Con el apoyo de la estructura y comunidad académica de la Universidad Veracruzana –la máxima institución pública de educación superior del estado que los últimos gobiernos priistas no quisieron o no pudieron aprovechar mejor para planear e impulsar el desarrollo integral de la entidad, pese a que todavía el gobernador Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) incorporó a su gabinete al ex rector Víctor Arredondo Álvarez como titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV)–, el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN, ha convocado y realizado una serie de foros para la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018 que, en opinión de algunos analistas, ha despertado grandes expectativas que serían muy difíciles de cumplir satisfactoriamente por lo corto de su administración y por la crítica situación financiera en que recibirá el gobierno estatal, además de otros graves problemas que de inmediato tendrá que enfrentar y atenuar, como los de la inseguridad pública, el desempleo y el de la pobreza.

Y eso sin contar con el tiempo que le llevaría la persecución penal que se ha propuesto emprender en contra de su antecesor Javier Duarte y colaboradores, pues al menos en el caso del estado de Nuevo León, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, quien también se propuso encarcelar al ex mandatario priista Rodrigo Medina, hasta la fecha –a sólo dos semanas de cumplir su primer año de gobierno– el ex candidato independiente no ha podido concretar aún esa promesa de campaña que lo llevó al poder.

Igual que como seguramente también lo haría Yunes Linares con Duarte de Ochoa por la situación tan similar en que el panista recibirá el gobierno de Veracruz, Rodríguez Calderón, al rendir protesta como gobernador de Nuevo León, le reprochó públicamente a Medina de la Cruz: “Hemos encontrado la casa sucia, las columnas derruidas, fugas por muchas partes, el techo cayéndose y, para acabarla de fregar, hipotecada. Pero no es el tiempo el que castigó nuestra casa, sino la corrupción sin llenadera y el delirio de muchos de quienes se creyeron reyes y no gobernantes. Que donde había ciudadanos veían súbditos, que donde había dinero público veían botín. Hoy les digo claro y fuerte: ‘¡Se les acabó la fiesta a los bandidos!”.

Y es que Medina entregó la gubernatura el domingo 4 de octubre de 2015 con una deuda pública que creció 204 por ciento respecto de la administración anterior. Por si fuera poco, a esa deuda sumó una burocracia estatal mucho más robusta, ya que la administración del priista aumentó el número de secretarías de despacho, que, a su vez, contaron con más dependencias que los gobiernos anteriores.

La crítica situación de las finanzas públicas estatales ha hecho que “El Bronco” le solicitara  apoyo urgente al presidente Enrique Peña Nieto. Hace ocho días, durante una gira del jefe del Ejecutivo federal por Nuevo León, donde inauguró un par de parques eólicos, Rodríguez Calderón logró una audiencia privada con el mexiquense en el aeropuerto de Apodaca, lo que se consideró inusual ya que comúnmente el mandatario mexicano suele dialogar con los gobernadores sólo durante el trayecto al evento oficial. Dicha reunión se dio luego de la entrega del Presupuesto 2017, en el que, entre otros casos, no se contemplan recursos para la Línea 3 del Metro en Monterrey.

Pero el de Nuevo León no es el único urgido del apoyo financiero de la Federación. También el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, ya exclamó públicamente su molestia por los recortes presupuestales y advirtió que su administración no podrá cumplir con la ampliación de la Línea 9, 12 y A del Metro para 2017, además de apuntar que el Fondo de Capitalidad que significó este año 4 mil millones de pesos, la Secretaría de Hacienda lo redujo a ceros para el año próximo. También anticipó que el recorte al gasto público disminuirá el monto destinado por las instituciones de salud a la compra de medicamentos para los capitalinos.

Así que no se trata de desinflarles el entusiasmo a los que se aprestan a gobernar Veracruz durante los dos años siguientes a partir del 1 de diciembre entrante, pero no está por demás ubicarlos en la triste realidad. Y es que de acuerdo con el Paquete Económico 2017, las transferencias que reciben los gobiernos estatales de la Federación también disminuirán 3.1 por ciento en términos reales. La caída se debe principalmente a que el gobierno federal reducirá los recursos por convenios en 34.4%, pese a que las participaciones crecerán 5.3 por ciento y las aportaciones apenas 1.9%.

Todavía este año, al cierre del primer semestre, las entidades federativas recibieron 987 mil 753 millones de pesos, 2.4 por ciento más que en el mismo plazo de 2015, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda. Las participaciones, que son recursos que no están etiquetados y por lo tanto son de uso discrecional para los gobiernos locales, aumentaron 8.6%  anual al cierre de julio y alcanzaron 415 mil 482 millones de pesos. Tan sólo en julio, los estados recibieron 60 mil 414 millones de pesos de la Federación en forma de participaciones, 11.6% más que en el mismo mes del año pasado. En el caso de las aportaciones, que son recursos para proyectos o programas específicos, éstas se han mantenido prácticamente sin cambios este año respecto a lo observado en 2015.

Pero ahora, las entidades federativas tendrán que arreglárselas sin más dinero de la Federación, lo cual las pone en serios aprietos, pues cuando tuvieron los recursos no los aprovecharon en disminuir sus deudas o generar más crecimiento económico, como lamentablemente ocurrió en Veracruz.

Al cierre del primer semestre del año, la deuda local en México sumó 529 mil millones de pesos, 3.52% más que al cierre del mismo periodo de 2015. ¿Qué estado lidera? ¡Acertó!