Luego de la derrota priista en las elecciones de junio de 2016, en las que por primera vez en 87 años el partido tricolor perdió la gubernatura de Veracruz, algunos analistas políticos locales llegaron a sugerir que el Revolucionario Institucional estaba por recibir la extremaunción en los próximos comicios municipales.
Inclusive comentaron que luego de ese fracaso electoral, ya no se notaba mucho interés en sus militantes para ser postulados a las alcaldías ni para desempeñarse como delegados partidistas en las cabeceras distritales de la entidad.
Sin embargo, un experimentado ex dirigente estatal del PRI nos hizo la siguiente observación: si no hubiera interesados en estas candidaturas, ¿cómo es que 1,716 militantes acudieron a tomar los cursos que impartió el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político A. C. (ICADEP) para acreditar el conocimiento de los Documentos Básicos del Partido Revolucionario Institucional, el cual es uno de los requisitos que deberán cumplir los aspirantes priistas a presidentes municipales? O sea, más de 8 interesados en promedio por cada uno de los 212 municipios del estado.
El número sorprende, en realidad, porque la marca del PRI como partido se devaluó de tal manera que en junio pasado perdieron la gubernatura, y no sólo por la desastrosa administración del ex gobernador Javier Duarte, actualmente prófugo, sino también por los negativos del cuestionado régimen del presidente Enrique Peña Nieto y los propios errores del equipo de campaña del ex candidato priista Héctor Yunes Landa.
Además llama la atención que, pese a todo ello, halla tantos interesados en contender bajo las siglas del PRI no obstante los requisitos que, por si fuera poco, les han impuesto en la convocatoria expedida la noche de este martes.
Por ejemplo, les exigen presentar un formato expedido por la Comisión Estatal de Procesos Internos, debidamente firmado, mediante el cual habrán de manifestar bajo protesta de decir verdad que informan de su capacidad económica de acuerdo a lo que establece el artículo 223 Bis del Reglamento de Fiscalización y el Anexo 10.1 del Reglamento de Elecciones, ambos del Instituto Nacional Electoral de Registro de Precandidatos y Candidatos.
También deberán suscribir otro formato aprobado por la misma Comisión Estatal priista mediante el cual autoricen al partido a “llevar a cabo la investigación sobre su situación patrimonial o fiscal, entorno social, actuación como servidor público, así como respecto de responsabilidades civiles o administrativas”, y a “corroborar el no haber realizado actos antijurídicos relacionados con el uso de recursos de procedencia ilícita y no tener vínculos con la delincuencia organizada”.
Igualmente deberán suscribir el formato aprobado por la Comisión Estatal, por el que autorizan a “someterse a las evaluaciones y pruebas necesarias cuando sean convocados, para efectos de diagnosticar si son adictos al consumo de estupefacientes”.
Además, mediante otro formato aprobado por la Comisión Estatal, tendrán que acreditar “a un profesional en materia de administración, finanzas y/o contaduría, para que sea el responsable del manejo, control y comprobación del origen y destino de los ingresos y egresos de su precampaña”. Y, junto con éste, deberán suscribir uno más mediante el cual se comprometen “a solventar las multas que en su caso se generen por deficiencia en el cumplimiento de sus obligaciones de comprobación ante los órganos electorales o los deudores a terceros, multas y sanciones que le causen al Partido por la mala administración de los recursos y la falta o irregular comprobación de los ingresos y egresos ante los órganos electorales”.
Y tan cierto es que hay tantos interesados en las devaluadas candidaturas del PRI, que la convocatoria del partido tricolor ha previsto que los aspirantes de cada municipio se comprometan “a suscribir carta compromiso en la que se obliga a firmar el pacto de civilidad y compromiso político, con el objetivo de mantener la unidad y fortaleza del Partido, en los términos del formato que elabore la Comisión estatal”.
El lunes 5 de junio, al otro día de la elección, ya se verá qué tan “muerto” está el PRI o si todavía siegue siendo un partido competitivo para recuperar la gubernatura y retener las senadurías y la Presidencia de la República en la contienda local y federal de 2018.
Acosta Croda deja al PAN
Este miércoles 8, el ex diputado federal porteño Rafael Acosta Croda formalizó su renuncia como militante del PAN.
En su carta dirigida al dirigente estatal José de Jesús Mancha Alarcón, el empresario argumenta que tomó esta decisión debido a que en los últimos dos años se han venido violentando en Veracruz los preceptos contenidos en los Estatutos Generales del Partido Acción Nacional, “que hablan sobre la descripción de lo que es el PAN y sobre sus objetivos como instituto político”; aludiendo además a “actores alejados de los ideales de Morín, Castillo y Clouthier”, ya que “forman ‘gobiernos’ de oportunistas” que irán “alejando al partido de la ciudadanía”.