Seguridad, la promesa incumplida

Las estrategias de seguridad y combate a la violencia criminal están fracasando. Pese al plan de seguridad lanzado en el primer año del actual gobierno federal, que dividió al país en cinco regiones para actuar coordinadamente con los gobiernos estatales en su combate, los homicidios dolosos registran incrementos en todas las regiones, que van del 10 al 60 por ciento.

Lo preocupante es que, en el primer cuatrimestre del año, después de la región noroeste (que registra la mayor incidencia en ese delito) se ubica la región sureste, y el estado que más ha contribuido a elevar las cifras ha sido Veracruz, gobernado por alguien que se vendió en campaña como un experto en seguridad y que prometió abatir ese flagelo en sus primeros seis meses de gestión, que en siete días se cumplen.

En un amplio reportaje publicado por el portal Animal Político, con base en los datos oficiales actualizados al cierre del primer cuatrimestre de este año, se concluye que el país “no solo se encuentra en niveles récord de violencia por lo menos desde que se tiene registro (1997), sino que además el incremento de los casos de homicidio es generalizado en México”. Y añade que en uno de cada 3 estados, los asesinatos se han incrementado por arriba del 50 por ciento al menos en el último año.

En efecto, la región más asolada por la violencia ha sido la del Noroeste que agrupa a Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora), donde se pasó de 1 mil 166 homicidios dolosos en el primer cuatrimestre de 2016, a 1 mil 868 en el mismo periodo de este año, lo que significó “un disparo superior al 60 por ciento”.

Sin embargo, con un incremento de casi 55 por ciento en ese comparativo, le siguió en gravedad la región Sureste (Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán), al pasar de 790 homicidios dolosos en los primeros cuatro meses de 2016 a 1 mil 217 casos este año.

Veracruz: violencia sin control

Veracruz se cuenta entre las 29 entidades donde han repuntado los asesinatos y uno de los 11 estados en que el alza de homicidios dolosos es de más del 50 por ciento. Sin embargo, aunque porcentualmente ha quedado en el tercer lugar por el incremento del número de casos, la verdad es que la situación es aún más grave que en los que ocupan el primero y segundo lugares.

En el reportaje de Animal Político se señala, en efecto, que a la cabeza marcha Baja California Sur, con un incremento superior al 430 por ciento (pero es que pasó de 27 a 144 casos entre el primer cuatrimestre de 2016 y el de 2017), seguido de Nayarit, con un incremento superior al 100 por ciento, al pasar de 13 a 27 casos.

El gobierno de Veracruz, sin embargo, no debe sentirse muy bien de estar en el tercer sitio nacional, pues en lugar de descender, la violencia se ha recrudecido, de una manera brutal y sin que las instancias locales de seguridad, con el apoyo de las federales, hayan encontrado la fórmula para contenerlo.

En el primer cuatrimestre del año se reportaron 488 casos, que equivalen a un disparo de casi el 96 por ciento respecto de los 249 asesinatos registrados en el mismo periodo de 2016.

Para colmo, también subieron las cifras de secuestro a nivel nacional. En el primer cuatrimestre se abrieron 382 carpetas de investigación por este delito, lo que representa un incremento del 10.14 % en la incidencia de este delito, revirtiendo una tendencia a la baja que se había conseguido en los dos últimos años en este ilícito.

Los cinco estados con la mayor tasa de secuestros son Tamaulipas con 1.7 plagios por cada cien mil habitantes, Zacatecas con 1.31, Tabasco con 1.03, Veracruz con 0.71 y Guerrero con 0.58 casos denunciados.

Cuando cumpla el 31 de mayo sus primeros seis meses al frente del Gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares acumulará una de sus más sonadas promesas incumplidas, la de recuperar la seguridad para los veracruzanos. Nada, absolutamente nada le ha funcionado en este tema, y los veracruzanos estamos hartos de tanta violencia que nos cerca. Y es que, en lugar de disminuir, la violencia se ha vuelto más incisiva, meticulosa y cruel.

Duarte nos hizo ganar

Gracias al pundonor de Javier Duarte de Ochoa, Veracruz acaba de coronarse en la Corrupchampions, una competencia donde el “loco” de Guatemala se alzó con la copa como el político más corrupto de México, según la decisión de los ciudadanos que participaron en un ejercicio realizado por la organización civil LIBRE.

Aunque es posible que en una competencia internacional haya personajes que le jueguen de tú a tú, como dicen los comentaristas deportivos, por lo pronto este ladrón sigue poniendo a los veracruzanos en el pódium de los más deleznables.

Pero no le quitemos méritos al gordo, que se enfrentó a contrincantes de peso pesado. La competencia reunió 12 mil 500 votos a través de redes sociales y de manera presencial. De ellos, Duarte se quedó con 5,000 —40% del total—, con lo que superó a contrincantes como el presidente Enrique Peña Nieto y el dirigente de Morena y aspirante presidencial, Andrés Manuel López Obrador, quienes se quedaron con 38% y 22% de las participaciones, respectivamente.

Acompañados de una batucada, los integrantes de LIBRE entregaron el antipremio en la representación del gobierno de Veracruz en la Ciudad de México, donde la presidenta de la agrupación, Lilia Aguilar, entregó el trofeo a Adriana Benítez, analista de Administración.

Por cierto, pidieron que se le haga llegar a Guatemala el galardón, que consiste en un “cuaderno de la abundancia”, como los que rellenaba su esposa Karime Macías Tubilla, hoy feliz en Europa donde disfruta los dineros robados a Veracruz.