La caída registrada en la última década por el Partido Revolucionario Institucional en el número de estados que gobierna en el país, puede pronunciarse este año. El próximo 4 de junio no solo habrá elecciones municipales en Veracruz sino que se juega el destino del PRI en el Estado de México, que los priistas han gobernado durante ocho décadas, además de Coahuila y Nayarit, también en manos de militantes de ese partido.

Y es que, pese a los miles de millones de pesos que ha invertido el gobierno federal y sus aliados empresariales para comprar los votos requeridos, no parece muy segura la victoria del primo de Enrique Peña Nieto, Alfredo del Mazo Maza, y podría ser la lápida que selle la tumba del PRI en sus intenciones de mantener en su poder la Presidencia de la República.

Después de su preeminencia dictatorial, al PRI le ha ido mejor en las elecciones locales cuando ha sido oposición. Al menos le ha ido mucho mejor que con el regreso a Los Pinos, con Peña Nieto al frente del Ejecutivo federal.

Pese a que en el año 2000 perdió la Presidencia de la República ante el arrollador paso de Vicente Fox,  el PRI logró mantener un buen número de gubernaturas estatales que le permitieron sobrevivir al maremágnum panista. Ese año controlaba 19 estados del país, es decir el 60 por ciento de las entidades, entre ellas, bastiones importantes como el propio Estado de México y Veracruz.

Tres años después, sin embargo, perdió el control de dos estados más, para quedar con 17 (53.1 %). Estas cifras han ido fluctuando. En 2009 subió a 18 gubernaturas (56.2 %). En 2010, perdió tres estados, aunque con Javier Duarte de Ochoa y la maquinaria electoral de Fidel Herrera Beltrán, el PRI conservó Veracruz, un triunfo que, a la postre, le significaría su peor circunstancia, en medio de escándalos mayúsculos de corrupción.

En 2012, con Enrique Peña Nieto, el PRI recuperó la Presidencia de la República y, junto con ello, la ola triunfadora le permitió quedar con 21 gubernaturas, alcanzando un porcentaje más alto que en 2000, al llegar al 62.2 por ciento de los gobiernos estatales. En la era de la alternancia política, ese año debe considerarse como el pico más alto al que ha llegado y, al mismo tiempo, el punto a partir del cual comenzó la caída.

Perdería Presidencia y hegemonía en estados

El gobierno de Enrique Peña Nieto le ha significado el PRI una derrota tras otra en el dominio de los gobiernos estatales. En 2015 solo conservaba 19 gubernaturas, y el año pasado, frente a candidatos de la alianza del PAN y el PRD, perdería seis de un solo golpe, entre ellas la de Veracruz con Miguel Ángel Yunes Linares. Con ello ha llegado a 16 entidades, que significan el 50 por ciento de las que componen la República Mexicana.

Por primera vez, este año podría no tener la mayoría de las entidades. Y si pierde el Estado de México, habrá prescindido de las principales plazas en cantidad de votos a favor, lo que puede significar el principio de la debacle rumbo a las elecciones presidenciales de 2018.

En el caso de Veracruz, el PRI no solo enfrentaría con la máxima dificultad la recuperación del Gobierno del Estado sino estaría en posibilidad de otorgar al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) su primera gubernatura junto con la Presidencia de la República.

Aumentan 40 % los delitos en Veracruz

En el primer trimestre de este año, Veracruz registró un aumento del 40 por ciento en delitos del fuero común, con respecto al mismo periodo en 2016, según revelan los informes de la Fiscalía General enviados al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Lo más grave es que los delitos que tuvieron un mayor dinamismo en ese periodo son robo con violencia, robo a casa habitación, robo a transeúntes, homicidios y secuestros.

El cambio en el Gobierno del Estado, con un político que se jactó durante toda su campaña de tener la experiencia y el programa para abatir de inmediato los niveles de violencia, no parece haberle hecho justicia a los veracruzanos.

La actual actividad gubernamental en materia de seguridad se ha volcado en acciones efectistas en los medios de comunicación, principalmente nacionales y en las redes sociales, sin que se refleje en una disminución en los datos duros de la criminalidad y, por el contrario, se han desatado los demonios por todos los rumbos del estado, incrementando el número de homicidios brutales por parte de las bandas criminales.

Según el reporte sobre incidencia delictiva, durante el primer trimestre de 2017 se han cometido en Veracruz 13 mil 388 delitos del fuero común, contra los 9 mil 357 registrados en el mismo periodo de 2016. En cuanto a robos, la cifra pasó de 3 mil 558 en el primer trimestre de 2016 a 5 mil 029 en el mismo periodo de este año.

Mientras Miguel Ángel Yunes Linares señala que ha disminuido el número de delitos en el estado, la información muestra que incluso los homicidios han aumentado en al menos 30 por ciento, al pasar de 167 en febrero a 246 en marzo. Habrá que añadir que en el mismo periodo, un año antes, las autoridades de la Fiscalía, en el gobierno de Javier Duarte, reportaron solo 101 homicidios.

Según nota de Perla Sandoval, de la agencia AVC, durante el primer trimestre del año se reporta un aumento en delitos como el robo con violencia que pasó de mil 978 en enero a 2 mil 53 en marzo; en robo común también se observa un aumento, pues pasó de mil 873 casos registrados a mil 945.

El robo a negocios pasó de 82 casos registrados en febrero a 102 durante el mes de marzo y el robo de vehículos igualmente observó un incremento en sus cifras al pasar de 452 a 468 en tan solo un mes.

En cuanto a secuestro, con respecto a 2016, este delito reporta un aumento de casos, al pasar de 31 secuestros en 2016, a 46 en 2017, para el caso del primer trimestre. Incluso se observa un aumento de un mes a otro, pues el informe señala que ocurrieron durante marzo (18) al menos cinco secuestros más que en febrero (13).

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