Tinta Creativa es un taller de creación literaria para gente que nunca o muy pocas veces se ha enfrentado al acto de escribir, desarrollado e impartido por Flor Zavala, una joven mujer, hija del mar, que a veces llueve de cuerpo entero y otras, se transfigura en vaso de agua para provocar tormentas capaces de llevar al naufragio hasta la sed más apremiante.
Flor es oriunda de los libros, en sus paisajes fue niña, adolescente, mujer desnuda de cuerpo y alma pero ignoraba su militancia en la palabra, no sabía que sus pétalos son hojas en blanco, campos virginales para las batallas de la imaginación. Y un día despertó poeta y al siguiente, narradora y otro, cualquiera, labriega de las letras, sembradora de sueños en los terrenos baldíos de quienes no han tenido una relación carnal con la palabra escrita pero escuchan su llamado. Y Flor, sirena, ha cautivado a mucha gente con ese su canto, encanto, semilla de amaranto.
El fin de semana por venir impartirá uno de sus talleres Tinta Creativa en el que se propone «Brindar las herramientas básicas necesarias para detonar la creatividad literaria en el participante, lo que permitirá desarrollar sus habilidades en la forma escrita»
Flor, cuyo nombre en Facebook es Desnuda Tormenta, me envió su currículum y el programa del taller pero le dije que en esta columna nos gusta el chisme y preferimos escuchar la voz que emana de su ronco pecho (me equivoqué, su voz tiene tintes de murano). Para envidia de muchos, logré que me hablara al oído mediante la magia whatsappera:
«Estudié la Licenciatura en lengua y literatura hispánicas en Xalapa [en la Universidad Veracruzana], ya terminé la carrera y estoy en el proceso de investigación para titularme. Tuve que frenar todo durante casi un año porque pasé por un accidente automovilístico muy fuerte y tuve que regresarme a Coatzacoalcos pero hice, mientras tanto, un diplomado en Creación Literaria que imparte el INBA, lo tomé en el IVEC, en Veracruz.
«Yo aprendí escribir a los tres años y comencé a adentrarme en la escritura de cuentos y poemas a los seis años, no ha pasado mucho tiempo (risas). Desde entonces la escritura se convirtió en una constante en mi vida pero no me veía a futuro involucrándome tan en serio, era más un hobby, quizá una pasión, algo muy lúdico y muy interno, de mí para mí.
«Yo iba a dedicarme a la investigación lingüística, ese era mi enfoque en la carrera pero hace cuatro años abrí mi cuenta en Twitter y eso me permitió conocer un mundo de personas muy afines a lo que yo hago. Comenzaron a invitarme a funciones de poesía, me fui involucrando con varios cantautores latinoamericanos y empecé a abrir sus conciertos cuando llegaban a Xalapa. Yo estaba muy chiquita en ese entonces, por eso lo veía como juego.
«Yo no creo que hago poesía, ni siquiera ahora, de hecho actualmente me he dedicado más a la narrativa pero la mayoría de las personas sí tienen identificado mi trabajo como prosa poética, justamente por esa época.
«Siempre he visto la escritura como algo que va más allá de la catarsis, como un refugio. Me encuentro entre los libros pero también me di cuenta de que podía escribirlos, estar de ambos lados del puente. Hoy en día tengo la fortuna de que me he dedicado de lleno a ello.
«Creo que mi plataforma más grande en cuanto aprendizaje en Xalapa fue el Ágora de la Ciudad, estuve casi un año trabajando ahí con Víctor Hugo [Vásquez Rentería], nunca fue mi maestro en la Universidad pero fue mi jefe y me explotó todo lo que pudo explotarme (risas) pero aprendí mucho gracias a él como promotora de lectura, como gestora cultural, trabajé con niños todos los talleres de Palabritas que son talleres de escritura creativa enfocados para edades de cinco a 12 o 13 años. Trabajé todo el verano con adolescentes este tipo de talleres.
«Tengo cerca de cuatro años impartiendo talleres que no tienen nada que ver con la forma clásica de dar talleres de escritura, me relaciono muy bien con la gente y eso me ha funcionado súper bien. Tomé clases de teatro, de expresión corporal, de danza, ahorita estoy en clases de dibujo entonces todo esto me ayudó a conformar un taller de escritura muy distinto, que es creativo, que se aplica a la literatura pero de ninguna manera se trata de quedarte sentado en una mesa.
«Tiendo a ser muy natural en las clases y es algo que a la gente le gusta mucho, creo que la misma forma en la que conecto con las personas en redes sociales funciona muy bien en persona, como el hecho de ser muy transparente entonces siempre rompo el hielo de forma muy natural, me río mucho con ellos y conmigo y eso causa una empatía muy bonita en los grupos, de ahí en fuera diría que las actividades tienden a ser divertidas porque si bien vemos tres géneros literarios básicos que son narrativa, ensayo y poesía, también hay ejercicios de lenguaje corporal, de teatro y de danzaterapia.
«Hasta donde tengo conocimiento, me parece que la mayoría de los talleres están enfocados en detonadores de ideas pero yo no le veo una gran utilidad, ni tampoco a ir una hora cada semana, por eso prefiero hacerlos intensivos. Sí tienen continuidad pero en un lapso de, digamos, tres meses que vuelve a haber el taller intensivo pero ya con un nivel un poco más avanzado.
«El que voy a impartir en Xalapa es de escritura creativa para principiantes, estos talleres son muy básicos así que suelen llegar desde amas de casa, chicos de bachillerato, de secundaria, personas que están en humanidades, gente que trabaja. La mayoría de personas no tienen absolutamente nada que ver con la literatura y creo que eso es lo que más disfruto porque es un reto para mí y al mismo tiempo lo agradezco porque son hojas en blanco. Son talleres para gente que tiene ganas de aprender algo nuevo o de adentrarse en algo distinto».
El taller se llevará a cabo del 30 de septiembre al 2 de octubre, las sesiones del viernes y el sábado serán de las 4:00 de la tarde a las 8:00 de la noche, la del domingo, de las 10:00 de la mañana a las 2:00 de la tarde. La sede será las instalaciones del INCOIN (Instituto de Comunicación Integral). Carlos A. Carrillo 401 esquina con Manuel R. Gutiérrez, Col. del Maestro (muy cerca de la Avenida Américas).
El costo será 450 pesos, inscríbanse y dejen de envidiarme, conózcanla y díganle Flor, para ti soy libro abierto, escribamos en mí, nos necesito.
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