Si en una dependencia se hizo efectiva la basificación que proponía el exgobernador Javier Duarte para profundizar la quiebra de las finanzas públicas, esa ha sido el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Veracruz (Cecytev), gracias a la tenebrosa mente de su anterior director general, Fernando Arteaga Aponte, El Huevo, y la mala fe de quien se dice compadre del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el dirigente del SUTSEM, Ricardo Diz Herlindo.

Y mire que Diz Herlindo le organizó a Yunes Linares durante su campaña un acto proselitista con los maestros, solo para abochornar a su compadre. El 18 de mayo, Yunes Linares llegó a la comida celebratoria del Día del Maestro, con invitación del dirigente, y lo que ocurrió fue terrible: los maestros abuchearon al entonces candidato de la coalición PAN-PRD y lo hicieron salir sin que pudiera articular palabra ante el micrófono, lo que fue considerado como una mala jugada de Diz, ordenada por Duarte.

Ahora, el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y el Magisterio (SUTSEM) quiere que la política de limpieza de los puestos públicos de Veracruz que ha iniciado el actual gobierno fracase en esa dependencia, que se hizo famosa por los graves actos de corrupción, nepotismo, uso de recursos a favor de un grupo político priista (el del Huevo), e injusticia y terrorismo laboral.

Lo más grave es que, en aras de una supuesta defensa de los trabajadores (a quienes les cobraban moches y despedían a la menor provocación cuando fueron directivos), ya empezaron una batalla contra la nueva directora general de la dependencia, Yali Sotelo Altúzar,

 

¿Una efectiva confabulación?

 

Para mantener con vida a sus cuadros políticos (con los que siempre medra en el PRI para lograr posiciones en el Ayuntamiento de Veracruz) y a sus amantes, Fernando Arteaga Aponte, junto con Ricardo Diz Herlindo y el contubernio de la Secretaría del Trabajo, Previsión Social y Productividad (STPSP), hizo que se creara el 13 de octubre el comité delegacional del SUTSEM con 137 trabajadores, y el 25 de noviembre, cinco días antes de que entrara el nuevo gobierno, el propio Arteaga firmó un convenio con esa representación sindical en que se reconocieron prestaciones y demás derechos logrados por el sindicato mayoritario.

Reconocido por la Secretaría del Trabajo, cuyo titular era nada menos que Gabriel Deantes Ramos (investigado por corrupción y recientemente expulsado del PRI), y por el director general del Cecytev cinco días antes de salir del puesto, ahora los “dirigentes delegacionales”, todos ellos directivos y personal de confianza de la época de Javier Duarte, han empezado un golpeteo contra la nueva directora, quien no reconoce a la delegación por estar, en efecto, constituida con personal de confianza y no por trabajadores de base.

Ricardo Diz Herlindo con su nueva grey.

Desde el 6 de diciembre, el SUTSEM ha buscado negociar con Yali Sotelo Altúzar el reconocimiento de su representación delegacional. Al dirigente no le importa la situación de la dependencia, ni que la mayoría de sus nuevos agremiados en realidad hayan sido (y sigan siendo) personal de confianza, ni afectar una hacienda pública en quiebra, ni que su compadre sea el gobernador, el mismo que ha anunciado una limpia de personal innecesario y de aviadores. Lo único que le interesa son las cuotas de los trabajadores, pero sobre todo, una cuota de poder para poner en debilidad al nuevo gobierno.

El 1 de diciembre, por tanto, salieron los 4 directores de área, pero el personal de Fernando Arteaga Aponte se ha quedado ensartado en la estructura yunista y ya están provocando crisis en la dependencia tomada.

Lo desgastante para los trabajadores de base, quienes fueron movidos de adscripción y disminuidos sus salarios, es que quienes hicieron el trabajo sucio siguen en la institución, como Claudia Jácome, en la dirección de Recursos Humanos, y Carlos Samperio, en Recursos Financieros.

Ivo Restrepo Gazca, cuñado de Fernando Arteaga, estuvo hasta febrero como jefe de Recursos Materiales; apenas en diciembre había sido beneficiado con todos sus alcances, por lo que cuando salió de la institución le otorgaron una liquidación superior a los 193 mil pesos.

 

Dirigentes delegacionales, unas fichitas

 

¿Quiénes integran el Comité Ejecutivo Delegacional? El 8 de noviembre lo dieron a conocer, todos ellos miembros del equipo político de Fernando Arteaga:

El Secretario General es Francisco Javier Camacho Acosta, adscrito al área jurídica del colegio. El Secretario del Trabajo y Conflictos es Virgilio Torres Ibarra, durante mucho tiempo secretario particular de Fernando Arteaga quien, antes de salir, lo mandó al plantel de Medellín de Bravo como coordinador administrativo, un puesto adecuado en el lugar adecuado para sus aspiraciones políticas en Veracruz. Ambos se han comisionado en el SUTSEM por lo que solo generan inestabilidad laboral a coste del erario.

Carlos Molina Pérez, un parásito que lo único que ha hecho es querer ser alcalde de Papantla, es el Secretario de Organización, mientras que Claudia Mijangos González es la Secretaria de Finanzas. Claudia Mijangos tiene una historia maravillosa: durante tres años estuvo como aviadora en Cecytev, y El Huevo Arteaga la despidió y la liquidó; pero no tuvo tiempo de llorar porque el mismo funcionario la volvió a contratar con un excelente salario como coordinadora administrativa en el plantel Veracruz; desde ahí coordina la organización Fuerza Veracruzana con que medra Arteaga Aponte. Para agradecer sus servicios, Arteaga le consiguió plaza federal.

La Secretaria de Acción Social es Marisol Salazar Cano, quien anhela ser candidata priista a la alcaldía de Coacoatzintla; en el sexenio de Duarte cobraba 24 mil pesos mensuales como directora de la Unidad de Género del Cecytev, pero nunca movió un dedo para defender a sus compañeras porque en realidad actuaba como comisionada política del PRI, ligada estrechamente con el diputado federal por Acayucan, Érick Lagos Hernández.

Guillermina Guadalupe Vidal Medrano es la Secretaria de Actas y Acuerdos, luego de fungir como secretaria del exdirector, de quien era amiga personal; Argelia Esther Espino es Secretaria de Difusión Cultural; es la madre de los gemelos de Fernando Arteaga y funge como coordinadora administrativa del plantel de Las Lomas. Los otros puestos los ocupan Fausto González Xochíhuatl, exchofer de Arteaga (Secretario de Jubilaciones, Prestaciones y Pensiones); Lucía Narváez Pérez, adscrita al área de Recursos Materiales y amiga personal del exdirector (Oficial Mayor), y Artemio Santiago Solano (Coordinador de Representantes de Planteles).

Pero Fernando Arteaga Aponte, quien se aseguró de poner a su gente como directores o coordinadores administrativos de varios planteles, también aseguró a sus familiares. Su sobrino Ivo Luis Restrepo Bohórquez Jr., nos aseguran, sigue trabajando con plaza de subdirector académico en el plantel de Cecytev en Ciudad Mendoza, mientras que su primo Eusebio Romero Arteaga labora como director del plantel de Huitzila.

Pese a múltiples denuncias públicas y periodísticas, a que el caso estaba documentado por la Contraloría General y a que Adolfo Mota Hernández y Flavino Ríos Alvarado supieron del asunto mientras fueron secretarios de Educación, Fernando Arteaga Aponte se mantuvo en el puesto, respaldado por el góber prófugo Javier Duarte de Ochoa.

Si le rascan, además de echar abajo una delegación sindical del SUTSEM compuesta por puro personal de confianza, podrían encontrar a varios aviadores, familiares y amiguitas del exdirector, que disfrutan de altos salarios sin merecerlos, mientras que decenas de trabajadores sufren los atropellos y arbitrariedades de los nuevos paladines de la justicia laboral.

Ya hablaremos más del tema en siguientes entregas, porque del Cecytev salen cientos de conductos de aguas negras.

 

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