El pasado fin de semana, el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) de Veracruz presentó la enésima denuncia por desvío de recursos públicos contra el anterior gobierno estatal.

En esta ocasión, la instancia fiscalizadora de los recursos estatales acusó al Fideicomiso Veracruzano de Fomento Agropecuario, Fiverfap, por un presunto desvío de más de 700 millones de pesos durante la administración encabezada por Javier Duarte de Ochoa.

En esa instancia, que encarga de canalizar los recursos federales que recibe a proyectos productivos en el campo veracruzano, estuvo como secretario ejecutivo Alberto Gómez Otero, quien relevó en diciembre de 2015 a Araceli Rodríguez Viveros.

Esas acusaciones no son nuevas; sin embargo, la denuncia correspondiente, que significa el inicio de las acciones legales contra los responsables de ese desvío de recursos en dicha dependencia de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, Sedarpa, sí lo son.

La denuncia fue interpuesta por el Orfis ante la Fiscalía Especializada en Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción y Cometidos por Servidores Públicos, en la que se abrió la carpeta de investigación FESP/246/2017/XI-04.

De entrada, además del entonces titular de la SEDARPA, Ramón Ferrari Pardiño, también se menciona a Araceli Rodríguez Viveros y a Alberto Silverio Gómez Otero, un funcionario de medio pelo, que fue secretario particular de Ferrari Pardiño, para luego pasar al Fiverfap.

Desde octubre de 2016, tras el análisis de la cuenta pública 2015, en que se detectó un probable daño patrimonial de más de 9 mil 231 millones de pesos en diferentes dependencias e instancias del gobierno estatal, diputados de diferentes bancadas alertaron sobre un presunto desvío de casi 718 millones de pesos en el Fiverfap.

En esa ocasión, por ejemplo, el ex diputado local Jorge Vera Hernández, de Álamo, se refirió a un probable daño patrimonial por más de mil millones de pesos en la dependencia en encabezaba Ramón Ferrari Pardiño. Asimismo, habló de presuntas irregularidades en el Fideicomiso Veracruzano de Fomento Agropecuario y en el Fideicomiso para el Desarrollo Rural del Estado de Veracruz.

En febrero del presente año, el titular de la Secretaría de Sedarpa, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, señaló que el caso del Fiverfap llegaría a la fiscalía, en virtud de que los recursos federales que llegaron a dicha dependencia no se convirtieron en proyectos productivos ni se canalizaron a las áreas y programas para los que estaban etiquetados.

Los recursos simplemente se esfumaron; mejor dicho, los más 700 millones de pesos cambiaron de manos, para engordar las carteras o cuentas bancarias de exfuncionarios del anterior gobierno estatal.

Esa denuncia, cuyos datos fueron dados a conocer por Guzmán Avilés, corresponde a presuntos desvíos de recursos registrados en 2015; falta todavía por contabilizar lo referente a 2016.

Finalmente, este fin de semana, esos presuntos ilícitos fueron denunciados por el Orfis ante la Fiscalía estatal, que se encargará de realizar las investigaciones correspondientes.

Al interior de la Sedarpa, por cierto, se habla de la manera en la que habrían operado los ex funcionarios para desviar los recursos del Fideicomiso: en síntesis, se trata de una simulación en la entrega de apoyos a campesinos veracruzanos que fueron beneficiados con proyectos aprobados por ese organismo público; el beneficio, sin embargo, sólo se dio en el papel porque el dinero no llegó al sector agropecuario.

Los funcionarios involucrados no contaron con que los auditores darían seguimiento a los programas para encontrar la hebra de esa madeja de corrupción: el dinero llegó de la Federación; el comité técnico aprobó los proyectos productivos, pero el depósito a los beneficiarios nunca se concretó; no al menos hacia las cuentas correctas.

En la Sedarpa se llevaron hasta los cajones de los escritorios. @luisromero85