La noticia fue publicada en Diario de Xalapa y consigna una situación que llama la atención en el tema educativo de la entidad veracruzana. Ignacio Barradas Soto, director de espacios educativos del gobierno del estado, sostiene que seis de cada diez escuelas de la entidad, de preescolar a bachillerato, se ubican en terrenos irregulares.
Muchas escuelas, afirma la fuente, no cuentan con certeza jurídica en cuanto al espacio que ocupan; o tienen cesión de derechos, pero no se les dio seguimiento a los trámites correspondientes.
No es un problema menor, dado que de acuerdo con el funcionario esa situación impide la inversión directa por parte de la dependencia, en virtud de que los terrenos de las escuelas no están regularizados; por tanto, invertir recursos en ellas violaría las disposiciones en cuanto al ejercicio del presupuesto.
Partiendo de la base de que en Veracruz hay más 18 mil planteles educativos, los números que aportó Barradas Soto nos indican que al menos 10 mil escuelas veracruzanas enfrentan dicha situación.
Esos datos nos remiten a la realidad de cientos de escuelas del entorno rural veracruzano, o de colonias populares, asentamientos empobrecidos, que carecen de espacios dignos; que tienen aulas sin mobiliario o en condiciones lamentables.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, estableció que el índice de rezago social de Veracruz (que considera básicamente cuatro variables: educación, salud, servicios básicos y espacios de vivienda) es sumamente alto: más del 45 por ciento de la población veracruzana mayor de 15 años tiene la educación básica incompleta; 9.44 por ciento de los habitantes de la entidad son analfabetos; en tanto que 4.12 por ciento de los niños de entre 6 y 14 años no asiste a la escuela.
Precisamente debido a esos números, además de los que se relacionan con el rezago en servicios básicos, los de salud y los espacios de vivienda, Veracruz es considerado un estado con un grado muy alto de rezago social; de hecho, en el país es el cuarto con los peores números.
A esa grave situación de rezago social contribuye el caso de la educación, el analfabetismo y la precariedad en que funcionan miles de escuelas veracruzanas.
Recordemos que en Veracruz hay casi 6 millones de habitantes mayores de 15 años; de ellos, 562 mil son analfabetas; más de 922 mil no tienen la primaria terminada; y un millón 166 mil no concluyeron la secundaria. En rezago educativo hay más de 2 millones 651 mil veracruzanos, el 44.5 por ciento de la población total, de acuerdo con la encuesta intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Inegi.
Esos números son fiel reflejo, decía, de la realidad del sector educativo de Veracruz.
En ese contexto, será muy complicado superar las lamentables cifras de la educación en la entidad cuando cientos de escuelas registran condiciones de precariedad y cuando miles de estudiantes viven en situación de pobreza, pobreza extrema e incluso alimentaria; por si fuera poco, la inversión pública en los planteles educativos se ve frenada por el hecho de que existan diez mil instituciones establecidas en terrenos irregulares, como lo informó el director de espacios educativos.
Flavino Ríos, más investigaciones
En más del caso relacionado con el encarcelamiento del ex gobernador interino de Veracruz, Flavino Ríos Alvarado, este lunes trascendieron nuevas investigaciones en las que saldría a relucir el nombre del también ex secretario de Gobierno.
Una de las investigaciones se relacionaría con un presunto desvío de recursos, más de 250 millones de pesos, cuando el de Minatitlán se desempeñaba como secretario de Gobierno en la administración de Javier Duarte. La otra es por el uso de la reserva del Instituto de Pensiones del Estado, unos dos mil millones de pesos.
Esas dos investigaciones se sumarían a la que ya enfrenta Flavino Ríos por presuntamente haber ayudado en su huida al ex gobernador, hoy prófugo de la justicia.
A propósito, hoy parece que nadie recuerda otras acusaciones que pesaron contra el ex gobernador interino, sobre quien también hubo señalamientos por haber sido uno de los hombres más cercanos a Javier Duarte; recordemos, por ejemplo, que en noviembre pasado el entonces senador Fernando Yunes Márquez, hoy aspirante panista a la alcaldía de Veracruz, presentó en la Cámara Alta un punto de acuerdo para que la Procuraduría General de la República, PGR, actuara contra quienes en esos días se desempeñaban como secretario de Finanzas y gobernador interino, Antonio Gómez Pelegrín Gómez y Flavino Ríos Alvarado respectivamente, por el desvío de las participaciones que correspondían a los ayuntamientos veracruzanos.
En esos días nada pasó; Javier Duarte, Arturo Bermúdez, Gabriel Deantes, Antonio Tarek Abdalá y Leonel Bustos, entre otros, se habían convertido en el centro de las denuncias por presuntos actos de corrupción, pasando prácticamente inadvertido Ríos Alvarado; fue tanta la confianza del sustituto de Duarte de Ochoa que permaneció tranquilo y en su casa, hasta la mañana del pasado sábado, cuando fue detenido. @luisromero85