Esta semana Javier Duarte se vio forzado a abandonar su plácido sitio de descanso, una lujosa finca conocida como «El Faunito”, ubicada en la carretera federal Fortín-Orizaba, con espectacular vista hacia la barranca de Metlac.

Allá se había pasado toda la semana pasada. Los habitantes de Fortín de las Flores lo tienen muy claro, pues enseguida se percibe el movimiento de las conocidas camionetas Suburban que utiliza el personal de Ayudantía y que solían instalarse en el hotel El Pueblito, pero que a últimas fechas se han mudado a las suites Magnolias.

Todos los días de la semana pasada, muy temprano por la mañana, los pobladores de Fortín y los alrededores veían el sobrevuelo de uno de los helicópteros que el propio Javier Duarte le asignó a la Fiscalía General del Estado, y que ha estado cubriendo el trayecto Fortín-El Lencero.

Cuentan quienes de esto saben que el viaje lo hacía el Gobernador en compañía de algunos de sus colaboradores. Su familia se quedaba en «El Faunito». Como bien lo describió el propio Héctor Yunes Landa, los momentos que pasaba en Casa Veracruz, la semana pasada, el Gobernador atendía sus asuntos «en chanclas y en short, de camiseta o playera».

Los boletines del SAT y del PRI del pasado fin de semana, pero principalmente el anuncio dado a conocer desde Los Pinos, de manera conjunta entre la PGR y Presidencia, de que impugnarían las reformas propuestas por el Gobierno de Veracruz, motivó que Javier Duarte saliera de su zona de confort y se volviera a subir al ring.

Para «calmar a la fiera», el propio Javier Duarte, a través de su medio gratuito de difusión más socorrido (Twitter) reculó en los temas que le objetó el Gobierno Federal y que aún no sometía al voto de los legisladores locales.

Pero no se quedó con las ganas. Pujó, y fuerte, para conseguir otras reformas que tienen como objetivo minarle el camino a su sucesor.

Este jueves 29 diputados «delincuentes» (según la opinión de Yunes Linares) aprobaron la propuesta de decreto enviada por el Gobernador en funciones, con el que se inicia el proceso de basificación del personal de confianza del gobierno estatal.

Y no se quedará ahí. Envió una nueva iniciativa para que los actuales magistrados del Poder Judicial duren en sus encargos hasta 15 años, en lugar de los diez años que hoy establece la ley. Y ya un juez federal de Xalapa negó la suspensión definitiva en el amparo solicitado por un abogado (Víctor Pérez Arabella) inconforme con el procedimiento para designar a 22 notarios públicos en los meses finales del Gobierno de Veracruz.

Además, por fin fue atendido por un funcionario de primer nivel del Gobierno Federal. Se reunió este jueves con el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia.

La jornada del jueves fue -al parecer- positiva para Javier Duarte, aunque muchos de sus logros serán revertidos apenas entre en funciones el próximo Congreso local. Con su actitud de franca confrontación, lo que está consiguiendo el aún Gobernador es unir a las fuerzas opositoras en su contra.

Morena no es proclive a sumarse a las propuestas de Acción Nacional, pero ante la creciente impopularidad de las acciones de Javier Duarte, los legisladores de Andrés Manuel terminarán jugando con el score para no verse arrastrados por la ola antiduartista.

Ya están preparando en «El Faunito», aquella que fuera casa de descanso de los industriales azucareros, otra alegre fiesta como la que hubo el pasado fin de semana, con los amigos (que no empleados) más cercanos a Javier Duarte, gente de gran poder económico, como Franky García, los Porres o los Manzur.

Cuentan que en estas bacanales -a las que no falta el fiscal Luis Ángel Bravo- se pierden las inhibiciones y se dicen sus verdades, pero también se cierran pingües negocios y se toman decisiones torales para el destino del Estado.

Pareciera que se están queriendo despedir.

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