Vaya escándalo el de ayer. Tanto la radio como la televisión se dieron vuelo comentando el desliz de la diputada local con licencia y (hasta ayer por la tarde) candidata de Morena a la alcaldía de Las Choapas, Eva Cadena, recibiendo 500 mil pesos para “apoyar” a Andrés Manuel López Obrador.

Del video que dio a conocer El Universal y se hizo viral en redes sociales no hay mucho que decir. Una voz femenina cuya cara nunca se ve, le dice a la legisladora que el dinero que le está entregando es para AMLO porque “mis amigos creen en el compromiso que tiene López Obrador de cambiar las cosas”.

Y Eva aceptó los billetes y pidió “una bolsita” para guardarlos y alguien envió el video a El Universal que lo dio a conocer y se armó el despiporre.

Como era de esperarse López Obrador negó todo y le echó la culpa a Salinas, a Peña, a Fox, a Calderón y a los de la mafia del poder “que están muertos de miedo porque vamos arriba en las encuestas. Y es por eso que quieren destruirnos políticamente”.

Lo cierto es que todos los dirigentes partidistas, todos sin excepción, han recibido y reciben dinero que simplemente se echan al bolsillo. Y Andrés Manuel no es la excepción.

Cuando el priista Héctor Yunes y el panista Miguel Ángel Yunes aseguran que el Peje recibió millones de Javier Duarte para apuntalar la campaña de Morena en Veracruz, no lo dicen a lo tarugo, sino porque los orejas que ambos tuvieron cerca de Duarte les dieron esa información.

Por supuesto que no hay un recibo firmado por el tabasqueño. Dinero como ese nunca se entrega mediante un papel; simplemente se entrega y ya.

Es muy probable que entre los videos y audios que tiene Duarte exista uno o varios donde esté entregando millones de pesos a los testaferros de Andrés Manuel. Pero eso se sabrá más adelante.

Aquí lo deleznable es que Andrés Manuel se haya deslindado de Eva Cadena por medio de Yeidckol Polevnsky, quien dijo que la legisladora “no es cercana” al tabasqueño y además proviene del PAN; como dando a entender que las mañas las trajo de ese partido.

Esto no es nuevo en Andrés Manuel que en su momento abandonó a su suerte y dejó que se jodieran René Bejarano, Carlos Imaz y otros dilectos perredistas que recibieron dinero del empresario Carlos Ahumada para dárselo a él.

De ser en efecto una de las consentidas del tabasqueño en el sur de Veracruz, Eva Cadena está sintiendo en carne propia el desdén y olvido del líder que ya la abandonó.

Chamaqueada o no, la carrera política de esta mujer se tambalea.

A raíz del escándalo Andrés Manuel dejó de cabalgar bajo un cielo azul y sin nubes. A partir de hoy comenzará a ver en el firmamento los nubarrones de una tormenta que amenaza con ser muy tupida.

Y es que a pesar de que el PRI y el PAN aún no tienen candidatos formales ya se están moviendo y le harán la vida de cuadritos.

Que los de la mafia del poder están nerviosos es puro cuento. Pero que lo quieren destruir políticamente, eso puede apostarlo.

¿De dónde saldría el carambazo que le enviaron mediante la legisladora de Morena?

Puede que del PRI o puede que del PAN. Pero puede que haya salido del Palacio de Gobierno de Veracruz.

Quizá por eso los medios electrónicos estatales (independientemente de los nacionales) le dieron una cobertura bárbara al affaire de Eva, que pidió una bolsita para meter el medio millón de pesos que serían para su jefe. Y la agarraron en la maroma.

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