No parece que pueda terminar pronto el rosario de revelaciones en torno a la enorme fortuna del antaño humilde burócrata Vicente Benítez González, convertido en menos de una década en un célebre millonario que tiene de cabeza a las autoridades judiciales de Costa Rica, por posibles actividades orientadas a lavado de dinero, y al que ya le ha echado el ojo el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, quien lo considera parte de la banda de saqueadores del erario en Veracruz.

Hasta ese país centroamericano, considerado por muchos como la Suiza de América (no porque puedan enviarse capitales a su banca para ocultarlos de miradas inquisitoriales, sino porque no tiene ejército y es famosa su doctrina de paz), ha llevado Vicente Benítez sumas importantes de dinero, obtenidas no precisamente con negocios lícitos sino, se presume, extraídas de las cuentas bancarias del gobierno estatal que él ha manejado, con total respaldo de sus jefes, tanto en la Sefiplan como en la Secretaría de Educación e, incluso, la Sedesol estatal.

Pero Benítez González, que en cuatro meses habrá de protestar como diputado local por el distrito de San Andrés Tuxtla (y obtener el fuero constitucional que le es urgente), parece que ha sido elegido como la víctima propiciatoria, cuya figura de trapo es lacerada con alfileres por brujos de Catemaco, para desviar la atención de la mano justiciera que busca llevar a tribunales a todos aquellos que en los últimos 12 años han hecho enormes fortunas a costa del dinero público.

¿Es el que menos robó o es el que tuvo menos cuidado de ocultarlo? Cualquiera sea la razón, y mire que abundan quienes no dudaron en lucir sus súbitas fortunas a los cuatro vientos, es el que más abiertamente está en el ojo del huracán que ingresará el próximo 1 de diciembre a Veracruz, y que seguramente también tocará a los peces gordos.

Pero no es la primera vez que Vicente Benítez aparece en el breviario de la corrupción y la impunidad. Ya había cobrado notoriedad nacional con el famoso caso de las ‘maletas voladoras’, cuando en enero de 2012 dos empleados bajo su mando fueron interceptados en el aeropuerto de Toluca y detenidos por elementos de la PGR por transportar maletas conteniendo 25 millones de pesos en efectivo, sin poder acreditar su origen, aunque todo mundo presume que se enviaban a un dirigente del PVEM para apoyar la campaña del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto.

Luego, Tomás Ruiz González, en ese entonces Secretario de Finanzas y Planeación, argumentó que eran destinados al pago de servicios de grupos artísticos que participarían tanto en la Fiesta de la Candelaria, en Tlacotalpan, como en la Cumbre Tajín, y hasta logró el retorno de los recursos, con intereses incluidos, un caso del que habló el expresidente Felipe Calderón durante un acto de campaña del ahora gobernador electo de Veracruz.

En la mira de la prensa costarricense

Lo que ahora se cocina, sin embargo, no tiene nada que ver con vendettas políticas locales (aunque sus enemigos ayudaron a la difusión del caso), sino a presuntas investigaciones realizadas por autoridades ministeriales de Costa Rica, según consta en reportajes difundidos tanto por la televisión tica como por publicaciones periódicas como las del diario Extra, que ofrece una descripción detallada del enorme poderío económico que un burócrata en Veracruz puede adquirir cuando se le pone donde hay.

A raíz de la acusación hecha en campaña por Miguel Ángel Yunes Linares, Diario Extra  publicó en su edición del miércoles 16 de marzo una nota en que vincula dichas acusaciones con presuntas indagatorias realizadas por la Dirección de Inteligencia y Seguridad, por la vinculación del tuxtleco con empresarios de quienes se sospechan actividades de lavado de dinero. Veamos lo que plantea el rotativo tico:

“DIARIO EXTRA tiene copia de documentos de la unidad de investigaciones criminales de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) del gobierno de Costa Rica, donde vinculan a Vicente Benítez con el empresario sancarleño Alberto Rodríguez Baldí.

“Sobre ese supuesto ligamen, tanto Baldí como su abogado, Juan Marco Rivero negaron esa información en una comparecencia de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa.

“El informe revela bajo el numeral ETC0282013, con el titular de Crimen Organizado, que fue Rodríguez Baldí quien recomendó a un grupo de mexicanos invertir en la zona donde tiene sus proyectos turísticos, entre ellos Benítez.

“Según consta en el Registro de la Propiedad la esposa del mexicano cuenta en nuestro país con diferentes propiedades registradas a su nombre, todas ellas de gran extensión en Aguas Zarcas y Ciudad Quesada de San Carlos. Benítez, extesorero de Veracruz, renunció a su cargo en 2012 luego de ser detenido en el aeropuerto de Toluca en México mientras transportaba consigo cerca de $1,7 millones (¢870 millones) que fueron investigados por supuesta legitimación.

“La Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) confirmó que Benítez cuenta con múltiples ingresos a nuestro territorio, la mayoría de veces lo hizo por medio del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

“La esposa del exfuncionario del gobierno, en apariencia sigue viviendo en la Zona Sur del país con su hijo, pues no reporta ninguna salida legal en DGME.”

Esta nota no ha sido la única publicada por Diario Extra y que el viernes pasado fue retomada por medios estatales. El jueves 14 de enero de este año, Diario Extra había publicado la vinculación entre Vicente Benítez y el empresario tico bajo sospecha de operaciones ilícitas por el gobierno de su país.

Señala que los escándalos mediáticos en que ha estado envuelto Benítez en nuestro país, la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) envió a las autoridades judiciales informes sobre la relación que el mexicano tiene con Alberto Rodríguez Baldí:

“…un mexicano identificado como Benítez González Vicente Guillermo, podría estar realizando importantes inversiones en bienes raíces en Ciudad Quesada, San Carlos. Según indicó la fuente, a finales del 2012, unos mexicanos, recomendados por el abogado Rodríguez Baldí Alberto, empresario turístico de La Fortuna de San Carlos, se contactaron con un contador privado de Ciudad Quesada, indica la fuente que el contador realizó el estudio, por lo que los mexicanos le pagaron alrededor de tres millones de colones, cancelados en efectivo en dólares”.

¿De dónde salió la millonada?

Diario Extra describe que el escrito de la DIS expone que desde el día en que empezaron las inversiones de los mexicanos el derroche de dinero era evidente y la conformación de sociedades anónimas se hizo pan de cada día bajo la tutela del mismo abogado para llevar la documentación al Registro de la Propiedad.

“Estos mexicanos contactan de nuevo al contador para constituir una sociedad anónima para hacer inversiones en el cantón de San Carlos, el contador se niega aludiendo que estos trámites deben ser realizados por un abogado. Día después a los hechos, los mexicanos contactan al Lic. Murillo Murillo Douglas y este les constituye la sociedad con la que proceden a la compra de terrenos en Ciudad Quesada, uno contiguo a la sede del Registro Civil en Ciudad Quesada, donde planean construir un hotel. Se consulta a otras fuentes, las que confirman que efectivamente hay unos mexicanos invirtiendo en Ciudad Quesada, relacionados con la familia Núñez Rodríguez de Ciudad Quesada”, se lee en el texto confidencial en poder de DIARIO EXTRA.

Según el rotativo, además de meterse en el negocio del turismo, los inversionistas junto a la familia tica se adentraron en otras inversiones de tipo personal y comercial, extendiéndose por diferentes lugares de San Carlos.

“Al realizar un estudio preliminar de la familia Núñez Rodríguez, las propiedades y sociedades anónimas constituidas a la fecha están a nombre de Núñez Rodríguez Yanory, quien en 2011 constituye una empresa con el nombre de EUFORICA, inscrita en la Municipalidad con el nombre de Estética de Uñas, dedicada al tratamiento de uñas, pies y manos. (…) Además compran un terreno en la localidad de San Gerardo, donde construirán una casa de habitación y una propiedad en Aguas Zarcas de San Carlos, con la existente a un costado del Estadio Carlos Ugalde Álvarez, en Ciudad Quesada”, agrega el informe.

Además, Yanory Núñez se registra como presidenta de dos sociedades anónimas en las cuales figuran el mexicano Benítez como tesorero y su esposa como secretaria.

Pero el caso Benítez es solo la punta del Iceberg de la corrupción en Veracruz. Ya seguiremos con más pistas en los siguientes días.

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