Del domingo 5 al pasado martes 7 se realizaron en las instalaciones del Seminario Arquidiocesano de Xalapa una serie de conferencias y talleres impartidos por personajes como el Obispo emérito de la capital veracruzana, monseñor Sergio Obeso Rivera, quien habló de “La participación del católico en la política”, y el doctor Bernardo Téllez Juárez, ex presidente del CDE del PAN que actualmente es director general de Asuntos Religiosos del gobierno del estado, el cual expuso el tema “Entendiendo el escenario político actual”.

Por lo que se ve, la Iglesia católica local tampoco se va a quedar pasiva en el presente proceso electoral, no obstante que en los comicios del año pasado el PRI impugnó el resultado por el supuesto activismo anticonstitucional de algunos de sus ministros que según el partido tricolor habrían influido en contra de su candidato a la gubernatura, aunque finalmente los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validaron el triunfo del panista Miguel Ángel Yunes Linares.

El veredicto de esta máxima instancia jurisdiccional despertó expectación porque la jerarquía eclesiástica, a través de la movilización de organizaciones sociales muy afines y de sus voceros, había advertido a la administración del presidente Enrique Peña Nieto que seguirían convocando el voto de castigo en los procesos electorales de 2017 y 2018 en repudio a las políticas públicas del gobierno priista que se contraponen a determinados valores esenciales del catolicismo.

Y es que, en efecto, las diferencias políticas entre la jerarquía eclesiástica y Peña Nieto fueron escalando a partir de la iniciativa presidencial que pretendía legalizar los matrimonios igualitarios. La Iglesia convocó a sus feligreses a marchas de protesta mientras que sus ministros no sólo endurecieron sus críticas hacia el gobierno federal en sus homilías sino que además recurrieron al escarnio para ridiculizar públicamente al Presidente.

El 31 de mayo de 2016, por ejemplo, una semana antes de las elecciones locales en Veracruz y otros 11 estados del país, el obispo de Culiacán, Jonás Guerrero Corona, criticó la iniciativa de ley para legalizar los matrimonios igualitarios promovida por Peña. “¿No será que anda buscando ‘gavioto’ en vez de ‘gaviota’?”, dijo en tono burlón el clérigo.

Igual ocurrió en Aguascalientes, donde desde el 8 de mayo el obispo José María de la Torre Martín difundió una carta pastoral con motivo de las elecciones del 5 de junio en la que, entre otras cosas, pidió responsabilidad civil ya que, expuso, “para un católico hay valores no negociables, que deben ser promovidos y protegidos, especialmente para quienes se dedican a la política”, sugiriendo votar por los candidatos que antepongan la vida y el matrimonio entre hombre y mujer, lo que la derrotada abanderada priista a la gubernatura de esa entidad, Lorena Martínez, actual delegada del CEN del PRI en Veracruz, consideró una inducción a favor del contendiente triunfador Martín Orozco, del PAN.

La Secretaría de Gobernación, de manera inexplicable, se mostró muy tolerante ante los improperios de estos obispos y su abierto desafío llamando a votar o no votar por tal o cual partido, no obstante que el artículo 130, inciso E, de la Constitución establece que los ministros religiosos “no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación alguna” y que “tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios.”

En abierto desafío, el clero alentó a su feligresía a movilizarse contra la legalización de los matrimonios igualitarios. Las convocatorias, para las marchas de 10 y 24 de septiembre, fueron hechas por el Frente Nacional por la Familia (FNF), un movimiento social vinculado a la Iglesia católica y en Veracruz liderado por personajes ligados al PAN.

Precisamente el martes 13 de septiembre, tres días después de la primera marcha nacional, Rodrigo Iván Cortés, vocero de este Frente, les recordó a los priistas que quienes menosprecian la oposición que se ha construido alrededor del matrimonio igualitario cargarán con costos electorales en las votaciones de los próximos dos años. Y al referirse a la primera movilización que simultáneamente se realizó en más de 120 ciudades del país, entre ellas varias del estado de Veracruz, el portavoz del FNF afirmó: “Cualquier político que se jacte de tener sensibilidad social, tiene que hacer una lectura de lo que pasó el 10 y llegar a la conclusión de que si por primera vez en la historia reciente sale una cantidad de gente así, esto va a tener costos políticos. Costos como el que ya se dio el 5 de junio en las elecciones locales, cuando llamamos a un voto de castigo al Presidente. Más de un millón de personas: váyanle midiendo para 2017 y 2018”.

Por eso es que la dirigencia nacional del PRI decidió denunciar ante el TEPJF que tanto en Aguascalientes como en Veracruz se había trastocado de manera grave y sistémica el principio de separación Estado-Iglesia en beneficio de los abanderados del PAN, promoviendo el voto en favor de candidatos con perfiles afines al catolicismo.

En el caso de Veracruz, el PRI presentó declaraciones del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, y de su vocero, el presbítero José Manuel Suazo Reyes, en contra del gobierno estatal. Además exhibió una carta pastoral firmada por los ocho obispos del estado donde se pronunciaban a favor de políticos que aseguren un contundente “sí a la vida” y un basta a la violencia, a la corrupción y a la impunidad. También denunció una campaña en redes sociales para promover el voto católico.

El Tribunal Electoral del Estado de Veracruz consideró que no había elementos suficientes que ameritaran anular la elección de Gobernador aunque sí ordenó sancionar al Arzobispo y a su vocero por oponerse a las leyes del estado, pues en su sentencia el TEEV consideró que la Iglesia católica y sus líderes sí desplegaron una campaña de promoción del voto. Pero, en su sentencia definitiva, el Tribunal Federal Electoral exoneró al par de clérigos.

Extrañamente, al que no implicaron fue a monseñor Sergio Obeso, quien días antes de las elecciones apareció en una fotografía publicada en un importante diario xalapeño al lado del candidato del PAN-PRD a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes, misma alianza que ahora postulará a la alcaldía capitalina al ex priista David Velasco Chedraui, sobrino-nieto del Obispo, cuya planilla reforzarán con un representante de la Iglesia la Luz del Mundo.