Apenas unas horas después de que se daba la noticia de la detención de Javier Duarte en Guatemala, la noche del sábado, el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, lo daba como ‘chivo expiatorio’ a través de su cuenta de Twitter. ¿Expiatorio de qué? Nunca lo aclaró. Lo cierto es que hasta ese momento, Morena consideraba a Duarte como víctima de un extraño ‘compló’ y, en el fondo, lo daba como víctima y no como un delincuente de altas miras, hasta este martes cuando mandó a sus legisladores por fin a reconocer la participación del expriista en el saqueo de las arcas de Veracruz.
A las 13:18 horas del domingo 16 de abril, AMLO consideraba al exgobernador de Veracruz como alguien condenado políticamente: “Detienen a Duarte para simular que combaten la corrupción. Pero el pueblo no se conforma con chivos expiatorios, quiere la caída del PRIAN”, aparecía en su Twitter.
Pero el video lanzado este lunes 17 por el propio dirigente de izquierda, colocado en prácticamente todas las encuestas al frente en las preferencias electorales rumbo a 2018, lo puso en el ojo del huracán. En él, con una clarividencia digna del mejor adivino, López Obrador adelantó que en el momento en que Duarte pisara tierras mexicanas, declararía en su contra, con señalamientos de haber financiado a Morena y a él mismo.
¿Por qué, en medio de tantas declaraciones que las autoridades judiciales del país querrían obtener del hasta el sábado por la noche prófugo de la justicia mexicana, como la de los montos robados, sus cómplices y el destino de miles de millones de pesos, querrían en particular embarrar a López? Por supuesto que eso es posible, y seguramente lo harán si hay condiciones, pero la anticipación con que ha actuado el dirigente de Morena no ha hecho sino fortalecer las versiones que hace meses apuntan a un fuerte financiamiento por parte del entonces Gobernador a Morena, al propio Andrés Manuel (quien se movió por la entidad sin reparar en gastos) y al entonces candidato a Gobernador de su partido, Cuitláhuac García Jiménez, quien casi le arrebata a Héctor Yunes el segundo lugar.
López le pidió a sus huestes no preocuparse por declaraciones que deberán esperar porque hasta este miércoles podría celebrarse la audiencia en Guatemala para definir la situación jurídica de Duarte. Dice: es falso [¿qué lo es?] y añade –como para alimentar una historieta de superhéroes–: “nuestro escudo y protección es nuestra honestidad”. Acusa que ese algo que no ha sucedido es parte de una estrategia pactada entre el PRI y el PAN, incluida Josefina Vázquez Mota (candidata blanquiazul al gobierno mexiquense), a quien señala de haberse vendido con los mil millones de pesos que ha recibido del gobierno.
No menciona al gobernador panista de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, quien respondió su tuit del domingo señalando que AMLO se había enojado por el encarcelamiento de Duarte: “dice que es ‘chivo expiatorio’. Esta expresión se usa cuando se quiere culpar a un inocente. ¡Lo que tiene que hacer López Obrador para desquitar el dinero que le dio Duarte! ¡Poca vergüenza!”.
Una estrategia para destronarlo
No fue la detención de Duarte en Guatemala el punto de partida para crear esta versión. Durante la pasada contienda electoral, tanto el candidato que resultó vencedor, como el candidato perdedor del PRI, Héctor Yunes Landa, mal visto por un todavía tocado por la demencia política Javier Duarte de Ochoa, acusaron abiertamente a este último de entregar importantes sumas de dinero a la campaña de Cuitláhuac García Jiménez.
El todavía diputado federal por Xalapa, según versiones provenientes incluso de dentro del equipo político de Duarte, era señalado de haber sido convertido (gracias a una negociación cupular entre Fidel Herrera y Javier Duarte, por un lado, y por Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Monreal, gran amigo de Fidel, por el otro) en la opción B, que permitiera derrotar a los dos Yunes de Soledad de Doblado, y con ello impedir que ese apellido ingresara en la historia política de Veracruz como parte de los detentadores del gobierno estatal.
Leyenda urbana o no, pero las voces coincidían en ubicar en varias ocasiones al candidato de Morena al Gobierno del Estado en Casa Veracruz, donde se supone que era atendido personalmente por el exgobernador en desgracia, y que de ahí salía con cajas llenas de dinero en efectivo con que impulsaba su campaña electoral en varios frentes, y se financiaba al propio Morena.
Que el PRI y el PAN quieren destronar al único personaje que actúa como candidato presidencial, sin que nadie le limite su incesante peregrinar por todo el país, es innegable. Y conforme avancen los días y los meses la batalla en su contra arreciará. Él mismo ha hecho lo propio contra aquellos que en los partidos de enfrente pueden posicionarse para abanderarlos en la campaña de 2018, de manera que no es algo en que él pueda llamarse a única víctima.
El problema es que el dinero duartista fue muy cacareado y poco negado. Este mismo martes, la dirigencia estatal del PRD hizo un llamado a Héctor Yunes Landa para que presente las pruebas de lo que denunció durante la campaña y, más recientemente, en una entrevista con Luis Cárdenas, en MVS Noticias, en septiembre pasado. También, condenó a AMLO por haber iniciado una campaña mediática donde se justifica, antes de que sucedan los hechos, de una posible incriminación por parte de Javier Duarte.
Este martes, en entrevista por la estación XEU, Miguel Ángel Yunes Linares aseveró que tanto AMLO como su partido “recibieron dinero en el gobierno de Javier Duarte” y que lo que hace López es curarse en salud, “no sea que vaya a resultar que efectivamente Duarte declare que (…) le entregó dinero a Morena”. Y dijo algo que tendrá que presentar pronto: que existen grabaciones y videos que demuestran que el dirigente de Morena recibía dinero del exgobernador Javier Duarte, aunque sigue refiriéndose a los dos millones de pesos mensuales que durante dos años entregó el gobierno anterior a los dirigentes de Tatahuicapan.
Morena se deslinda de Javier Duarte
Tal vez como parte de su estrategia para eludir ser señalado por las hipotéticas acusaciones o señalamientos de Duarte es que este martes, por primera vez, Morena se ha manifestado abiertamente contra el exgobernador detenido en Guatemala.
En efecto, el señalado beneficiario de Duarte en la campaña de 2016, el diputado Cuitláhuac García Jiménez, junto con su compañero de curul Juan Tenorio Romero, presentaron en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, un punto de acuerdo para exhortar a la Procuraduría General de la República (PGR) “para que una vez concretado el proceso de extradición de Javier Duarte de Ochoa por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, continúe con las investigaciones y consigne ante tribunales competentes las indagatorias relacionadas con los delitos de financiamiento ilícito a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en 2012, los sobornos de Odebrecht a Felipe Calderón Hinojosa para realizar negocios en las instalaciones de Pemex en Veracruz, la muerte de 17 periodistas ocurridas durante su mandato y los delitos de lesa humanidad de desaparición forzada ocurridos en dicha entidad”.
Hasta antes de esta fecha, Morena y su dirigente nacional (y, por ende, los dirigentes locales) se habían abstenido de hacer señalamientos directos contra Javier Duarte de Ochoa, e incluso ha corrido la versión de que muchos de los candidatos a las alcaldías, sindicaturas y regidurías en Veracruz habrían sido pactados con Fidel Herrera Beltrán, quien busca contener la marcha de los Yunes, a través del PRI, el PVEM y Morena.
Los puesteros parecían inamovibles
Este martes ocurrió algo que llegamos a considerar imposible: la remoción de los comerciantes invasores del Paseo de los Lagos, por parte de las autoridades municipales que encabeza el priista Américo Zúñiga Martínez.
En total, 50 puestos semifijos que robaban el espacio público, a veces sin que funcionaran, estrechando los andadores usados por turistas y deportistas, propiciando espacios que podían usar ladrones y asaltantes para aguardar a sus víctimas, con instalaciones improvisadas que daban un aspecto deplorable al principal foco de atracción turística de la ciudad, fueron retirados.
Ojalá que las autoridades se mantengan en esa postura e impidan el retorno de estos comerciantes que, una vez que pasa el tiempo, no hay manera de quitarlos para rescatar los espacios públicos. Ojalá esto ocurra en toda la ciudad. Por ejemplo, en los alrededores de las clínicas del IMSS y de la Secretaría de Salud.
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