sabe qué va a pasar luego del desaseo que se vivió en la elección del candidato de la coalición PAN-PRD.

Por lo que hace al árbitro responsable, el OPLE no sólo ha acreditado su incapacidad, sino que sus errores y omisiones llaman poderosamente a la sospecha; su imparcialidad ha sido puesta en duda y muchos lo observan, resultado de la elección anterior, como un brazo operador del actual gobierno estatal. Lo que siempre se criticó, la dependencia con el gobierno, hoy se ha perfeccionado sin pudor alguno.

Y aunque tengan la piel muy sensible, los hechos ahí están, no obstante que encuentren justificaciones de todo tipo. Hasta hoy, los más de 10 mil representantes de casillas no cuentan con nombramiento –en lo que reparte responsabilidad con el INE-; y en contraparte, iniciaron de manera anticipada el reparto de la paquetería electoral, en el que intervinieron de manera inexplicable, vehículos con logotipos de los partidos políticos.

Súmele que las boletas, las que se supone tendrían que haber revisado antes de imprimir, llegaron con sendos errores en once municipios, entre ellos –fíjese usted- el de Veracruz; la errata obligó a la reimpresión de más de 700 mil boletas, lo que generó un conflicto en los municipios involucrados.

La elección no será un referéndum al nuevo gobierno. Y no lo será porque para eso está interviniendo el Gobernador, para evitar que su gobierno no dure ni siquiera los efímeros dos años y concluya este mismo domingo. En todo caso, lo que está de por medio es su capacidad de operar la elección desde el gobierno y no desde la zona de confort que representa ser oposición y crítico.

Los pronósticos indican que garantizará el gobierno a su hijo Fernando y podría ampliar su influencia en algunos de los municipios más importantes; pero si no logra detener el avance de Morena –para lo cual ha enfocado sus baterías contra AMLO-, no habrá más consideraciones del gobierno federal.

Habrá que esperar con cautela el día de la jornada electoral, donde los enconos suelen alcanzar su máximo nivel, y las rencillas alcanzan tintes de tragedia. Nadie en su sano juicio quiere que esto suceda, pero se entiende que es parte de la estrategia para alejar a los electores de las urnas. Así ha pasado y es lógico que vuelva a suceder, porque los intereses siguen siendo los mismos.

Las del estribo…

  1. El Gobernador Yunes dijo enfático que no conocía a la candidata del PAN-PRD en Juchique de Ferrer, quien en su nombre, se puso a repartir despensas a diestra y siniestra. No necesita indagar mucho. Que le pregunte a su Secretario de Gobierno quien es ella y porqué se descontó a los empleados dinero de su sueldo para financiar la campaña.
  2. Mañana se cumplen seis meses del gobierno del cambio, los mismos que se puso como plazo el gobernador para resolver el tema de la inseguridad. Ayer asaltaron una joyería en pleno centro de Xalapa y le dejaron un cariñoso mensaje en una manta en Boca del Río. En efecto, resultó un gobierno del cambio, es decir, pura morralla.