De los senadores del PRI y del PVEM ya se esperaba esa charada sobre la Ley del Sistema Nacional Anticorrupción, pero lo que en realidad ha sorprendido es la sospechosa colaboración de siete legisladores del PAN y PRD en la Cámara alta del Congreso de la Unión –los cuales misteriosamente se “esfumaron” a la hora clave de la votación–, ya que apenas diez días antes las alianzas electorales de sus partidos fueron las gran favorecidas por el electorado en siete de los 12 estados donde el pasado 5 de junio se eligieron gobernadores, entre ellos los de Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo y Durango, donde en 87 años no se había dado la alternancia.
Y es que, no obstante que en algunas entidades como Veracruz postularon a candidatos “malolientes” e “impresentables” como los catalogó en un reciente artículo periodístico la politóloga Denise Dresser, sin embargo la ciudadanía decidió apoyarlos con su voto de castigo emitido precisamente contra la corrupción intolerable de los gobernantes del partido tricolor.
¿Qué acuerdos subrepticios traen con el PRI y el gobierno federal las cúpulas del PAN y PRD que sus dirigentes nacionales Ricardo Anaya y Agustín Basave, principales promotores del Sistema Nacional Anticorrupción, no tomaron las debidas precauciones para asegurarse de que sus legisladores permanecieran en el salón de sesiones y votaran a favor de la iniciativa conocida popularmente como la “Ley 3de3”, tal como la propusieron los más de 634 mil mexicanos que firmaron el proyecto? ¿Por qué hasta ahora ni siquiera los han reconvenido? ¿Qué otros intereses políticos hay realmente en el fondo?
Porque no parece ser casual que dos conspicuos senadores del PAN como Jorge Luis Preciado y Héctor Larios hayan acudido a la sesión en la que se discutía la Ley del Sistema Nacional Anticorrupción y que de manera inexplicable abandonaran el recinto justamente cuando se votaba la Ley 3de3.
Su evasiva actitud obviamente ha despertado todo tipo de sospechosismo, ya que este par de legisladores del partido blanquiazul también tienen en común que, en distintos momentos, fueron coordinadores de los grupos legislativos del PAN: Larios de los diputados y Preciado de los senadores, coincidentemente cuando su par en la respectiva bancada del PRI fue ni más ni menos que Emilio Gamboa Patrón, a quien algunos medios de comunicación definieron como “el gran seductor de opositores que hacía sonar el pandero en la maratónica y decepcionante sesión del martes”.
Por cierto, como Manlio Fabio Beltrones y Carolina Monroy del Mazo, presidente y secretaria general respectivamente del CEN del PRI, no pudieron acudir a Soledad de Doblado el miércoles 1 de junio al cierre de campaña del candidato priista a la gubernatura de Veracruz, Héctor Yunes Landa, el que trajo la representación de la dirigencia nacional del partido tricolor fue Gamboa Patrón.
Como ya se sabe, en ese último acto multitudinario del Revolucionario Institucional no acudió el gobernador Javier Duarte, considerado un lastre por el candidato del PRI debido al descrédito y repudio popular de su administración, pero en cambio sí estuvo presente el senador Gamboa.
¿Le habrá abonado algo al priista Yunes Landa este otro “demonio del Edén”, como la escritora y periodista Lydia Cacho Ribeiro los llamó en su célebre libro sobre la red de pederastia que encabezaba en Cancún, Quintana Roo, el empresario Jean Succar Kuri, sentenciado a prisión vitalicia por corrupción de menores y cuyo nombre volvió a resonar en el segundo tramo de la reciente campaña por la gubernatura de Veracruz?
Pero, vamos, de los tentáculos de la llamada “mafia del poder” –a la que recurrentemente se refiere el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador–, no escaparon ni los senadores del Partido del Trabajo (PT), pues seis de sus legisladores no votaron, y una, la velocista sonorense Ana Gabriela Guevara, simplemente se abstuvo.
Lo curioso es que, aparte de Guevara, otros senadores del PT como Manuel Bartlett y Layda Sansores, también muy cercanos a López Obrador, se ausentaron inexplicablemente de esta sesión a la hora en que debían emitir su voto a favor o en contra de la Ley 3de3.
En el caso del PT se presume que habría sido otro pago de factura al priismo por haberle salvado su registro como partido político nacional, ya que en el proceso electoral federal de 2015 sólo pudo alcanzar el 2.991 por ciento de los votos; finalmente logró el 3 % mínimo que exige la ley porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó anular algunas casillas electorales, lo que redujo el total de la votación.
¿O a poco fue casual que el PT se aliara este año ¡con el PRI! en algunas de las 13 entidades que tuvieron elecciones locales, o que, como en el caso de Veracruz, alquilara su membrete para postular a la ex panista Alba Leonila Méndez Herrera, como parte de la estrategia priista para restarle votos a la alianza PAN-PRD?
Héctor Yunes no para
Acompañado del dirigente estatal del PRI, Amadeo Flores Espinosa, este jueves el senador con licencia Héctor Yunes Landa desayunó en la Ciudad de México con el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Luego de departir con el político sonorense, Héctor Yunes se reunió por espacio de dos horas con el diputado federal César Camacho Quiroz, líder la bancada priista en San Lázaro.
Más tarde, ya de regreso en el estado, el ex candidato priista a la gubernatura estuvo con los diputados locales electos del PRI y de los partidos que conformaron la coalición “Para Mejorar Veracruz”.