Aníbal Barca, general y estadista cartaginés, considerado como una de los más grandes estrategas militares de la historia (247 a.C. Cartago,Túnez, 183 a.C. Bitinia Gebtze,Turquía) seis años después de haber sido derrotados su ejército por el joven Publio Cornelio Escipión tras la batalla de las llanuras de Zama (actual Túnez), había logrado por el año 196 a.C. ser electo sufete (magistrado supremo) de Cartago, se narra que la elección fue compleja, debido a que el Senado Cartaginés, se encontraba en contradicciones permanentes y profundamente dividido, entre la facción que apoyaba a los Barca y sus planes de regenerar la ciudad, incluso sobre los límites impuestos por Roma tras la guerra y, por otro lado los Senadores, apoyados por el Consejo de los Ciento Cuatro Ancianos, que proponían acciones más mesuradas para avanzar en la recuperación y, evitar despertar la animadversión de Roma.
El Doctor Santiago Posteguillo, filólogo y lingüista, profesor de la Universitat Jaume I de Castellón,en su obra, «La traición de Roma» (editorial Ediciones B), nos relata:
«Fuera como fuera, aunque por poco, y sobre todo debido a la presión popular, Aníbal salió victorioso en el Senado púnico. Y es que el pueblo estaba cansado de pagar impuestos sobrecargados en los últimos años para costear las inmensas sumas de oro y plata que se debían entregar a los romanos en concepto de indemnización por los daños causados durante la guerra.
Aníbal entró en su nuevo cargo como más temían sus enemigos políticos y, en especial, el Consejo de Ancianos: como un torrente que amenazaba con llevarse por delante todo lo realizado durante los últimos años de administraciones controladas por el Consejo que, mediante maniobras corruptas, habían estado manipulando las cuentas del Estado en favor de los grandes oligarcas de Cartago. Algunos miembros del Consejo, en sus debates secretos, se mostraron confiados en que la inexperiencia de Aníbal en tareas administrativas daría al traste con las pretensiones del general de detectar dónde se encontraban los fallos en el sistema que impedían, año tras año, pagar convenientemente las indemnizaciones de guerra estipuladas en los acuerdos de paz con Roma. Otros miembros del Consejo, más prudentes, más cautos, evitaron pronunciarse y abogaron por esperar a ver de qué forma conducía el líder de los Barca su gestión de gobierno. Para sorpresa de unos y otros, Aníbal sólo tardo unos días en convocar al quaestor general de Cartago ( funcionario público a cargo de las finanzas y la administración en la antigua Roma).
El nuevo sufete aguardaba desde el amanecer la llegada del contable, responsable de las cuentas del Estado durante los últimos años, pero este, en un acto claramente hostil a los Barca, decidió no acudir a la entrevista solicitada por Aníbal y envió un mensaje al sufete cargado de desconfianza y desprecio. Un soldado nervioso entregó al sufete de Cartago la tablilla enviada por el quaestor. Aníbal la leyó despacio y luego la depositó junto a una mesa situada a su derecha. Sobre la mesa había una jarra de agua y un vaso. El sufete de Cartago se levantó despacio y él mismo se sirvió. Bebió con ganas. Era una mañana calurosa pese al invierno y en la estancia asignada al sufete para recibir a los diferentes representantes del Senado, del Consejo de los jueces o de cualquier otro funcionario público, no corría el aire. Junto a Aníbal se encontraba Maharbal, y, al fondo media docena de soldados armados, seleccionados por el propio Maharbal entre los veteranos supervivientes a las campañas de Iberia, Italia y Zama.
Aníbal dejó el vaso, vacío ya, sobre la mesa y se dirigió a Maharbal. El quaestor no va a venir. Maharbal se sentía obligado a decir algo.
¿Es eso lo que dice el mensaje?
Aníbal asintió y añadió una explicación adicional.
El quaestor se escuda en la ley que sólo le hace responsable ante el Consejo de Ancianos..Dice que si quiero convocarle tendré que hacerlo solicitándolo al Consejo.
Suspiró..Creo que de esta forma no vamos a conseguir mucho.
Y se sentó de nuevo junto a la mesa.
Pero eso se va a acabar empezando por hoy mismo. Coge unos hombres y encarcela al quaestor.
Maharbal tragó saliva. ¿Bajo qué acusación?
Aníbal, sin dejar de mirarle, le interrumpió..Acusado de malversación de las arcas del Estado…Pero no estaba satisfecho y meditó un instante antes de apostillar con decisión..Acusado de traición.»
La corrupción esta enraizada en el ejercicio del poder, desde antes de Cristo, lo de antes es lo de ahora, y, lo de ahora es lo de antes, cambiar la condición de quienes piensan en el dinero y el poder público, como propio, es una tarea nada fácil y, nada fácil es en dónde campean la ambición, la intriga, la traición, en donde escasea el sentido del bien común.
En la política la pérdida del sentido de la medida destruye el objetivo, genera imprecisiones y contrastes para mantener el equilibrio, que producen los excesos colmados de consecuencias extraordinarias o escalofriantes, en los actos de gobernar con caprichos, dentro de la pequeña esfera en que se mueven, con consecuencias lamentables, que deberían ser evitadas. Es la soberbia la que produce estos desequilibrios que aferran al emisor a la intolerancia y al engaño. Hechos que trascienden más allá de su órbita y, que los gobernados perciben como incapacidad. Seguir pretendiendo, engañar, mentir, arroja a estos actores a la sentencia de el rechazo popular, volviéndoles su vida insignificante, dejando de lado la oportunidad de la grandeza.
Sus deslices, paralizan sus facultades ante lo irreflexivo de sus acciones, provocándoles más desacuerdos, en un continnum que afecta el desarrollo creativo del devenir.
Estos episodios en la historia del hombre, muestran rasgos primitivos significativos, dañando el orden y desarrollo social significativamente en el tiempo.
Y hablar del tiempo en que el ser humano pasa por la existencia, es hablar de un daño profundo a un individuo o conjunto de individuos, que no es sólo a la persona en sí, sino a la continuidad de la evolución de miles de años, que se truncan por las decisiones ligeras de quienes se encuentran al frente de un gobierno. El daño es mayor, no sólo por el hecho del presente, si no en la evolución de la sociedad.
La constante del tiempo, que permite al hombre, ser. Esa constante se ve interrumpida por un atrida, que odia a sus semejantes, buscando por los medios que sea, satisfacerse a sí mismo. La razón psicológica de estos hechos, tienen profundo origen en la construcción de los pensamientos de quienes llegan al poder, adquiridos en su entorno de existencia. El extravío conlleva a no poner atención y no atender las necesidades primarias de los gobernados, para lo que fueron electos, que no elegidos, actuando con maledicencia, incluso hacia los que piensan o proponen ideas diferentes .
Pero la cúspide y la trascendencia esta reservada para los grandes, de consciencia y sentido de profundidad política y, que entienden a esta, la política, como un ideal de aspiraciones a fines supremos.
Pedir ello a los gobernantes, es demasiado.
Entre tanto el 4 de junio esta cada vez más cerca. Desesperación de unos, nerviosismo de otros, manifiesta de diferentes formas; exaltaciones, exigencias,regaños a los colaboradores, e incertidumbre de estos y de quienes conforman las planillas, no se ven ni sienten que sus candidatos avancen, la exigencia de los votos, los mínimos claman algunos, para mantener el registro y las esperanza de alguna regiduría. Dante Delgado denota mayor intranquilidad, conocedor como es de los menesteres de las actividades político-partidistas, se inquieta, ve a su alrededor, no avanzaron lo que le contaron de los candidatos, resulta que en todos los municipios los candidatos de Movimiento Ciudadano, van en cuarto, quinto, hasta sexto lugar, pide cuentas, no cuentos a sus colaboradores en Veracruz, no es lo que le cuentearon, sus candidatos no levantan, levitan. Don Armando Méndez ? Se pregunta, en dónde están sus acciones tangibles de activismo y estrategia para remontar la incertidumbre de los ciudadanos con los votos? Dante Delgado que ha pasado casi por todo, observa que se esta dejando pasar la oportunidad; que falta discurso, que falta activismo, que falta motivación, que no lograrán más, y que ya es conveniente ir dando, como lo ha hecho, un discurso para que AMLO, voltee a verle.
La señora Ana Miriam Ferráez Centeno, lucha denodadamente por alcanzar los votos que le lleven a la alcaldía de la capital, tiene carácter, lo ha demostrado, es la candidata, después de las componendas que se pretendieron y llevaron a cabo en contra de su militancia, se ha posicionado en las preferencias del electorado, la estrategia de la colocación de espectaculares en lugares que sean vistos por la población, ha dado resultados positivos, pero, pero le falta camino, le falta caminar más los caminos de la clase necesitada, la de la cultura del esfuerzo, de la clase votante, la que define, alargar el día, desatender más a sus corifeos, y atender más a los ciudadanos, a pocos días la tarea es intensa, el deseo le mueve, le energetíza , seguramente alcanzará una buena votación, aunque el fenómeno AMLO es arrollador.
Y los priístas…y los priístas ?
Algunos dan visos de triunfo y, a la manera de Danton, el revolucionario francés, el candidato del PRI en el puerto de Veracruz, Fidel Kuri Grajales, gana terreno, se mueve, va a las colonias, les habla con palabras sencillas, manotea, la gente, el pueblo, entiende su lenguaje, populachero, pero también franco, quiere ser alcalde del puerto de Veracruz, y es puntero, a la par del candidato Ricardo Exsome Zapata de MORENA. Entre uno de los dos quedará la elección.
Más al sur en la calurosa Cuenca del Papaloapan, Cosamaloapan, quien lleva la delantera para ocupar la tan ansiada silla de la presidencia municipal es el candidato del Revolucionario, Tomás Carrillo, quien con su trato amable y don de gentes, tiene el cariño y aceptación de sus paisanos.
Tomás, como lo nombra la paisanada, así de sencillo, así de simple, ha mantenido de siempre una campaña de atención a sus coeterráneos, ya como diputado o funcionario publico, no los ha dejado de atender y escuchar, y ello es una campaña permanente, ello es hacer política.
Rulfiano
Este domingo, según se ha anunciado, viene nuevamente a Veracruz «El llano en llamas», el presidente del CEN del PRI, el señor Enrique Ochoa Reza, en una segunda vuelta por estos lares, el señor Reza, lleva en sus hombros el cuerpo de un PRI, al que pregunta : » No oyes ladrar los perros» ?
-Tú que vas allá arriba, Revolucionario, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte.
-No se ve nada.
-Ya debemos estar cerca.
-Sí, pero no se oye nada.
-Mira bien.
-No se ve nada.
-Pobre de ti Revolucionario.
-Ya debemos estar llegando al 4 de junio, Revolucionario. Tú que llevas las orejas de fuera, fíjate a ver si no oyes ladrar los perros.
Acuérdate que nos dijeron que el 4 de junio estaba detrasito del monte. Y desde qué horas que hemos dejado el monte.
Acuérdate, Revolucionario.
-Sí, pero no veo rastro de nada.
-Me estoy cansando.
-Bájame.
El viejo PRI se fue reculando hasta encontrarse con el paredón y se recargó allí, sin soltar la carga de sus hombros. Aunque se le doblaban las piernas, no quería sentarse, porque después no hubiera podido levantar el cuerpo de su hijo, al que allá atrás, horas antes, le habían ayudado a echárselo a la espalda. Y así lo había traído desde entonces.
– No oyes ladrar los votos, Revolucionario?
Sólo se escuchó el silencio.
-No me ayudas siquiera con esta esperanza.