Su persistencia en los concursos, la relación con su hermano, su incursión en otros géneros y diversos proyectos jazzísticos, son los temas de esta parte final de la conversación con el pianista Francisco Cruz.

Segundo movimiento: Un segundo

En esa época se me volvió a meter el gusanito de ir, otra vez, a un concurso clásico porque me quería desquitar, ya tenía 21 años. Hay un concurso en Mérida que se llama José Jacinto Cuevas, ya habían pasado tres o cuatro años de que fui al primero y mi maestro Miguel ya me había regañado: oye, tienes que meterte, estás tocando bien. Pero como yo había quedado decepcionado de la primera vez, ya no quería.
No sé cómo me convenció y, la verdad, lo que me llamó la atención fueron los premios, al primer lugar le daban 50,000 pesos y daban hasta quinto lugar. Cuando lo vi dije órale, es una inversión, ¿qué tal si me saco algo?
Me apliqué pero, imagínate, estaban pasando todas esas cosas al mismo tiempo: estaba tocando con todos estos personajes y a la vez estaba estudiando música clásica (hasta la fecha lo hago, no sé cómo pero todo revuelto).
Puse un programa con música de Liszt, Bartók, Beethoven, Bach, Ravel y algún compositor mexicano. Tenía muchas ganas, sí estaba muy motivado con ese concurso y Miguel me decía estás tocando muy bien, si no va algún chico genio, tú ganas. Como fue, dieron los resultados, Miguel fue el primero que vio y me dijo que viera los resultados, los vi y había sacado segundo lugar.
El que ganó el primer lugar es un chico que se llama Luis Carlos Salas, un chico de Hermosillo que ahorita estudia en Europa y sí, en el concurso cumplió los 16 años entonces fue como dijo Miguel.
Fue otra experiencia, ahora me he dado cuenta de que los concursos no dicen mucho de uno, te escucha gente que tiene cierta manera de escuchar la música, cierta educación y tiene un gusto particular por las cosas. Yo creo que tuve suerte, así como me fue muy mal en un concurso, en otro me fue muy bien entonces ya no creo mucho en eso, yo he visto chicos que tocan mejor que yo y luego no ganan nada, ahí es donde me doy cuenta de que tal vez no tiene ese valor aunque, claro, con ese dinerito compré mi amplificador y mi piano que hasta la fecha dan la batalla.

Tú eres mi hermano del alma, realmente el amigo

Desde que mi hermano Federico estaba chiquito, yo siempre procuré que tuviera la oportunidad de tocar o que siempre estuviera expuesto a esas situaciones donde uno toca en público y todo eso, pobrecillo, a lo mejor lo presionaba mucho.
Comenzó tocando la batería, no se acomodó y agarró el violín, después agarró la guitarra eléctrica y como siempre ha estado solo, ha sido muy autodidacta, es curioso, creo que es muy común en los hermanos menores.

Cuando yo estaba de oyente aquí en Xalapa, iba cada semana a Córdoba a dar clases con Dante, cuando llegaba a la casa, mi hermano y yo nos poníamos a estudiar, sacábamos cosas en la guitarra y compartíamos música, yo le ponía jazz y otras cosas y él me ponía música que yo no conocía, por él conocí a Iron Maiden, Led Zepelin, Kiss, un montón de bandas de rock. Armamos un grupo de rock allá en Córdoba y comenzamos a hacer, en las tardes-noches de los sábados, una especie de jam en la escuela de Dante, les pusimos Sábados de café.
Dante y su esposa, Nora, vendían refrescos, papitas y todo eso. Los chavos tenían oportunidad de tocar, de foguearse, de divertirse si tener que irse a un antro o a malearse. Invitábamos a los papás, invitábamos amigos e iban a escucharnos rockear.
Mis papás se regresaron para para Xalapa cuando yo tenía 20 o 21 años y mi hermano entró a estudiar guitarra clásica en la Facultad de Música, también estuvo en JazzUV un tiempo, como yo, fue probando por todos lados hasta que llegó al flamenco.
Cuando ya tocaba más se volvió a poner rebelde y volvió a agarrar la guitarra eléctrica (de hecho, nunca la dejó) y se metió más con Led Zepelin, con el blues y con la tradición y le dije vamos a hacer un grupo de blues. Lo hicimos y tocaron varios: Carlos Zambrano, Memo Origel, Hiram Marcor también pasó por ahí. Con esa bandita tocamos en fiestas, en Al Andalús, en Córdoba. Armé el grupo para que mi hermano pudiera tocar y al final del ya era guitarra solista, ya tocaba un montón, sacaba solos Jimmy Page y cosas así. En esa etapa aprendí mucho de Federico sobre rock.

Después le entró la curiosidad por flamenco porque Carlos toca cajón flamenco y empezaron a invitarlo a diferentes proyectos y le dijo a Fede ¿no te gustaría tocar flamenco?
Entramos a Alhambra Flamenco, el grupo de Cecilia Gómez y Lorena Ortega. Estaba Fede en la guitarra, yo en el piano, Carlos Zambrano en el bajo y el cajón, también estuvieron Memo Barrón y Aníbal [García Saint-Charles], el percusionista de los Macuiles. También pasaron por ahí Aldemar Valentín y Erick Quijivix, un contrabajista de Guatemala. Edén Soria estuvo cantando un rato, también invitamos a Silvana, pasó un montón de gente. Eso tendrá como dos años, estuvimos tocando mucho. Después, Fede tocó con Érika Suárez, otra bailarina de flamenco.
Algunas veces tocó jazz con nosotros, con Ramiro, con Connan y con Carlos. Ahora está en Córdoba, España, estudiando guitarra flamenca. Mi hermano siempre ha estado en constante de crecimiento y es muy enriquecedor para los dos que hagamos cosas diferentes.

Tercer movimiento: Tres segundos

Entre más fue pasando el tiempo, me fui clavando más con el jazz pero la música clásica nunca la dejé, hice algunos cursos de música cámara fuera de Xalapa y seguí yendo a concursos. En enero de este año participé en uno en Monterrey, el Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Parnassós y gané otra vez el segundo lugar (risas), pero en ese concurso dieron triple empate en segundo lugar y no dieron ni primero ni tercero. Empaté con Fabrizzio Vargas, un amigo pianista de aquí de Xalapa, de los mejores que hay aquí, y con un chavo de Monterrey que se llama Héctor Melicoff, estudia en Estados Unidos.
He tocado con grupos de cámara, con orquesta sinfónica no porque no me han dado tantas ganas y no me he movido para hacerlo. Hice mi servicio social de acompañante pero desde que entré a la Facultad me la he pasado acompañando amigos, a veces he acompañado cinco o siete compañeros en un semestre, aparte de tocar mi repertorio.

En la boca llevas, jazz, sabor a mí

Otro proyecto importante que armé fue con Jenny Beaujean, Chucho y Mariana. Vino a dar clases a JazzUV, la conocí y rápido nos hicimos buenos amigos. Fue otro aprendizaje constante que tuve, es una cantante que, aunque todavía no es tan famosa, para mí es de lo mejor que hay en México. Compone muy bien, hace arreglo, canta swing, canta pop, canta funk entonces dije puedo hacer otro tipo de música con ella, y grabamos algunos arreglos míos. Por ella conocí a más músicos como Benjamín García, un contrabajista del D.F.

Otra persona importante en mi camino ha sido Óscar Terán, él me dio clases de ensamble junto con Beto Jiménez. Él siempre ha estado muy clavado con los contrabajistas tradicionales y de la época del be-bop y tiene un proyecto en el que toca música de Paul Chambers, necesitaba pianista y me invitó, en la batería estaba Chucho. Fuimos a Jazzatlán y ahí conocí a Beto Medina, un guitarrista del DF. A partir de ese entonces, Óscar me empezó a llamar mucho, de hecho, ahorita estamos tocando otra vez a trío con Chucho.
Esa fue la primera vez que fui a Jazzatlán, me escuchó Beto Cobos, jameamos algunas veces, le gustó cómo sonábamos y comenzó a invitarme y hasta la fecha me invita de vez en cuando, gracias a eso he tocado con muchísima más gente porque él siempre hace como un collage de músicos mexicanos. En Jazzatlán he tocado con Israel Cupich, Gabriel Puentes, Marcos Milagres, Pedro Cervera, Christian Mendoza, muchos. Jazzatlán me gusta mucho, es un club con muy buen ambiente.
Otro músico que siempre confió en mi fue Tavo [Gustavo Bureau], de hecho, antes de que existiera JazzUV me gustaba escuchar el trío de Édgar con Aleph y Tavito. Después tocamos mucho a trío con Tavo y Nacho Quinto, a veces era Tavo y a veces era Amir [Isaac].
Otro proyecto fue el Panamerican Strings, un grupo que dirigía Amir, tocábamos composiciones originales en un formato muy interesante: violín, chelo, contrabajo, batería o percusión y piano. Fue un proyecto interesante pero Aleph se nos adelantó y ya no seguimos. Amir lo retomó para su titulación y tiene planes de grabar esa música.
Otro proyecto es Veler, con Jorge Tirado, también grabamos un disco casero, ahí grabaron Tavo y Emiliano, todos son temas originales de Jorge. Ahí también han estado Tello [Castillo] y Érick Quijivix pero como es difícil encontrar bajista, vamos a hacer unas presentaciones como organ trío.

Últimamente he estado tocando bastante con Tim Mayer, hace poco vinieron unos daneses, Lasse Mørck y Henrik Holst Hansen, y estuvimos tocando con ellos.
He estado tocando con la Xalapa Jazz Orchestra pero a veces no puedo y va Édgar o Alonso.
Hace poco grabé un disco con Ramiro González, Sonata para el bebé colibrí. Recientemente estoy tocando bastante con Renato [Domínguez]. Acabo de hacer unas grabaciones con Pedro [Cervera] y con Óscar [Terán] pero todavía no la mando a editar.
Este año, Renato y yo grabamos el disco de Carlos que se llama Tézcatl, luego decidimos quedarnos como trío pero ya con composiciones de los tres y le pusimos Tézcatl [Trío] porque es un nombre bonito y dice mucho sobre nosotros.

Tres veces enseñé, tres veces enseñé, tres veces enseñé…

He dado clases en JazzUV tres veces, la primera fue cuando estaba de becado, me salí de tomar clases y Miguel [Cruz] me dijo necesitamos maestros, si quieres, quédate y te pagamos, y estuve un tiempo. Después se cambiaron a Allende, vino Jordi [Albert] y me volvió a invitar a dar clases, estuve como un año y medio o dos pero como no tenía la licenciatura, fui para afuera. Ahora Rafa [Alcalá] me volvió a pedir que diera clases y otra vez estoy ahí, este es mi primer semestre.

Coda

Los que te he nombrado son solo algunos de los músicos con los que he tocado, no quisiera olvidar a alguno pero son muchos y con todos ellos he aprendido, agradezco su confianza y su apoyo.
Como estudiante también he tenido muchos maestros: Tim Mckeown, mi maestro de música de cámara, de vida, de muchas cosas (en su clase de cámara llegué a tocar con personas que ahora son profesionales a nivel nacional como Luz Cortés, Claudia y Rocío Ríos, Gil Martínez), Isabel Ladrón de Guevara, Richard Siwy, Arturo y Memo Cuevas, gente que desde un salón clases me enseñó mucho sobre la música. Con todos estoy muy agradecido
Esta breve carrera ha sido muy interesante, he tenido más satisfacciones que tristezas y me gustaría dejar un mensaje a toda la gente de Veracruz y de la Universidad Veracruzana: me siento muy honrado ser alumno y ser maestro de la Universidad Veracruzana. Hay muchos problemas en Veracruz, nuestra universidad está atravesando una situación económica muy difícil y a pesar de todo sigue en pie; las escuelas y los alumnos siguen trabajando, y es un orgullo formar parte de una institución como JazzUV que cada día crece más, cada vez entran más alumnos con mucho talento y con muchas ganas de seguir mejorando la música en México y quiero decirles que lo mejor que pueden hacer por nuestro país y por nuestro estado es seguir avanzando, ser cada día mejores músicos y mejores personas porque eso es lo que nos va a mantener a flote.

PRIMERA PARTE: Papás, soy Paquito…
SEGUNDA PARTE: Al jazz, espejo de mi corazón…

https://vimeo.com/98901177
https://vimeo.com/95107898



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