Por primera vez desde su fundación, en 1989, el Partido de la Revolución Democrática será parte del gobierno de Veracruz.

Al ir en alianza con Acción Nacional, el Sol Azteca llegará al gobierno de la entidad, de la mano de Miguel Ángel Yunes Linares.

No lo consiguieron los perredistas ni con candidatos de la talla de Heberto Castillo Martínez, uno de los íconos de la izquierda en nuestro país; ni con Dante Delgado Rannauro, ex gobernador sustituto, quien en 2004 se quedó relativamente cerca, a 7 puntos porcentuales del ganador de aquella contienda, Fidel Herrera Beltrán.

Pues bien, en esta ocasión, los perredistas, por la alianza con el blanquiazul, llegarán a Palacio de Gobierno; a ello se debe el desbordado optimismo de los dirigentes y militantes del partido que encabeza Alejandra Barrales en el ámbito nacional.

Por participar en la coalición “Para Rescatar Veracruz”, se espera que de las 18 posiciones en el gabinete estatal –contando 13 secretarías, la Contraloría, la oficina de Programa de Gobierno, el sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, Comunicación Social y la particular– en tres, acaso en cuatro, sean incluidos militantes del PRD.

De antemano se habla del actual dirigente en la entidad, Rogelio Franco Castán, quien estaría casi amarrado en una buena posición, como podría ser la Secretaría de Desarrollo Social; del ex diputado federal Uriel Flores Aguayo; del ex senador Arturo Herviz Reyes; y de Agustín Mantilla Trolle, ex legislador local.

Esa perspectiva hace que al interior del PRD prevalezca un ambiente de optimismo con relación al futuro inmediato.

El Sol Azteca ganó posiciones en el gobierno; sin embargo, el costo que tendrá que pagar dicho partido es la pérdida de votación, misma que registró un desplome considerable; por consiguiente, al perder votos, el PRD también perderá prerrogativas en Veracruz.

En esos términos, el partido de Franco Castán será, junto con el Revolucionario Institucional, el más afectado por el resultado de la elección para diputados, que en cuanto a las prerrogativas estatales es la única que cuenta.

Si el año pasado, los perredistas recibían cerca de 2 millones 300 mil pesos mensuales por ese concepto, luego de la reciente elección, ese monto se desplomará casi a la mitad, para ubicarse en un millón 500 mil pesos, en números redondos y aproximados.

Acción Nacional, por cierto, podría pasar de 3.5 a 4.5 millones mensuales, para convertirse en el principal ganador en términos de prerrogativas; el blanquiazul no sólo ganó el gobierno, sino que su comité estatal dispondrá de más recursos formales para su operación política.

El tricolor podría perder unos 500 mil pesos cada mes, para quedar en cerca 3 millones 500 mil pesos. El PRI, por cierto, será el tercer partido en cuanto al monto de las prerrogativas, dado que el Partido Verde representó, para efectos de contabilidad, una resta considerable.

Después del PAN, la fuerza política que tendrá mayores recursos públicos, será el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, que pasará de unos 200 mil pesos a casi 4 millones, gracias a la votación que registraron sus candidatos a diputados locales.

En resumen, el PRD será parte del gobierno estatal, pero como partido dispondrá de menos recursos; el PRI perdió el gobierno y también prerrogativas; el PAN, al contrario, ganó el Poder Ejecutivo y verá un incremento en su dinero mensual; a Morena no le alcanzó para la gubernatura, pero tendrá suficiente parque para crecer como partido.

Alianza rumbo a 2017

Cuando faltan unos nueve meses para las elecciones municipales de Veracruz, podríamos decir que la alianza entre los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática es casi un hecho.

En el ámbito local, los consejeros del blanquiazul ya habían aprobado que se dirigente estatal, José de Jesús Mancha, explorara con sus pares perredistas la viabilidad de una nueva coalición, a fin de repetir el próximo año el triunfo de 2016.

De hecho, las dirigencias de PAN y PRD ya se encuentran en pleno proceso de exploración, aunque de manera informal, para identificar a quienes garantizarían un buen resultado el año entrante.

En la entidad, PAN y PRD van por más de 100 presidencias municipales, lo que dejaría al Revolucionario Institucional con 50 o probablemente 60 ayuntamientos, su cifra más baja en la historia de las contiendas municipales, considerando que el Movimiento de Regeneración Nacional iría por un número importante de triunfos electorales.

La alianza PAN-PRD, decía, está definiéndose en el altiplano, luego de que en Veracruz los dirigentes estatales la dan como un hecho.

Este sábado, el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del albiazul, Damián Zepeda Vidales, confirmó que su partido iniciaría, desde esa instancia, un acercamiento con el Sol Azteca, para buscar concretar las alianzas de 2017 en cuatro entidades: Coahuila, Estado de México, Nayarit y las municipales de Veracruz.

Así las cosas, de concretarse la alianza del próximo año, como todo parece indicar, el PRI tendrá el enorme reto de no ser arrasado en dicho proceso por PAN-PRD y Morena, dado que se trata de la elección que definirá a las autoridades municipales que estarán en funciones en 2018, cuando se desarrollará la sucesión veracruzana. @luisromero85