En Legislatura, empresas fantasma y conflictos de interés

Si la información es correcta (y no ha habido nadie que la haya refutado a pesar de la enorme estupefacción que causa en los conocedores), lo que está ocurriendo en la Legislatura local con los recursos destinados a la difusión de sus actividades merecería no solo la crítica más acerva de los medios de comunicación sino, incluso, una investigación por parte de las autoridades ministeriales porque se observan desde empresas fantasma hasta graves, gravísimos conflictos de interés, en que estarían participando los propios diputados.

Ya en la Legislatura anterior, la última de Javier Duarte, cuyos integrantes por cierto no han sido investigados a pesar de las amenazas del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, la entonces diputada Gladis Merlín Alor denunció ante periodistas que uno de sus compañeros de curul los extorsionaba para lograr pagos en sus periódicos: todo mundo imaginó que debía ser el entonces diputado por Martínez de la Torre.

Hoy las cosas se han salido de control. La inexperiencia del presidente de la Junta de Coordinación Política, el diputado panista Sergio Hernández Hernández, quien impuso a un inexperto en el área de comunicación, ha dado como resultado que se empiecen a dilapidar los escasos recursos aprobados para difusión, entregándolos a medios sin ningún arraigo, empresas fantasma de comunicación y negocios de algunos de los diputados en funciones.

Independientemente de otorgar jugosos convenios publicitarios a periodistas engañabobos que se han dedicado a promoverse con fraudulentos premios de periodismo, lo grave es que al menos dos medios, uno de ellos con la mayor cantidad de recursos destinada, sean propiedad de diputados locales, lo que hace suponer acuerdos políticos sospechosos.

Un ejemplo es el supuesto convenio de publicidad suscrito con Diario El Mañanero (diarioelmananero.com.mx), con sede en Oluta, propiedad del diputado Fernando Kuri Kuri, coordinador del grupo legislativo Juntos por Veracruz (que comanda a diputados como Vicente Benítez González, Ernesto Cuevas Hernández, Rodrigo García Escalante y Basilio Picazo Pérez). Este medio, desconocido en el ámbito estatal, con limitada influencia en una zona del sur del estado, es el que ha obtenido el más alto monto negociado.

No es el único diputado beneficiado, si nos atenemos a las versiones que han crecido en el Congreso local. Una publicación aparentemente ligada a la diputada Jazmín Copete Zapot, del Partido de la Revolución Democrática (uno de los partidos que cogobiernan la entidad y que, en alianza con el PAN, tienen la mayoría en el Congreso), también tiene convenio con el Congreso. Lo extraño es que la publicación, Delicias Veracruzanas, orientada a difundir recetas de platillos típicos de la entidad, es una página en internet (http://deliciasveracruzanas.com/) que este jueves por la tarde acumulaba apenas 6,948 visitantes (con solo 26 visitas ayer), mientras que su página en Facebook acumulaba apenas 424 likes (Me Gusta). ¿Qué sentido de divulgación de la actividad legislativa tendría contratar a una publicación virtual como esta, más allá de beneficiar a la legisladora, en caso de que las versiones fueran ciertas?

Pero hay otros botones de muestra que señalan la incongruencia y total ignorancia de los diputados locales a la hora de contratar dónde y con quién difundir el trabajo legislativo de Veracruz. Destaco dos: el abultado convenio suscrito con el portal Noreste, ligado directamente con el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, y que recibe un oneroso convenio, con un monto más alto que el principal portal de noticias de la entidad, y el recientemente inaugurado (y todavía desconocido) portal Los Editores (loseditores.com), la nueva aventura periodística del exsecretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib, quien no cumple ni un mes en el aire cuando ya ha recibido la gracia de un jugoso convenio de publicidad.

Frente a estas agraciadas empresas periodísticas, otras que han logrado en los últimos años ganarse la preferencia y la confianza de miles de lectores, o han sido menospreciadas con convenios ridículos o simplemente han sido ignoradas por completo. Así las cosas en el Congreso local. Ojalá sean versiones malintencionadas las que nos han llegado, si bien contamos con la lista completa de los beneficiarios y los montos que se les asignaron.

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