En el góspel, la voz se pone al servicio de la fe, en reciprocidad, la fe toma posesión de las gargantas para que de ellas broten borbotones de paz y de esperanza. Eso sucedió la tarde del sábado 25 de junio, cuando el Parque Juárez fue tomado por asalto por el coro góspel que formó Jonathan Hoard especialmente para esa presentación con alumnos de diversas instituciones educativas y cantantes aficionados.

El año pasado, el saxofonista Mario Castro estuvo presente en la primera edición del Festival, entonces llamado Primer Encuentro Internacional de Jazz Xalapa 2015. En su concierto comentó que en Nueva York, él y su grupo compusieron una canción para, dedicada a Xalapa, que estrenarían en el Encuentro. La pieza aún no tenía nombre, un encuentro ocasional y lleno de ternura les dio la clave:

«Ayer estábamos comiendo afuera, en una mesa, y tuvimos una conversación muy profunda con una niña que se acercó y preguntó:
-¿Cómo se llama él?
-Jonathan [Hoard]
-Y el otro moreno, ¿cómo se llama?
-Jonathan [Pinson, el baterista del grupo]
-¿Pero cuántos trajeron?, ¿hay mujeres así, negras?
Nos encontramos a esa muchachita vendiendo chicles y los cinco estábamos súper inspirados por ella, por su habilidad, a los seis años, de hablar, de preguntar y tocar el pelo sin miedo, como un ser humano transparente, así que a Josh Shpak se le ocurrió llamar esta canción Clara, el nombre de la muchachita, y esta canción es para ella y para ustedes»

Este año, Clara estuvo como invitada especial en el concierto del Coro Góspel, sobre su encuentro con los músicos el año pasado comentó: «Les pregunté por qué eran de color negro y porqué casi todos se llamaban Jonathan, y se hicieron mis amigos…Estoy muy emocionada de ver otra vez a mi amigo [Jonathan Hoard], aunque solamente habla inglés»

Esas son las cosas que hacen que el Festival haya cobrado una dimensión humana que lo trasciende todo.

«Cantamos porque estamos felices, cantamos porque estamos libres» dijo Hoard durante una presentación catártica en la que misticismo y buenaventura se confabularon para hacer del Festival de Jazz, un acto de amor y paz.

Gracias a Conexión Cultura Errante A.C. podemos revivir, cuantas veces queramos, tan memorable presentación. Disfrútenla.

Jazz en la tierra a los hombres de buena voluntad

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