Durante los primeros días de febrero, el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Salud, iniciará un programa para llevar a diferentes municipios de la entidad brigadas médicas que se enfocan a la detección oportuna de enfermedades.
Las ocho unidades de que dispondrán las brigadas, peinarán la entidad veracruzana para acercar los servicios de salud a la población; contarán con aparatos de ultrasonido, mastógrafos y el equipo necesario para brindar atención a sectores vulnerables, principalmente.
Lo que habría que destacar es que un sector tan importante, que durante el sexenio pasado estuvo olvidado, hoy recibirá atención. Hay que recordar que en la administración de Javier Duarte, la queja recurrente de los veracruzanos era en el sentido de que en los centros de salud y clínicas públicas no había ni doctores ni medicamentos. Se llegó al extremo, como se ha denunciado de forma reciente, de que suministraban a los enfermos de cáncer agua destilada en vez de quimioterapia, lo que ha sido calificado como un acto atroz.
Juan Antonio Nemi Dib, ex secretario de Salud, se ha referido recientemente a la adquisición, por parte de la administración estatal, de pruebas falsas para detectar el VIH; dijo el ex funcionario que una vez que se comprobó que esas pruebas no arrojaban resultados confiables (daban positivo en casos negativos y viceversa), se retiraron de inmediato; aun así, eso constituyó un engaño, una afectación a la salud pública y un fraude por destinar recursos para eso.
Por otro lado, Nemi Dib se deslindó de esos hechos, que habrían ocurrido tres años antes de su llegada a la Secretaría, y le puso nombre al probable responsable: Ricardo Sandoval, ex administrador de la dependencia.
Pues bien, parece que esas irregularidades son cosas del pasado (aunque las autoridades tienen la obligación de investigar y castigar a los responsables de esa atrocidad) y que en la Secretaría de Salud corren nuevos tiempos; de entrada, el abasto de medicamentos en más del 90 por ciento y el arranque de las brigadas de atención son buenas noticias en un estado tan severamente golpeado por la irresponsabilidad y la corrupción.
Alvarado, escenarios probables
En Alvarado, zona conurbada con Veracruz-Boca del Río, el Partido Revolucionario Institucional está a punto de enfrentar su peor escenario posible en las elecciones municipales del presente año, porque no cuenta con figuras de peso.
Con las limitadas cartas que se manejan al interior del tricolor es muy poco probable que Alvarado se pinte de rojo.
Hasta este momento, dos son los nombres que acaparan la atención al interior del PRI: David García Luna, quien iría por su segunda oportunidad luego de ser avasallado en el proceso de 2013; y Marliz Platas Luna, esposa del actual alcalde y ex candidata a la diputación local en 2016, cuando fue enviada al tercer lugar en su municipio.
Esos son, nos dicen, los posibles abanderados del tricolor en Alvarado, donde dicho partido apenas logró poco más de 7 mil 500 votos en el proceso municipal de 2013; es decir, el 30 por ciento del total.
En ese municipio, actualmente gobernado por el duartista Octavio Ruiz Barroso, la alianza entre PAN y PRD no está mejor; por esa fuerza política se maneja el nombre de Maribel Lamothe Pendas, quien ha pasado gran parte de su vida en la Ciudad de México. La panista no vive en la cabecera, sino en El Conchal, cerca de Boca del Río, donde ha concentrado su actividad partidista; de hecho, nos platican que se asume como posición del actual alcalde de Boca, Miguel Ángel Yunes Márquez.
Maribel Lamothe se dice cercana a la ex candidata presidencial del albiazul, Josefina Vázquez Mota; de ser postulada, sería su segunda contienda; antes buscó la diputación local en 2013, pero fue derrotada.
En cuanto al Movimiento de Regeneración Nacional, nos comentan que es muy probable que envíe a la contienda municipal a Roberto Ruiz, a quien se ubica como ejecutivo regional de Banamex en el puerto de Veracruz.
La opción que maneja Morena para Alvarado no vive en ese municipio desde hace 25 años, aunque su credencial de elector así lo indique; se trata de un personaje sin trabajo político, cuyo único punto a favor, por así decirlo, es una relativa cercanía con Andrés Manuel López Obrador.
Por otro lado se mueve una opción independiente, Jesús Eduardo Mucharraz Herrera, quien, según se comenta en ese lugar, cuenta con los recursos económicos suficientes como para contender y armar la estructura necesaria prácticamente de la nada.
En ese lugar, de igual manera, han surgido voces que impulsan a la señora Nerbi Portugal Sosa, quien preside una asociación civil que a lo largo de 25 años se ha dedicado a la gestión de apoyos para diferentes sectores de ese municipio.
Nerbi Portugal es una activista social con un largo camino en Alvarado, lo que le ha permitido tejer relaciones para bajar apoyos y programas sociales. Actualmente no está identificada con ningún partido político y ese, en el actual contexto de Veracruz, es un factor que juega a su favor. De ser postulada por alguna fuerza política, así sea una con escasa presencia, esta mujer podría dar la campanada, debido a que cuenta con una estructura que le permitiría tener presencia en la geografía municipal. @luisromero85