La captura de Mauricio Audirac Murillo, ex secretario de Finanzas y Planeación del gobierno del estado era cuestión de tiempo.

El también ex titular de la Contraloría General del Estado se convirtió en el primer ex responsable del manejo de los recursos públicos veracruzanos en pisar la cárcel. Su captura, realizada este miércoles en el estado de Puebla, desató una ola de especulaciones y todo tipo de versiones sobre la cacería estatal contra los responsables de la crisis del gobierno de Veracruz en materia financiera.

Como sea, Mauricio Audirac se convirtió en el tercer ex secretario del gabinete estatal en ser detenido y encarcelado; el primero fue el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita; en tanto que en segundo fue el de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, quien también ocupó, aunque sea por un breve lapso, el Poder Ejecutivo de forma interina.

A Mauricio Audirac se le ubica como parte de una red de ex funcionarios estatales que habrían participado en el saqueo de los recursos. De hecho, al comenzar febrero de 2016, Ricardo García Guzmán, ex contralor del estado, declaró a los medios informativos que el gobierno de la entidad presentó una denuncia penal contra el ex secretario de finanzas, quien fue señalado desde junio de 2015 por las omisiones e irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación en las cuentas públicas del gobierno estatal.

Ese tema, el de los desvíos, fue una constante en la administración de Javier Duarte de Ochoa. Sólo entre el 15 de abril y el 24 de mayo de 2016 se presentaron 22 denuncias contra el gobierno del estado de Veracruz, por parte de la Auditoría Superior de la Federación. Esos recursos legales se sumaron a otros 12 que interpuso la misma dependencia, la ASF, ante la Procuraduría General de la República, entre el 12 y el 13 de noviembre de 2014 por la presunta simulación de reintegros de la administración que encabeza Javier Duarte de Ochoa.

Previo a ello, en 20 de noviembre de 2014, la dependencia fiscalizadora de la Federación presentó otras tres denuncias por desvíos de recursos en la administración Duarte. Se trata de un rosario de denuncias, un cuento de nunca acabar.

Debido a esa situación, el anterior gobierno determinó “actuar” y exhibir a los responsables del desorden financiero, entre quienes se encontraban el propio Audirac Murillo, así como Carlos Aguirre Morales, ex tesorero en la Sefiplan.

A pesar de ello, las acusaciones contra Mauricio Audirac no prosperaron sino hasta este miércoles, cuando se concretó su captura.

La pregunta, en todo caso, tiene que ver con la actuación de la fiscalía estatal contra otros ex funcionarios del gobierno de Javier Duarte que han sido señalados como responsables de irregulares en el manejo de los recursos, como Adolfo Mota Hernández, Antonio Tarek Abdalá Saad, Edgar Spinoso Carrera y Alberto Silva Ramos, todos diputados federales, así como Gabriel Deantes Ramos,

Xalapa, propaganda disfrazada

Aparecen en diversos puntos de Xalapa, sobre todo en colonias populares, bardas con la frase “A Mejorar XALAPA”,  con las dos primeras letras en verde (“A” y “M”).

Se trata, nos dicen, de un intento de campaña del candidato del PRI a la alcaldía de Xalapa, Alejandro Montano Guzmán.

Es una campaña disfrazada que el Organismo Público Local Electoral (OPLE) tendrá que determinar si es o no violatoria del código electoral vigente, porque pretende utilizar tácticas viejas de persuasión para introducir en el futuro electorado las siglas A y M, de Alejandro Montano.

La campaña tiene una razón muy obvia: que los estrategas notaron en las primeras encuestas que el nombre de Alejandro Montano no es el mejor posicionado.

Si acaso, quienes más lo conocen son los conductores de una flotilla de taxis que desde el tiempo de su jefe Miguel Alemán Velasco, opera en la ciudad.

Esa sí, nos dice otro estratega político, podría ser una acertada acción política-electoral, no violatoria de la ley: que los conductores se dedicaran a soltar la especie de que Alejandro Montano es el mejor personaje para gobernar la capital.

Esa práctica, quizá la más vieja del marketing, la de recomendar de voz en voz, podría funcionar mejor que estos sosos letreros en bardas de la ciudad con un slogan que ya usó Elizabeth Morales García, probablemente la peor evaluada de los alcaldes que ha tenido Xalapa.

Pues bien, esto de los mensajes subliminales en la política no es nuevo.

Hace algunos años, en España, fue muy criticado un video del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que en un anuncio, metió a unos jóvenes cruzando la escena, con unos carteles que algunos identificaron con Felipe González y Zapatero.

Antes, en 1986, en el mundial de futbol que se llevó a cabo en México, España venció por cinco a goles a uno a Dinamarca y en los canales de noticias ibéricos, al pasar un gol de Butragueño, se presentaron, casi de manera imperceptibles, las siglas del PSOE (Partido Socialista Obrero Español). La idea, dicen los especialistas, era que el auditorio español asociara la alegría del triunfo con ese partido político.

“A Mejorar XALAPA” parece una frase inofensiva, pero en realidad es hueca, fría, sin impacto y no creemos que fijará el nombre de Alejandro Montano ni moverá a las masas a votar por él, sobre todo cuando el electorado está completamente decepcionado del partido que lo abandera. @luisromero85