En esta entrega final, Samuel Martínez Herrera nos habla de su regreso a San Luis Potosí, de los últimos momentos de su padre, el maestro Jorge Martínez Zapata, y de la fundación del Colectivo San Luis Jazz y del Festival de Jazz Jorge Martínez Zapata

Volver, con frente de jazzista…

Esa fue, a grandes rasgos, la aventura en Puerto Rico. Me gradué en 2010, regresé a San Luis y comenzamos a hacer jam sessions algunos lugares de la ciudad. Al principio había una mesa ocupada, de repente llegaba un músico, dos y luego más y más.

Jorge Martínez Zapata y Samuel Martínez Herrera (Foto tomada de su cuenta de Facebook)
Jorge Martínez Zapata y Samuel Martínez Herrera (Foto tomada de su cuenta de Facebook)

En San Luis Potosí hay una escuela que se llama Centro de las Artes. El edificio es fantástico, todo de piedra, como un castillo, es una antigua penitenciaría en la que estuvo Madero, en la época del Plan de San Luis. En el 2000 sacaron a todos los reos e hicieron un museo. Yo todavía llegué a entrar en el 2004 o 2005, cuando todavía estaba todo como lo habían dejado, entrabas a las celdas y veías todo lo que estaba escrito, sentías escalofríos. Lo arreglaron con un proyecto de INAH, le metieron una lanísima y quedó padrísimo. Hay un área de música, un área de teatro, un área de danza, un área de artes plásticas y una biblioteca.
El área de música se abrió en 2008 y buscaron al maestro Jorge para que hiciera un área de jazz. Era un proyecto al que él tenía mucha fe, estaba muy contento, muy emocionado. Empezó a trabajar pensando en ir trayendo maestros poco a poco. Estaba el trompetista español Jordi Albert, ayudó un poco hacer ciertas cosas, luego salió y se vino para acá, esa es otra historia. Luego, yo entré a dar clases pero como es un área de música en la que hay una parte clásica y una parte de jazz, siempre cuesta un poquito este rollo de la integración, es un poco difícil porque son lenguajes diferentes entonces se deben de abordar, desde mi perspectiva, de diferente forma, el caso es que fue un poco complejo trabajar con la administración que había, mi papá también se fue desilusionando un poco pero hicimos una currícula formal de nivel medio, es lo que se trata de establecer, digamos que es la preparatoria del jazz. Yo creo que es algo bien importante en el país porque no tenemos un nivel medio musical o artístico fuerte, Xalapa es una ciudad donde hay muchas cosas pero es Xalapa, si uno se va dando un roll por todos los estados de la República, se va dando cuenta de que no existe una preparación media musical como en Estados Unidos donde, en la secundaria, tocas en la banda y lees música. A los 15 años todos leen música, aunque luego se les olvide [risas], y eso en México no pasa, lo sabemos.
Las edades de los chavos que vienen a audicionar a JazzUV son 17, 18, 20 años, a esa edad empiezan a estudiar música, en Estados Unidos, a esa edad los chavos ya se están yendo a Europa o están buscando la licenciatura entonces, cuando estábamos pensando en la realidad de la ciudad decíamos no debemos hacer licenciatura, no hay material para eso entonces lo que estamos haciendo allá es básicamente lo mismo que hacen en JazzUV en los tres años de Preparatorios.

Bye, bye teacher

El maestro se enfermó en junio de 2013 y se fue muy rápido, por un lado gracias a Dios porque no sufrió tanto. Aunque nunca salió positivo en los estudios, fue como un cáncer en el páncreas. Lo operaron, se fue a casa y, como de película, me escribió Rodrigo Villanueva, el baterista:
-Samuel, mira, vengo con Eddie Gómez, vamos a estar en México haciendo conciertos, va a estar Stephen Carlson en el piano, quieren llevarnos a San Luis.

Samuel Martínez Herrera con Eddie Gómez (Foto, Jaime Galván)
Samuel Martínez Herrera con Eddie Gómez (Foto, Jaime Galván)

Imagínate, Eddie Gómez fue mi maestro en Puerto Rico y había una unidad muy bonita porque es un gran maestro y un gran ser humano. Me emocioné, empecé a buscar apoyo en la Universidad y en varios lugares y nadie nos apoyaba. Ya estaba yo bien ahuitado, dije no, esto no se va a armar pero dije a ver, vamos a entrar a la Secretaría de Cultura a ver si nos apoyan y la verdad es que cuando hay que decir estas cosas, hay que decirlas, nos apoyaron sin ningún problema, y faltaban tres semanas.
Se armó el concierto el 19 agosto de 2013, fue Eddie Gómez a San Luis y mi papá no podía creerlo, era uno de sus ídolos. Yo le dije a mi papá:
-Presenta el concierto
-Sí, sí
Estaba emocionado pero ya estaba muy débil y muy flaco, ya podía caminar poco. Salió a escena a hacer la presentación y al mismo tiempo el Secretario de Cultura le entregó un par de reconocimientos, que no le pudieron entregar unas semanas antes, por su trayectoria. Fue una cosa increíble porque el teatro estaba lleno y toda la gente estaba aplaudiéndole de pie. Después entendí que esa era su despedida, ya no volvió a estar en público jamás. Lo más bonito fue que Eddie accedió a ir a la casa a cenar con el trío y algunos amigos y tocamos en la sala. Falleció dos o tres semanas después, se fue muy rápido pero bueno, Dios pone las cosas ahí, donde es.

All for all

En 2012 hicimos un colectivo que se llama Colectivo San Luis Jazz. Iniciamos con una serie de ciclos para generar público, la idea era hacerlo cada mes pero es un poco difícil, lo hacíamos cada determinado tiempo. Ahora vamos con el ciclo número 21, son como tres o cuatro conciertos por ciclo. Se trata de presentar la música de una leyenda de jazz con un concierto lo más cercano posible a la grabación, hacerlo didáctico, que la gente entienda qué estilo es ese, que escuchen la música en vivo.
Es algo que yo nunca había visto que se hiciera en México, después se empezó a hacer, a lo mejor pudimos compartir la idea y te voy a decir de dónde saqué la idea: La última vez que fui a Puerto Rico Miguel Zenón empezó a hacer unas caravanas culturales en comunidades, es una maravilla de proyecto y cuando lo vi dije wow, tocaba la música de Woody Shaw, por ejemplo, pero llevaba a Brian Blade en la batería o llevaba a no sé quién, era maravilloso. Cuando regresé a San Luis le dije a mi papá oye, hay que hacer esto entonces junté a una cantidad de chavos que estaban clavados en la música, empezando estudiar y a otros que simplemente les gusta y les dije oigan, vamos a hacer esto.
El primer ciclo fue de Thelonius Monk. Luego invite a Édgar Dorantes a que hiciera su música, el ciclo fue con él, tocó algo a dueto con mi papá. Luego hicimos música de un amigo puertorriqueño que se llama Samuel Morales. Luego hicimos Wayne Shorter. De ahí hicimos Clifford Brown y Miles [Davis], con Jordi Albert, tocamos el Kind of Blue completo. Luego Óscar Terán fue a hacer Paul Chambers. Luego hicimos uno de Jobim, luego uno de Blurhépecha, con Efrén Capiz, de Morelia. Alejandro Bustos fue a hacer Sonny Rollins y Joe Henderson. Luego Alex Rivera, guitarrista de Aguascalientes que está en San Luis, hizo Pat Martino con West Mongomery.
El siguiente año fue Karina Colis e hizo su música. Mi papá hizo Dave Brubeck, fue la última serie de conciertos que hizo, fue en 2013. Emiliano Coronel fue a hacer Charlie Haden con Avishai Cohen, y Lalo Rojas, de Costa Rica, fue a hacer Charlie Parker. Luego paré de hacer ciclos porque se enfermó mi papá y ya no tenía ánimo.
El año pasado hicimos Milt Jackson, con Paco Castañeda. Hicimos la Suite de Guitarra de Claude Bolling. Luego hicimos [John] Coltrane, con Jahaziel Arrocha, panameño, y Fernando Barrios, baterista salvadoreño. Luego, Aldemar Valentín fue a hacer un ciclo de jazz panamericano, hicimos música de Edwar Simon, de Danilo Pérez, de toda esta gente. También hicimos un ciclo pop con música de Presuntos Implicados que se presta mucho para el jazz, hay unos arreglos que hizo Iván «Melón» Lewis para Presuntos Implicados padrísimos, muy jazzísticos, montamos eso y ganamos más público. El último fue el de Duke Ellington, con un contrabajista danés que se llama Lasse Mørck, que tocó a dueto con Édgar Dorantes varias veces, estuvo aquí en la Facultad de Música, yo lo conocí en Nueva York el año antepasado en un seminario, y fue a San Luis e hicimos Duke Ellington, padrísimo.
Este año llevamos dos ciclos, primero, Roberto Picasso hizo Kenny Burrell y el segundo se lo dedicamos a Rubén Blades, hicimos toda la música de Rubén Blades como es, en salsa. Como estaba dentro de los ciclos de jazz, la gente no entendía por qué salsa y les dije es que la salsa viene del jazz, también.
También celebramos el Día Internacional del Jazz, hicimos una historia del jazz, empecé con Scott Joplin, luego otros chavos hicieron un tema de Robert Johnson, luego Louis Armstrong tocando Potato Head Blues con tuba y todo eso, en estilo dixiland, y así, fuimos haciendo algo de swing, Duke Ellington, Be Bop, Cool Jazz, Free Jazz y Latin Jazz. Fue un concierto de la historia del jazz y creo que a la gente le gustó mucho.

Al maestro con cariño

FestivalEn septiembre de 2014, por iniciativa del Colectivo se generó el Festival de Jazz Jorge Martínez Zapata. Iniciamos con la Música Integral que él hizo, junté todo lo de ese concierto de San Antonio que te mencioné, ensayamos y lo pusimos, con eso se inauguró el Festival, Jorge Moreno en la jarana y Ernesto Anaya en el violín fueron los músicos de la escena de la música mexicana. Llevamos a Justo Almario para que cerrara el Festival pero tocó con nosotros un tema, volvió a tocar esa música que había hecho años atrás, fue maravilloso. También estuvo Mark Levine, Elías Celpa, Vladimir Coronel y estuvo InSax, un grupo de cuatro saxofones con Arturo [Caraza] y tres costarricenses.
El año pasado hicimos la Segunda Edición con Abraham Barrera Trío, Agustín Bernal, Roberto Picasso con Beto Medina, a dueto, y bandas de San Luis.
El tercero va a ser del 1 al 3 septiembre, en cuanto tengamos el programa, lo daremos a conocer, estén pendientes.

PRIMERA PARTE: Learning to Fly
SEGUNDA PARTE: Sueño de albor y jazz



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