El año pasado fui a un concierto de Paty Ivison en el que tenía de invitadas a Jelena Ćirić y dos jovencísimas cantantes: Valentina Marentes, que tenía 13 años, y Lucía Gutiérrez, de 14. A Valentina ya la había escuchado, conocía el potencial de su voz pero me sorprendió el crecimiento que había tenido en poco tiempo. A Lucía la descubrí ahí y fue uno de los hallazgos más felices de ese año. A la buena educación de su voz hay que sumar la soltura improvisatoria, el color y el swing. Actualmente Lucía tiene 15 años en el cuerpo y como 90 en la voz de blusera añosa. Platiqué con ella la semana pasada.

Hija de décima y son,
de fandango y zapateado,
del recinto más sagrado
que tiene la tradición.
Al principio fue Simone.
Esa voz fuerte que ardía
en su conciencia, sería
un llamado del deber
y puso todo su ser
en su garganta, Lucía

Laura Rebolloso y Lucía Gutiérrez
Laura Rebolloso y Lucía Gutiérrez

Me llamo Lucía Gutiérrez Rebolloso y nací aquí, en Xalapa. Mis papás son músicos, son Laura Rebolloso y Ramón Gutiérrez, tocan música tradicional de Veracruz. La música siempre estuvo presente en mi vida, no hay un momento en el que haya empezado, todos los días mis papás ponían discos de todo: música clásica, jazz, son jarocho, rhythm and blues y además los veía tocar en sus ensayos.
Mi mamá siempre ponía a Nina Simone, siempre me ha gustado, creo que es mi favorita.
Yo canté desde siempre pero no era lo que más me interesaba, primero me gustaba dibujar, quería ser pintora. Luego entré a una escuela en donde había un coro y eso se volvió muy importante, me gustaba mucho. Cuando estaba en quinto año nos fuimos a Cozumel a un festival de coros y ya me dejó de interesar pintar y mejor quise cantar.

Ya su ser estaba ahí
mas como opaco instrumento
que requiere pulimento
para sacar el rubí
de brillante carmesí
que estaba oculto en los
risos del pelo de un dios.
Paty Ivison y Jelena
emprendieron la faena
de sacar brillo a su voz.

Me gustaba cantar, quería ser cantante pero no sabía cómo hacerlo en serio, no tenían técnica ni nada. Un día acompañé a mi papá a su concierto, me dijeron que si quería cantar y les dije que sí, luego Aleph [Castañeda] me dijo que le gustaba cómo cantaba y me preguntó que por qué no entraba a JazzUV y yo le dije que porque no sabía nada de teoría musical ni nada y me dijo que no importaba, que él me iba a ayudar.

Scott Macklin, Ramón Gutiérrez y Lucía Gutiérrez (Foto, Scott Macklin)
Scott Macklin, Ramón Gutiérrez y Lucía Gutiérrez (Foto, Scott Macklin)

Cuando salió la convocatoria, me inscribió sin que yo supiera y ya solo fui a presentar examen. Entré y me dio clases Paty Ivison, es genial, me ayudó mucho, es muy buena maestra. El semestre pasado me dio clases Jelena [Ćirić], que también es muy buena maestra.
Tengo año y medio en JazzUV. Ya había tenido clases grupales en mi escuela pero jamás en forma. Cuando tenía seis años iba al CIMI [Centro de Iniciación Musical Infantil UV] y tocaba piano pero, como le dieron un trabajo a mi mamá en Seatle, nos tuvimos que mudar y lo dejé y cuando regresamos ya no me volví a meter pero sí me gustaba mucho y, de hecho, ese es uno de mis propósitos, aprender a tocar piano porque me quiero acompañar mientras canto.
Afuera de JazzUV he tomado clases con Jonathan Hoard, me identifico mucho con él, es muy sensible y me llega, es genial, tiene mucha energía y la contagia, soy su fan.

Que no se frenen tus alas,
que sigan en el camino
sin descanso, es tu sino.
En las buenas y en las malas
enciende siempre bengalas
que iluminen como estela.
En el fandango, en la escuela,
en el teatro, en el llano,
entre las teclas del piano
vuela alto, Lucía, vuela

Cantar en coro y cantar como solista es distinto pero las dos cosas me gustan. He cantado en conciertos de JazzUV y como invitada pero todavía no he tenido un concierto como solista. A veces canto una o dos canciones en los conciertos de mi mamá. Una vez me invitó Paty Ivison a un concierto e hice un coro con Valentina Marentes, ella y yo hemos estábamos juntas en la primaria y desde ahí ya cantábamos juntas.
Alonso Blanco me invitó a su cuarteto y grabamos unos videos. En el cuarteto estamos Alonso, Óscar Terán en el bajo, Renato Domínguez en la batería y yo en la voz. También un maestro de JazzUV que se llama Diego Salas me invitó a un proyecto que es como como una fusión de música tradicional de diferentes estados con funky, hip hop, rhythm and blues. Está él en la guitarra, en el bajo Pedro Morán y yo en la voz, todavía no hay baterista, apenas lo va a buscar.

Las voces de los gigantes
son fuente de inspiración
para encontrar la razón
de esos cantos fascinantes.
Voces de hoy y de antes
le han servido de lucernas
para explorar las cavernas
de la voz y la poesía,
esas voces son su guía
pues son voces sempiternas.

Como te dije, yo no sabía nada de los géneros pero siempre me gustó Nina Simone. Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan también son de mis favoritas.

Valentina Marentes y Lucía Gutiérrez
Valentina Marentes y Lucía Gutiérrez

Billie Holiday me encanta. Esas son como las clásicas pero, de las de ahora, me encanta también Diana Krall, soy su fan. Iraida [Noriega] y Magos [Herrera] también me gustan mucho. Lalah Hathaway es muy buena. Y hay otras que me gustan mucho: Andrea Motis, Eva Fernández, Magali Datzira, Esperanza Spalding, Maxine Sullivan, Patti Austin, Rosa Passos, Elis Regina y Cécile McLorin Salvant.
De hombres cantantes, Jonathan Hoard es mi favorito pero también me gustan John Pizzarelli, Gregory Porter, Jacob Collier (él, aparte de cantar toca muchos instrumentos), Louis Armstrong y Jamie Cullum.
Mi son favorito es El aguanieve, también me gustan El trompito y La morena. Entre mis canciones favoritas están I know you know, de Esperanza Spalding. I’ll do me, de Jayna Brown. Don’t you worry about a thing, de Stevie Wonder. So what, de Miles [Davis]. La versión de Rosa Passos de Garota de Ipanema. Be good, de Gregory Porter. Somethin’, de Lalah Hathaway. Let it out, de Alissia. Something y Here comes de sun, de The Beatles. Todas las del disco nuevo de La manta y hay más pero creo que ya con esas, ¿no? [risas].

Su voz ya ha emprendido el vuelo
y alcanzará las alturas
sin freno, sin ataduras.
Voz de lija y caramelo,
de inmensa dicha y de duelo,
de tormentas y de paz.
Voz que se nutre, además,
del blues, el góspel y el son
para darle un corazón
a cada nota del jazz

El jazz es lo que más me llena pero también me gusta mucho el rhythm and blues, el son jarocho y el góspel. Tengo en JazzUV una clase de piano complementario pero nada más son ejercicios y yo quiero poder acompañarme. Todavía no compongo pero sí me gustaría componer y mezclar todos los elementos de la música, el jazz, porque es lo que me gusta, y el son jarocho porque crecí con él, algún día lo voy hacer. Sonex me encanta, soy su fan. También me gustan Macuiles, La Manta, esos grupos. También me gusta bailar son, antes lo hacía más, ahorita ya no tengo tanto tiempo pero sí me gusta.

No resultará sorpresa
que haya cosecha abundante
si estuviste plante y plante
como labriega profesa.
Pues toda siembra es promesa,
nace una luz este día
que llega con alegría
y tamaño de giganta,
nace un ave en tu garganta,
vuela con ella, Lucía

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