¿Es usted de los que considera que en sus primeros días como mandatario el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ha puesto toda su experiencia, su talento y su tiempo para empezar a sacar del bache a Veracruz, y que pronto pondrá tras las rejas a Javier Duarte y sus secuaces?

O, por el contrario, ¿cree que todo lo está haciendo mal, que significa más de lo mismo y que está cometiendo muchos errores?

Si entra en la primera forma de pensar, es muy posible que forme parte de alguno de los siguientes grupos: a) el de los panistas veracruzanos que vieron cómo su adalid llevó a su partido al poder después de 86 años de hegemonía priista; b) el de los perredistas, que se subieron al tren con él y salieron vencedores sin aportar gran esfuerzo; c) el de una buena parte de los priistas que se volvieron antañones y fueron desplazados primero por la Fidelidad y después por los muchachos del duartismo -que era casi lo mismo… “casi”, conste-; d) el de los ciudadanos indignados por tantas mentiras y corruptelas del ahora prófugo Javier Duarte de Ochoa y sus amigos, que andan tan campantes por Xalapa y el Congreso de la Unión, como si no debieran nada a la justicia y al pueblo jarocho; e) el de la miríada de deudores -empresarios, constructores, proveedores, periodistas, arrendadores, prestadores de servicios, boleros del Parque Juárez, etc.-, a los que nunca les pagó la administración saliente, y que ahora reciben un trato distinto (aunque todavía no les hayan saldado sus cuentas a satisfacción, paciencia).

Y si es de los quejosos, seguro cae en la taxonomía que incluye a los propios amigos y familiares de Duarte, a la otra parte de los de los priistas que se volvieron antañones y fueron desplazados primero por la Fidelidad y después por los muchachos del duartismo, a quienes pensaron que podían cobrar las facturas fantasmas que presentaron y ya no dio tiempo que les pagaran; a los ciudadanos que de todo se quejan siempre, porque ésa se ha vuelto su naturaleza, como lo es la del escorpión picar con la cola. Ah, aquí me estaba faltando un grupo minúsculo, el de los interesados/ilusos que piensan que Yunes Linares podría “ser obligado a renunciar”, y entonces todo sería color de rosa (mexicano) para quienes habían gozado de las prebendas del caos fidel-duartista.

Claro que hay un tercer grupo, menudo, magro, ralito, que sabe que todo hombre comete errores, y se explica, pero que también es capaz de realizar las mayores hazañas, como necesariamente ha sido el caso del actual Gobernador de Veracruz, que recibió una administración hecha trizas, instituciones sin credibilidad, arcas devastadas, y una serie formidable de compromisos financieros que han ido resolviéndose, de modo que los miles y miles de empleados del sector público en Veracruz han podido ir cobrando los sueldos para los que no había un peso, porque los dineros volaron junto con quienes se los robaron inmisericordemente.

Pero hay una justicia -divina o no-, y algún día veremos tras las rejas a los corruptos de la Docena Trágica, y las fabulosas cantidades que se llevaron devueltas a sus verdaderos propietarios, que son todos los veracruzanos de bien, que trabajan cotidianamente para hacer de nuestro estado el mejor de México… y muy pronto el más alegre.

¿Verdad, don Miguel?

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