Las grandes farmacéuticas han incurrido en irregularidades graves,alterando los protocolos de la metodología científica para los medicamentos experimentales,en este tipo de acciones subyacen intereses económicos que no precisamente buscan del todo la curación, sino tener un mercado cautivo, en el cual se soporte su estructura económica.

De acuerdo a datos revelados en el diario español El País, en el año 2012 dos grandes laboratorios farmacéuticos,  GlaxoSmithKline y Abbot, aceptaron pagar elevadas sanciones económicas por haber incurrido en graves malas prácticas en la promoción y venta de medicamentos. Ambas compañías se reconocieron culpables, y aceptaron acuerdos extrajudiciales para evitar mayores sanciones, ya que si los casos seguían contra ellas, serían afectadas severamente por los juicios.

Las malas prácticas reconocidas por estos laboratorios; van desde la venta de medicamentos para patologías en las que no están indicados, así como orientar las decisiones médicas, para que estos fueran prescritos, a través de dádivas y sobornos al personal médico y, lo que es más grave, ocultar la existencias de efectos adversos.

GlaxoSmithKline, la tercera mayor farmacéutica del mundo, con una facturación de 33,998 millones de euros en 2010,se vio obligada a cubrir la cantidad de 2,400 millones de euros,por haber promovido durante años, la prescripción en menores de un antidepresivo ; el Paxil (paroxetina), autorizado únicamente para adultos. El cual producía un mayor incremento de pensamientos y conductas suicidas.

Al descubrirse estas acciones, la compañía llegó a un acuerdo extrajudicial.

En las mismas fechas, la farmacéutica Abbott, llegó a un acuerdo similar, aceptando cubrir una multa de 1,225 millones de euros, por haber extendido el uso de un medicamento neurológico (Depakote), anticonvulsivo, aprobado en 1983 para tratar la epilepsia y el trastorno bipolar (cambios marcados extremos en el estado de ánimo), y otras patologías, en las que no tiene ninguna eficacia probada, como la agitación en adultos mayores con demencia senil. El laboratorio cubrió con recursos económicos en forma de pago, durante 10 años a médicos y a residencias de ancianos, para que prescribieran el fármaco, de acuerdo a una investigación periodística realizada por Milagros Pérez Oliva (julio 9,2012).

En la mayor parte de estos casos, la estrategia es, promover de forma fraudulenta el uso de fármacos en afecciones en las que no están indicados, y una vez logrado, ocultar los efectos adversos.

La producción de medicamentos constituye uno de los componentes financieros más poderosos de las corporaciones transnacionales. Esta industria concentrada en los países altamente desarrollados, monopolizan más del 85 % del valor de la producción mundial de fármacos, generando utilidades superiores a los 486 mil millones de dólares anuales. Y en una gran cantidad de medicamentos, como afirmara el premio Nobel de Medicina de 1993 , Richard J. Roberts (bioquímico inglés-docente en Harvard) en entrevista a la Revista Autogestión (2008), que el verdadero interés de estas empresas por los fármacos es : «sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores, mucho más rentables que los que curan del todo y de una vez para siempre».

Pedro Rivera Ramos, en la publicación; psicoanálisis, sociedad y cultura (octubre 2010), refiere : «Esta pronunciada orientación de la industria farmacéutica transnacional, se descubre cuando se advierte, que la venta de medicamentos para mejoramiento estético,reducción de peso corporal,controlar el estrés o superar la impotencia sexual,representa uno de sus principales intereses en personas sanas, que les generan mayores ingresos».

«La investigación y desarrollo de medicamentos,cuya producción se realiza en países altamente desarrollados e industrializados; esta dirigida hacia los sectores de la población mundial que disfrutan de ingresos sustanciales, o cuentan con dolencias y/o padecimientos, altamente lucrativos».

Por ello conocer, que un 90 % del presupuesto, que estas industrias destinan a la investigación y desarrollo de nuevas drogas, persigue el interés de atender los problemas de «salud» de sólo el 10 % de la población mundial.

A esto se le añade, el elemento de comercialización y publicidad del multimillonario negocio farmacéutico.

En el área de comercialización, admiten que se invierte, más de lo que se utiliza en investigación, y que el monto de su publicidad para los países desarrollados, es cercano al 30 % del valor total de sus ventas, empleando : «todas las tácticas conocidas en el mundo capitalista ; folletería de lujo, publicidad por saturación, muestras «gratis», viajes, obsequios, conferencias,control de publicaciones y, lo más importante, visitas reiteradas de vendedores «especializados» («representantes o visitadores médicos»). 

La industria farmacéutica es hoy en día uno de los sectores empresariales más rentables e influyentes del mundo.