“Ahora que ya no está Luis Ángel, ¿seguirán Deantes y Bermúdez con su circo?” Yo
Fue en el año de 1987, siendo gobernador don Fernando Gutiérrez Barios, cuando acudimos a entrevistarnos con el entonces Secretario de Educación de Veracruz, maestro Guillermo Héctor Zúñiga Martínez.
Fuimos en busca de apoyo con el amigo que siempre nos lo ofreció, al político que había ocupado el mismo cargo en el área educativa con don Rafael Hernández Ochoa, al prestigiado orador y educador, al paisano xalapeño quien a base de mucho esfuerzo, trabajo y resultados, construyó un prestigio como político priista.
Y, la verdad, el asunto a tratar con tan distinguido personaje era una minuncia, pero con la confianza que nos dispensaba y muy echados para adelante, buscamos la audiencia.
Como siempre, las puertas de su privado estaban abiertas de par en par, fue su estilo, así lo hizo en los cargos que ocupó a lo largo de su carrera política, todos aquellos que querían hablar con el maestro Zúñiga lo hacían sin que mediaran horas nalga en la antesala, no, entrábamos al privado y a brincar para que nos viera.
¡Cómo le va mi estimado amigo, qué milagro que viene, don Manuel!, nos dijo cuando don Teodoro Couttolenc, su particular, le dijo al oído que un periodista lo buscaba.
Nos acercamos y le expusimos: Maestro, disculpe que lo moleste para esto, pero la familia es la familia, fíjese que mi sobrino, hijo de mi hermana, pasó el examen en la Técnica 3 solo que para el turno vespertino y quisiera ver la posibilidad de que me lo cambiaran al matutino, expusimos.
-¡A ver Teodoro, un memorándum para el director de la Tres!, que te dé los datos don Manuel y hay que pedirle como siempre, con mucha amabilidad, que nos eche la mano.
Esperamos un momentito, le trajeron el memo, lo firmó y nos lo entregó: ¿Algo más, mi amigo?, nos preguntó. No, maestro, muchas gracias, y salimos con misil en mano, directito a la avenida Manuel Ávila Camacho, frente a la lujosa residencia de don Carlos Brito Gómez, a terminar nuestra gestión.
Para esto, fuera de la puerta del privado del ingeniero, director del plantel, una larga cola de padres de familia esperando turno para hablar con el mentado director de cuyo nombre no quiero acordarme, ni puedo, pero ahí me formé. A lo lejos alcancé a ver a un amigo de la infancia, a Lupito, con una escoba barriendo la cancha de basquet del plantel, agachado, muy concentrado en su chamba.
Luego de media hora de espera nos tocó turno.
Un sujeto abrió la puerta del director y con la mano nos dio la instrucción de entrar. El director estaba leyendo unos documentos, no levantó la vista pero sí se percató de que otra persona estaba ahí queriendo hablar con él:
–Dígame –nos preguntó y de inmediato sacamos del folder el memo con la instrucción ni más ni menos que del Secretario de Educación, la máxima autoridad en esa materia en el estado.
–Después de una ligera pasada con la vista (escaneada) al documento con la vista; de hacerlo una bola y de tirarlo a su bote de basura, volvió a la carga:
–¡Dígame!
–Oiga –reclamamos–, ¿por qué tira el memorándum con la firma del Secretario?
–Porque él manda allá, en la Secretaría, y yo aquí, qué se le ofrece.
–Disculpe pero yo pensé que era el conducto adecuado para solicitar un cambio de turno para un sobrino.
–No hay ni más nuevas inscripciones ni cambios de turno, ¿me entiende? Que pase el siguiente.
–Oiga, inge –le pedí–, ¿me podría entregar mi documento? Se dio media vuelta, se agachó, lo sacó del bote y estiró la mano para regresarlo.
Salí de esa oficina, confundido, sin entender lo que me había pasado, y mientras hacía elucubraciones pensando incluso que el mismo maestro Guillermo Zúñiga me había jugado una mala pasada llamando por teléfono al mentado director para indicarle que no me hiciera caso, Lupito estaba frente a mí.
–¿Qué pasó, Manuel, qué andas haciendo?, me dijo, contento, sonriente. Le platiqué mi amarga experiencia y me contestó: ¡Ah, qué cabrón el ingenierito!, a ver, ven, vamos a verlo.
Lupito me regresó, abrió la puerta y se le paró enfrente:
–Ingeniero, qué hay –el director saltó como resorte, se puso de pie de inmediato, le estiró la mano para saludarlo y contestó:
–Pues, nada, maestro (¿maestro Lupito, de dónde?) aquí trabajando, como siempre, qué se le ofrece.
–Mire, él es mi amigo y quiere que a su sobrino de nuevo ingreso me lo cambien de turno.
Me estiró la mano el imbécil y me dijo: “mucho gusto déme los datos y ahorita mismo procedemos”. Le hizo una seña a su secretaria y le instruyó que apuntara a mi sobrino en el turno matutino, en el mejor grupo, lo que la secre hizo de inmediato.
–Servido, maestro –le dijo a mi cuate y a mí me comentó que se podía presentar mi sobrino en el turno que solicité sin problemas.
Salimos de la oficina y le pregunté a Lupito de qué se trataba esto, que de dónde tenía agarrado al estúpido ese que lo atendió tan rápido, mejor que al Secretario de Educación, y la respuesta de Lupito fue simple: –Es que soy el delegado sindical, por eso; a nosotros nos respetan como puedes ver. Manuel –soltó como diciendo pendejo–, habla con quien te resuelva, lo que quieras, aquí estoy, por eso somos amigos.
Abandoné el plantel sin salir de mi asombro y que me dirijo nuevamente a las oficinas de la SEV, a buscar una explicación a este desagradable incidente, de parte del maestro Zúñiga.
Pasé a su oficina, le entregué al Secretario el memorándum que ya había desarrugado y le pedí una explicación:
“Mire, don Manuel –me dijo–, es que lamentablemente el único tarugo que no es del SNTE en esta Secretaría, y en toda la estructura administrativa, soy yo, los demás, todos, los ha puesto el SNTE, la 56 y la 32, por eso a nosotros ya ni nos pelan, esa es la triste realidad”, acto seguido soltó su clásica carcajada que interrumpió para comentar; lo bueno es que consiguió lo que quería.
Les platicamos esta larga historia para contextualizar el asunto. ¿Se acuerdan que el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares dijo: después del primero de diciembre me hago cargo de Juan Nicolás Callejas? Bueno, el momento ha llegado. Enrique Pérez Rodríguez, por lo que vemos, trae la instrucción de desmantelar la estructura del SNTE que se encuentra montada en la SEV desde hace mucho tiempo y que por compromisos políticos priistas no han podido eliminar.
Son ochocientos los aviadores que el nuevo titular va a denunciar ante la Fiscalía General del Estado para que sean sometidos a procesos penales para que devuelvan la lana que han robado al erario amparados por un sindicato, o recomendados de algún político; de esas ochocientas plazas, júrelo, cuando menos setecientas son de las secciones del SNTE y, la mayoría, de la sección 32 propiedad de Juan Nicolás Callejas.
Lo primero que un gobierno tiene que hacer para mejorar la calidad de la educación es echar a los parásitos de las organizaciones sindicales, que se llevan más de la mitad del presupuesto a sus bolsillos en plazas de aviadores, en cobrar sueldos que no desquitan. ¿De qué sirve que a la cacique sindical Elba Esther Gordillo, exdueña del SNTE, la hayan metido al bote si la estructura sindical se la dejaron intacta? No, lo importante es acabar de tajo con esa manada de delincuentes que tanto daño hace al sistema educativo y luego trabajar en lo académico en mejorar la calidad de la enseñanza.
No dudamos de que Enrique Pérez Rodríguez cumpla con la función que le encomendaron; nada se lo impide, tiene que sanear esa institución plagada de corruptos y recuperar el respeto a la autoridad, respeto que se fue perdiendo por solapar caciques sindicales que se fueron adueñando de los cargos administrativos y de las plazas, a cambio de que sus “representados” votaran por el PRI y mantuvieran a la mafia en el poder, como dice AMLO.
No más notarías
Lo advirtió el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares: las notarías dejarán de ser un “botín político” en Veracruz, al anunciar que elaborará una iniciativa en conjunto con el Colegio de Notarios Públicos para que dejen de ser asignadas por el gobernador en turno y se acceda a ellas sólo a través de un examen de los propios notarios, además de integrantes del Poder Judicial.
“Vamos a redactar con ustedes los notarios, una ley de notariado que con estricta aplicación nos permita volver al buen camino. Vamos a aplicar rigurosos exámenes de oposición a los que solamente podrán acceder los profesionales del derecho que cumplan con los requisitos que marquen las leyes, los que demuestren tener la preparación académica necesaria para darle forma a la voluntad de las partes de manera inobjetable, y deberán contar además con los valores esenciales de probidad, honestidad y un desempeño profesional apegado a las normas que impone la ética”,
De igual forma advirtió que todas las notarías “que no tengan sentido, se van a ir. En primer lugar, vamos a cerrar notarías en demarcaciones excedidas en número, en ningún sentido que tengamos notarías en exceso”
En el mismo tenor, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ya anunció que su administración investigará a la compañía Editorial Sánchez, propiedad de la familia del exdiputado priista, Eduardo Sánchez Macías, por recibir cerca de 230 millones de pesos durante el sexenio de su antecesor (familiar cercano) y prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa:
“Realmente no veo razón para pagar 230 millones de pesos a un medio sin presencia en Veracruz, y es un atentado contra los veracruzanos”, señaló el mandatario. De la misma forma, hay otros emporios económicos que se escudan en empresas fantasmas como medios de comunicación a las cuales el gobierno les venía entregando millones y millones de pesos, prácticamente tirados a la basura pues de contenidos o de profesionalismo… ¡Nada!
Reflexión
Es totalmente cierto lo que comentó Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN del PRI, durante su estancia en el puerto de Veracruz donde se reunió con la dirigencia estatal y la militancia: “en nuestro combate a la corrupción no tienen cabida los socios del expriista y prófugo de la justicia Javier Duarte de Ochoa, todos los que hayan robado en esa administración y pertenezcan al PRI, aunque sean diputados federales o locales, serán revisados por la Comisión de Honor y Justicia Partidaria, que ya tiene listas sus expulsiones”… ¡Mocos! .Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.comwww.formato7.com/columnistas