El Organismo Público Local Electoral, OPLE, no acababa de entregar la constancia que acredita a Miguel Ángel Yunes Linares como gobernador electo de Veracruz, cuando las especulaciones en torno a la integración del próximo gabinete del estado ya circulaban en medios y redes sociales.
Personajes como Enrique Pérez Rodríguez, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, Jorge Vera Hernández, Uriel Flores Aguayo, Jaime Téllez Marié, Abel Cuevas Melo, Genaro García Luna, Agustín Basilio de la Vega e Iván Hernández Gutiérrez comenzaron a sonar con insistencia prácticamente desde que se conocieron los resultados de la jornada electoral del domingo 5 de junio; sin embargo, hasta hoy, Yunes Linares ha sido hermético en cuanto a deslizar algún nombre.
Nos comentan desde Acción Nacional que el tema de la integración del próximo gabinete no será abordado de manera pública, sino hasta que llegue el momento de la toma de protesta o, en su caso, durante la última semana de noviembre; de hecho, se espera que el único nombre que se difunda sea el de la ex secretaria del ayuntamiento de Boca del Río, Indira Rosales San Román, abogada especialista en derecho penal, quien la mañana de este martes fue mencionada por el gobernador electo como jefa su oficina y agenda.
Recientemente, por otro lado, surgieron comentarios sobre la posible incorporación, al equipo del panista, del ex subsecretario de gobierno y ex secretario particular del gobernador Javier Duarte, Enrique Ampudia Mello; al respecto, nos dicen que el nombre ni siquiera se ha considerado.
Lo más seguro es que el próximo gabinete veracruzano será integrado por figuras de peso, no necesariamente político, dado que el gobernador electo llegará al cargo con dos objetivos claros: primero, llamar a cuentas a quienes han sido señalados, en el actual gobierno estatal, como responsables de un manejo desaseado de los recursos públicos; y, al mismo tiempo, consolidar un proyecto para conservar el gobierno estatal hasta 2024.
En Acción Nacional corren comentarios en el sentido de que la próxima candidatura al gobierno estatal bien podría recaer en el actual alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez; sin embargo, para cristalizar ese proyecto, Yunes Linares tendrá que encabezar un gobierno que ofrezca los resultados que demandan los veracruzanos en materia de empleo, combate a la pobreza, seguridad y lucha contra la corrupción; y, a la par, evitar que se le señale por los mismos vicios que hoy critica.
A propósito de ese objetivo de Miguel Ángel Yunes por conservar el gobierno estatal en las elecciones de 2018, en Acción Nacional prevalece un ambiente de optimismo, tanto por los resultados de la pasada contienda, como por la percepción de que muy difícilmente el Partido Revolucionario Institucional se levantará, en el plazo inmediato, del descalabro sufrido.
Pues bien, en ese camino rumbo a 2018, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien ha realizado un interesante trabajo en el ayuntamiento de Boca del Río, podría encontrarse con el senador priista José Francisco Yunes Zorrilla; con el diputado federal Javier Herrera Borunda, hijo del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán; o, incluso, con el propio senador con licencia Héctor Yunes Landa, quien podría buscar una segunda oportunidad para llegar al cargo, ya sin el lastre de la actual administración.
La revisión a las cuentas
Un día después de que Miguel Ángel Yunes lanzara un exhorto al actual ejecutivo estatal, Javier Duarte de Ochoa, para que rinda un informe sobre la situación financiera de Veracruz, y luego de que el gobernador electo anunciara la solicitud para adelantar el proceso de entrega recepción, la respuesta llegó del secretario de gobierno, Flavino Ríos Alvarado, quien señaló que ello ocurrirá hasta el primero de noviembre.
El 13 del presente mes, el panista informó a los medios que integraría, esta misma semana, los equipos de auditoría a todas las dependencias del gobierno estatal, incluyendo recursos, nómina, muebles y bienes inmuebles. En ese sentido, urgió a las actuales autoridades a permitir la revisión minuciosa.
Sin embargo, a la actual administración no le corre prisa; este martes, el secretario de Gobierno señaló que la ley es clara en cuanto a que el proceso de entrega recepción iniciará 30 días antes de la toma de posesión del nuevo gobernador, esto es el día primero de noviembre porque Yunes Linares llegará al cargo el primer día del último mes del año.
De igual manera, ante los medios locales, Ríos Alvarado evadió las preguntas sobre si puede, Miguel Ángel Yunes, enviar auditorías, antes de esa fecha, a la actual administración.
Lo evidente es que a partir de la victoria de Acción Nacional el 5 de junio, comenzaron los días de intranquilidad y nerviosismo tanto para el gobernador Javier Duarte como para al menos una docena de funcionarios y ex funcionarios de la administración veracruzana, gente que ha tenido al alcance de la mano el cajón del dinero público y lo ha manejado a su antojo. @luisromero85