Prefacio.

Lo que muchos veracruzanos se preguntan es: ¿Cuándo dejará Miguel Ángel Yunes Linares su circo mediático y se pondrá a trabajar para resolver los graves problemas que vive la entidad? *** ¿De qué les sirve a los veracruzanos el teatro que ha montado el gobernador con el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador? *** ¿Cuándo dejará Yunes Linares de echarle la culpa a otros de los males que él debiera estar resolviendo? ¿Cuál es la diferencia entre la política de “criminalización de las víctimas” de Javier Duarte, y la suya? *** Estamos pasando a la segunda mitad del sexto mes de la gestión de Miguel Ángel Yunes Linares y los resultados que tanto prometió durante su campaña siguen sin percibirse. Contrario a lo que se esperaba, la inseguridad no sólo no se ha frenado, sino que va a la alza; todo el aparato de gobierno sigue paralizado (salvo aquellas instituciones que reparten beneficios sociales, tan rentables en estos momentos de campañas) por falta de recursos, mientras el gobernador “presume” que las calificaciones crediticias no empeoraron gracias a él; la violencia contra los comunicadores sigue en los mismos términos que en la pasada administración, y la liquidación del pasivo circulante sigue detenida, con amenazas a los que se atreven a cobrar, de que serán sometidos a exhaustivas auditorías, para vincularlos con los negocios de Javier Duarte y su camarilla. *** El gobierno estatal se mueve en la total opacidad, y aquellos que reclaman respuestas y resultados, son señalados como “emisarios del duartismo” y, por lo tanto, “tan culpables como aquel que hoy duerme en una celda de Guatemala”. *** ¿Y cuánto “vomitaron” los cómplices de Duarte? ¿Y qué se ha hecho con esos recursos y esos bienes? ¿Y cuál será la comisión que habrá de recibir el gobierno de Yunes Linares de parte de los operadores de la renegociación de la deuda? *** Para descalificar la llamadas “carpeta azul” que presentó Andrés Manuel López Obrador sobre el presunto enriquecimiento ilícito de la familia Yunes-Márquez, el gobernador se ha limitado a señalar que son las mismas denuncias que en su momento presentó Javier Duarte, con lo que cuestiona su veracidad (“vienen del corrupto exgobernador”) y de paso insiste en la vinculación del Duarte con el dirigente de Morena. Pero no aclara ninguna de esas denuncias, no revela la fórmula de ese éxito financiero familiar. No ha dicho de qué vivió entre junio y diciembre del 2016, quién financió sus “investigaciones personales” sobre Duarte y su pandilla. *** Son demasiadas preguntas sin responder y ya se cumplió la cuarte parte de este gobierno.

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Cuando se dio el primer gran golpe a la economía nacional, en enero de este año, con el incremento de hasta 20 por ciento en el precio de los combustibles, el personaje de la administración pública federal que salió a dar la cara fue el secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Con explicaciones técnicas y razonamientos poco claros, el funcionario trató de mostrar las razones de dicho aumento y los “beneficios” que a mediano y largo plazo tendría esta medida.

Se vivieron momentos de gran tensión, que derivaron en manifestaciones violentas y saqueos de comercios. En ese entonces advertían que si alguien había considerado a Meade como potencial candidato priista a la Presidencia, podía darlo por descartado.

Pero pasó el tiempo, la población asimiló el golpe, volvió la calma y con la liberación de los precios de las gasolinas la fluctuación ha sido mínima.

Hoy lo que a la sociedad impacta es ese enfrentamiento entre el Ejército Mexicano y poblados enteros, que en las últimas décadas se han dedicado al robo de combustible, los llamados “huachicoleros”.

Los primeros comunicados de la secretaría de la Defensa Nacional apuntaban a que los ladrones de combustible, “usaban como escudo a mujeres y niños” de los poblados que integran el llamado “Triángulo Rojo”. Contrario a lo que se pudiera pensar, los “escudos” de los delincuentes no eran rehenes, sino pobladores dispuestos a dar su vida por defender lo que ellos creen justo (“si los ductos pasan por nuestras tierras, nosotros tenemos derecho a los beneficios de lo que transportan”).

Y en medio de la polémica sobre el papel del Ejército Mexicano en esta nueva guerra, el único funcionario federal que sale a darle su respaldo a las instituciones armadas es, nuevamente, el secretario de Hacienda.

Así lo explica la columna “Bajo Reserva” de El Universal:

“Meade y el plan antihuachicol. Hace apenas unos días que el gobierno federal anunció una batalla para combatir a los huachicoleros, a las mafias del robo de combustible. Y el único integrante del gabinete que ha salido a explicar su participación es el secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Nos recuerdan que dijo cuánto cuesta a las arcas hacendarias este saqueo —unos 20 mil millones de pesos anuales— y puso sobre la mesa una pista: para que opere esta cadena criminal debe haber manos al interior de Pemex que podrían estar involucradas. Don Pepe Toño considera además que al menos una docena de gasolineras están coludidas en la venta de combustible robado y que hay fallas en todos los órdenes de gobierno para frenar este ilícito. En esa ruta, comprometió a la Unidad de Inteligencia Financiera y todas las herramientas de la Secretaría para la lucha frontal contra los huachicoleros. Apenas el viernes, Meade cambió su discurso en un par de inauguraciones de sucursales de Banjercito en Tijuana y Hermosillo, para dar su respaldo total al secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, en las tareas contra estas organizaciones criminales”.

La confrontación contra estas bandas de la delincuencia organizada se agudizó este fin de semana, luego de la explosión de una toma clandestina en los límites de los municipios de Tierra Blanca y Omealca, en Veracruz.

Se confirmó la muerte de cuatro personas, identificadas como Cayetano Medina de 44 años, Felipe Reyes Morales de 18 años, Rodrigo Reyes Morales de 16 años y Martin Martínez Moguel de 70 años, todos del ejido Cerritos, Municipio de Tierra Blanca, quienes viajaban en un pequeño sedan Nissan y pasaron por un charco de combustible que se derramaba de una toma clandestina cercana.

Una chispa generada por el vehículo habría provocado la detonación, que les provocó la muerte.

El robo de combustible no es un tema exclusivo de los municipios poblanos. El ducto de Pemex que más ataques recibe de los huachicoleros es el que parte de Minatitlán al Valle de México y que recorre buena parte del territorio veracruzano.

El riesgo para la población en general es muy alto. No se trata de reclamar, una vez más, a las fuerzas federales que se encarguen de resolver nuestros problemas.

Es hora de que el Gobierno de Veracruz haga su parte.

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Epílogo

En momentos en los que la inseguridad se convierte en el principal reto, debe resultar refrescante para los xalapeños que uno de los candidatos a la alcaldía, Alejandro Montano Guzmán, trate el tema con conocimiento y experiencia. Quien fuera titular de Seguridad Pública en los tiempos de Miguel Alemán coincidió en que es urgente acabar con los robos a las escuelas y los asaltos a padres de familia y docentes, por lo que anunció que, de llegar a la alcaldía, habrá de tomar medidas para abatir ese problema.  *** En ese tema coincidió el senador José Yunes Zorrilla, quien estuvo el fin de semana en Cerro Azul. El legislador señaló que la propuesta del PRI tiene que ver con desarrollo, con la viabilidad económica y con la seguridad en los 212 municipios. Yunes Zorrilla realizó una gira de apoyo a los candidatos de su partido por el norte del estado. *** Sigue sin freno la violencia criminal en territorio veracruzano. La mañana del domingo fueron encontrados dos cuerpos de  personas del sexo masculino decapitadas a la altura del panteón municipal de Moloacán. Uno de ellos fue identificado como Abel Montalvo, de oficio vaquero y el otro como Francisco Cruz, jornalero. Ambos cuerpos presentaban varios disparos y les habían desprendido la cabeza. *** Esto ya no es un tema de “percepciones”.

 

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