Con la descripción de sus concepciones sobre la música, de sus letras y de sus proyectos recientes, concluye la conversación la cantante y compositora Ana Díaz.

Ni hermoso huipil llevaba, ni la virgen me creí

Durante mucho tiempo me rehusé a cantar música tradicional, no porque me negara, no porque no me gustara, no por otra cosa sino porque no me gustaba que cuando me presentaba como cantante oaxaqueña me quisieran ver de huipil y cantando La llorona, eso me chocaba porque yo decía hay más cosas.
Cuando estábamos con Reloj de Arena, en la Secretaría de Cultura nos negaban el apoyo a los grupos de fusión y de jazz porque nos decían es que no entendemos los lo que están haciendo, con estas palabras, ¡el Secretario de Cultura no entendía lo que estábamos haciendo!, ¿y que estábamos haciendo?, pues jazz. Me decían ¿por qué no cantas la llorona?, y a mí, cuando me dicen ¿por qué no haces esto?, ya valió, ya ni los escucho (risas), no me gusta que me condicionen, siempre he sido así, incluso, cuando cantaba trova no les cantaba ni Ojalá ni Yolanda ni nada de eso aunque sean hermosuras, aunque por algo son lo que son pero yo le decía al público a ver, yo tengo 20 casetes de Silvio Rodríguez, les canto 20 canciones más pero no me pidan Ojalá, además no me la sé. Y no se las cantaba, luego me decían que era una sangrona y que era no sé qué cosas pero a mí siempre me ha gustado forzarme a no hacer lo que todos hacen, no me gusta el camino fácil, tal vez por eso no llego a los lugares a los que me gustaría llegar, porque agarro el camino difícil.

Con cada signo, con cada letra

Tócame con cada signo,
con cada letra
que atravesando el espacio
llegue a mi alma.
Tócame,
hay tantas maneras,
hay tantas maneras
(Sauces llorones. Ana Díaz)

Muchas de mis letras tienen que ver con las cuestiones emocionales pero también hay otras cosas, por ejemplo La ruta de los peces, Piedras sueltas, Despierta son reflexiones. En La ruta de los peces hago una comparación con un pescador, es como un reconocimiento al derecho de la persona que da más, que no se conforma a pesar de que las jornadas sean largas. Habla de la espera para agarrar la buena pesca, la esperanza de llegar con la cesta llena y, aunque no se vea, el pescador insiste e insiste. Al final, tal vez es un poco mi historia porque a pesar de que me decían no lo hagas, ¿qué van a decir?, ¿qué va a pasar?, te va ir mal yo decidí ser cantante entonces está dedicada a eso, a la lucha, al esfuerzo, al dar más.
Piedras sueltas es más una reflexión de dónde estás, qué has sido y hacia dónde vas. La mujer del maíz es una canción hecha en coautoría con las mujeres del Fondo de Becas Guadalupe Musalem, son indígenas que están becadas para que cursen su bachillerato. Habla de la mujer que sale de su comunidad y que está sembrando y que no olvida sus raíces pero tiene que luchar.
Las que estoy escribiendo ahorita tienen que ver con cosas que me tocan del mundo, con las situaciones tan lamentables que se viven.

Hay tantas maneras, hay tantas maneras

Ahorita, después de los 23 años de los que te estoy hablando, creo que he llegado a una reconciliación con los géneros, es decir, con mi historia de vida porque no puedes negar lo que fuiste y si alguna vez me gustaba algo, ¿qué tiene?, me gustaba y ya, no pasa nada entonces ahora está muy padre porque disfruto todo lo que hago, voy más al proyecto que estoy haciendo que a definirme como cantante de algo, ahorita estoy fusionando géneros pero ya no tiene nada que ver con el jazz porque estoy «vibrando» (como dice Iraida Noriega) más en el pop alternativo y el rock fusionado con cumbia reggae, es una locura (carcajadas).

Ana Díaz (Foto: Gustavo Vilchis)

A finales del 2011 y todo el 2012 tuve la Beca María Grever, fui de la segunda generación, cuando todavía no ponían restricciones de edad, por suerte (risas). Eso fue muy importante porque antes yo no me asumía como compositora, yo sentía que los compositores son los que escriben toda la música, los que pueden hacer una partitura entera y no los que escribimos canciones y ahora entiendo la composición de otra manera, no soy compositora de sinfonías o de música contemporánea o de jazz pero sí soy compositora de canciones, hago melodías, hago letras y hago una partitura simple, un score.
Tengo mucha idea de lo que quiero hacer en cada canción, me involucro en todos los procesos, nunca llego con un músico y le digo ahí está una canción, arréglala, siempre le digo qué quiero, a veces me proponen cosas adicionales como ¿qué tal si le metemos violín?, ¿qué tal si le metemos esto, si le metemos lo otro? o me ayudan a definir los géneros, por ejemplo, si les digo me gusta esta música colombiana pero no sé cómo se llama, ellos me dicen esto se llama así y se toca así. Ellos me ayudan a traducir las ideas musicales que tengo para montarlas en un ensamble.

La ruta de los peces

Sigo estudiando de la manera en que te platico, me metí al teclado, también de manera autodidacta, y dejé la guitarra, a veces la toco pero estoy trabajando más con el teclado para escribir, incluso a veces lo toco en vivo pero cosas básicas.
Actualmente estoy en tres proyectos, uno es un proyecto infantil que se llama Adivina Mandarina, son canciones, principalmente, del compositor oaxaqueño René Cortés que están dedicadas a la cuestión de los derechos de los niños.
El otro es un proyecto con banda filarmónica, está padrísimo porque me ha dado la posibilidad de trabajar con un chorro de bandas, de ir las comunidades, a la sierra norte, a la Mixteca o a municipios cercanos aquí a la ciudad, además he trabajado con bandas infantiles y juveniles, eso también está padrísimo. Es increíble escuchar tus canciones en un formato así, de banda sinfónica.
El tercero es mi proyecto personal, obviamente es el que siempre abandera todo el asunto, ahorita estoy trabajando en un disco que se llama La ruta de los peces, que va un poco más al rock y al pop.
Este disco lleva casi cuatro años haciéndose. El último disco lo grabé en el 2009, hace muchos años. He hecho discos colectivos porque yo me meto en todo lo que me inviten siempre que valga la pena. Me encanta hacer cosas multidisciplinarias, me encanta actuar y cantar, al baile lo respeto muchísimo, cuando los bailarines me incluyen en sus proyectos, para mí es algo fascinante.
He hecho trabajos que tienen que ver con equidad de género, lo cual defiendo absolutamente. He hecho muchos discos colectivos en estos años pero no había grabado un disco completo mío hasta ahora, el disco ya está terminado en un 60 por ciento, la mayoría de las piezas ya está grabada, faltan algunas cosas adicionales, falta grabar una o dos piezas nuevas, es un disco que va a tener 13 tracks, tal vez uno más. Nueve canciones son mías y las otras son oaxaqueñas pero no tocadas de manera tradicional, una la hicimos como punk, la Canción Mixteca la hicimos en jazz, solamente hay una chilena solteca que está hecha de manera tradicional porque se quedó grabada de otro proyecto y la voy a incluir.
Para hacer este disco metimos un proyecto a Fondeadora y llegamos a la meta. Estamos muy contentos, el disco debe presentarse en abril porque es un compromiso que hicimos con los fondeadores.
Y en todas estas cosas ando.

PRIMERA PARTE: Deja que quiera como yo sé…
SEGUNDA PARTE: Alzo el vuelo





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