Con una amplia entrevista a modo concedida al periodista Joaquín López Dóriga –el cual conducirá hasta este viernes 19 el noticiero nocturno del Canal de Las Estrellas, de Televisa–, el presidente Enrique Peña Nieto parece haber emprendido una campaña mediática para reposicionar su decaída imagen y la de su administración, ya que las encuestas más recientes, entre ellas una del diario capitalino Reforma, le dan entre la población en general 23 por ciento de aceptación y, entre los líderes, 18%; unos aprueban la gestión presidencial con 3.9 de calificación y los segundos con 3.2.
Según la medición de dicho periódico de capital regiomontano, son las valoraciones más bajas de estos tres años y medio, ya que en abril del 2013, a cuatro meses de haber iniciado su gobierno, Peña tenía entre la población en general 50% de aceptación y entre los líderes, 78%. La caída, que ha sido sostenida, es de 27 puntos entre los primeros y de 60 puntos entre los segundos.
En abril del 2013 el mandatario priista tenía entre la población en general una calificación aprobatoria de 6.3 que ahora es de 3.9, y entre los líderes pasó de 7.1 a 3.2. Su desplome es de 2.4 puntos entre los primeros y de 3.9 entre los segundos.
Aunque en el ámbito político, particularmente en los círculos priistas, Reforma es considerado un medio informativo afín al PAN, sus números coinciden con los de otras encuestas. Sin embargo, el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, parece no tomar muy en cuenta estas mediciones del humor social, ya que insiste ante sus correligionarios del partido tricolor en que el presidente Enrique Peña Nieto es su “capital político” más importante. ¿De veras lo creerá así? ¿Acaso no acaban de aprender la lección que les dio en Veracruz el electorado en los comicios del 5 de junio pasado?
Y es que los datos arrojados por la misma encuesta explican la mala valoración del Presidente, ya que 76% de la población piensa que el país va por mal camino y sólo 10%, que por bueno, cuando en abril del 2013 los referentes eran de 32 por ciento sobre lo primero, y de 34% en lo segundo. Hace un año, en julio del 2015, el 40% de la población decía que la corrupción había aumentado en este gobierno; ahora esta percepción la tiene el 55% de los encuestados.
Por eso no fue casual que este martes 16, en la encerrona que durante horas tuvo Ochoa Reza con los miembros de la diputación federal del PRI, el dirigente nacional del tricolor haya expresado abiertamente ante sus legisladores que está cansado de la corrupción, haciéndoles un llamado a denunciar a quienes violan la ley. “Tenemos que dar un combate frontal a la corrupción. Ya basta, no hay que tapar el sol con un dedo”, les expresó luego de escuchar las quejas y preocupaciones de los diputados, a los cuales exigió demostrar en los hechos el combate a la corrupción para responder a las críticas de la oposición.
Y es que el gobierno de Peña, y por ende el PRI, han sido colocados contra la pared. Este miércoles, por ejemplo, en una conferencia de prensa en el marco del primer Foro Empresarial Anticorrupción, el presidente nacional de Coparmex, Gustavo de Hoyos, declaró que Quintana Roo, Veracruz, Chihuahua, Nuevo León y Sonora son entidades que preocupan, pues recientemente han sufrido por el uso ilegítimo de recursos públicos, por lo que afirmó que el sector privado no descarta emprender acciones legales contra esos hechos de corrupción, e incluso dijo que estarán atentos al seguimiento que se dé a estos casos y que si perciben omisión por parte de autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, entonces valorarán recurrir a organizaciones internacionales.
Ante las presiones del empresariado y de otros sectores que por este y otros temas polémicos han ido desaprobando su gestión, el presidente Peña Nieto ha tenido que salir a reiterar que no meterá las manos por ningún gobernador de su partido que haya sido señalado de incurrir en observaciones que representen daño patrimonial en sus respetivas entidades federativas. Por ejemplo, a pregunta expresa del periodista López Dóriga, el jefe del Ejecutivo federal respondió que “en el caso de Veracruz” y otros que eventualmente están señalados, “cada gobernante es responsable de sus actos y tiene que rendir cuentas claras sobre la responsabilidad que asumió en cualquier tarea que le sea encomendada”.
Peña Nieto afirmó que el compromiso que tiene él y su gobierno “es no solapar, no permitir que haya actos de corrupción, y que si eventualmente alguien incurrió en un acto de estos, pues que enfrente todo el peso de la ley”, ya que puntualizó que no va a meter las manos por ningún gobernador, “más bien voy a meter las manos a favor de la legalidad; yo estoy a favor de la legalidad, del combate frontal a la corrupción”.
En el gobierno de Veracruz deberían estar preocupados, sobre todo ahora que el titular de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, entrevistado este martes en Villahermosa, Tabasco, donde participó en el taller sobre el Sistema Nacional Anticorrupción, afirmó sumamente molesto que “es un cuento, no es cierto” que la administración de Javier Duarte haya ido solventando las anomalías detectadas en los ejercicios fiscales de 2010 hasta 2014. “Estamos hablando de 35 mil millones de pesos en cuanto observaciones en proceso de solventación y, por denuncias penales, debe andar el monto en alrededor de 12 mil 300 millones”, precisó luego de revelar que el pasado lunes se reunió con la procuradora general de la República, Arely Gómez, para revisar las denuncias penales que formuló en contra de la gestión duartista.