En esta segunda entrega, en la que Francisco Wilka se suma a la conversación, los integrantes de La Manta responden a dos preguntas: ¿Cuando iniciaron, se plantearon formar un grupo de música tradicional? y ¿a ocho años de distancia, ya encontraron un sonido y lenguaje propios o siguen buscándolos?

Donde nace el agua

Manuel

La Manta se fue formando con lo que cada uno de nosotros traía, quizá el germen del proyecto, cuando comenzó

Manuel López (Foto tomada de la página del grupo)

Carlos con Eloy y Felipe, sí era hacer algo más apegado al repertorio folklórico, a los grandes éxitos de la música tradicional mexicana (risas) y después, cuando invitan a Ramiro, él llega con un lenguaje, una formación y un instrumento que no entra directamente en las formas de la música tradicional que estaban haciendo entonces, que era música de Oaxaca y de Veracruz y entonces empiezan a asomar nuevas formas. Después me invitan a mí, yo ya tocaba jarana y tocaba son jarocho pero también había tocado otras cosas con influencia de música latinoamericana. Después entra Hiram, que venía de tocar jazz y rock, tocó con el grupo Jazz LP. Entonces, con lo que aportaba cada quien fue que se definió esto como algo que no iba a ser nada más copiar las formas folclóricas o intentar acercarse a las formas tradicionales sino hacer una reinterpretación a partir de lo que cada quien podía poner, incluso aunque no formara parte de ese canon de música tradicional.

Ramiro

Cuando comenzamos, todos teníamos diferentes intenciones porque, sinceramente, no todos tenemos una formación afincada en las tradiciones, pero nos hemos ido poniendo de acuerdo.

Hiram

En mi caso esa no era la intención por el respeto que le tengo a esa música y a la gente que la ha explorado muchísimo. Con el paso de los años, me he dado cuenta de que las músicas tradicionales son nuestra fuente de aprendizaje. Si uno se acerca y las estudia, si uno las escucha y se familiariza con ellas aprende mucho, también nos cayó el 20 de que estamos en un contexto de ciudad y el son jarocho no se puede interpretar igual en el campo que en la ciudad, por ejemplo, ¿cómo transportas la batería? Ese contexto ha hecho que nosotros, en base a esos aprendizajes, creemos nuestra música.

Wilka

Soy Francisco Wilka, toco percusión de mano, marimba y hago voz. El hecho de que todos provengamos de un contexto urbano hace que no tengamos una formación tradicional como la de un pueblo donde existe una fiesta viva, la semana pasada estuve en el carnaval de Alto Tío Diego, ahí la comparsa no ensaya y dices ¿entonces cómo bailan los niños?, porque se repite cada año, lo van viendo y lo imitan, no es nuestro caso pero sí hay una adopción cultural, una transfusión de sangre, de alma y de todo, yo me atrevo a decir que uno, tanto adopta como se deja adoptar por la tradición.
Si vamos a lo técnicamente musical, tu información es lo que define cómo tocas y sobre todo, lo más importante en la música, cómo escuchas. En el último arreglo que estamos trabajando cada quien dice yo lo oigo así, yo lo oigo así, eso es un ejemplo de la tradición en la que yo me formado, que es la música africana, entonces no hace falta nacer ahí pero sí determina musicalmente cómo tocas y cómo escuchas, a qué tradición que integras, en ese sentido, sí hay una formación tradicional.

Eloy Fernando

Nada más quería apuntalar lo de la autenticidad, que es, en resumen, lo que está platicando Hiram, lo que dice Wilka, lo que dice Manuel, lo que dice Ramiro, al estar en un contexto como éste, sería más falso ser «folklorista» que hacer lo que hacemos, que realmente es nuestra particular visión y escucha y sentir sobre esta cosa que ahora llamamos México y la cultura mexicana donde caben, o debieran caber, todas las expresiones porque lo primero y lo único que identifica a un país como éste, es la palabra diversidad.

Ramiro

Yo creo que muchos retomamos esto también por nostalgia, por añoranza, no sé ustedes cómo se sientan pero para mí está bien cabrón que mi ciudad natal me quede a más de 12 horas, y llegar acá y darme cuenta de que aquí ya no existe la música de allá me hace sentir que estoy viviendo en otro mundo (risas), es como estar en otro planeta, entonces, en mi caso particular, también es por nostalgia.

Voy empezar a tocar un Buscapiés reinventado

Carlos

Bueno, desde que tú empiezas a tocar, ya tienes un sonido propio, de pronto hay ciertas cosas que uno busca sin saber que ya las tiene, refiriéndose al sonido como instrumentista. Como grupo, creo que es algo que nunca se termina, ¿por qué?, porque seguimos aprendiendo cosas, yo voy a tomar clases con Laura Rebolloso y a veces me invita a tocar en su proyecto y eso hace que yo piense la música diferente, por ejemplo, el sonido que yo tenía tocando El cascabel ahora es bien distinto, ya no lo toco como lo tocaba antes. Sí es una búsqueda que no se termina pero ya hay un sonido propio de la banda.

Ramiro González (Foto tomada de su página de Facebook)

Ramiro

Yo siento que ahí hay un punto: ¿hasta dónde es tu sonido y hasta dónde es imitación? pero tú te das cuenta hasta dónde te echas mentiras a ti mismo y hasta dónde dices eso no es mío y no tengo por qué adoptarlo, porque sí hay músicos que de pronto adoptan totalmente el sonido de otro y se lo apropian y llega el momento en que, aunque es difícil imitar, pueden lograrlo pero yo creo que llegar a tocar como otro tiene su mérito pero no creo que sea la meta, por lo menos para nosotros, entonces la pregunta es ¿hasta qué punto somos nosotros y hasta qué punto nos apropiamos de una música que luego llegamos a transformar?

Carlos

Aparte, sí se siente bien chido que alguien llegue y diga ah, ese es Ramiro; ah, ese es el Pachi; ah, ese es Eloy porque sí, uno adquiere un lenguaje que la gente identifica.

(CONTINÚA)

PRIMERA PARTE: La siembra
TERCERA PARTE: San Juditas, árbol de la esperanza



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