Mutatis Mutandis

Por Rafael Arias Hernández.

No confundir, ni confundirse. Primero lo primero. La decisión es nuestra, de todos y cada uno.

La Democracia se basa en la participación individual y social permanente, no solo de vez en cuando.

Empieza con votar y vigilar; continúa al evaluar siempre, toda acción de gobierno para reafirmar y consolidar, o corregir y modificar; y concluye, al retroalimentar, fortalecer y mejorar. Ciclo interminable, que periódicamente se reanuda.

La elección es importante, pero solo es parte de la participación imprescindible para  legitimar y gobernar a todo gobierno, para evaluarlo, fortalecerlo, revocarlo o  renovarlo.

Llego la hora, hay que empezar por ir a votar y también vigilar que no se altere la voluntad popular, para que  gobierne, quien en verdad tenga la mayoría. Ni claudicación ni simulación.

Valorar, evaluar y no olvidar.

Imposible ignorar  irresponsabilidad, ineficiencia y delincuencia gubernamental. Los veracruzanos no se  merecen tantas limitaciones y  sacrificios, tanto dolor y sufrimiento. Inocultable, Veracruz es ahora más pobre y hambriento, saqueado y sumido en la adversidad.

Llego la hora de elegir y también de valorar. Evaluar para no fallar. ¿Y los  responsables y culpables, así como el partido que los postulo y apoya, encubre y protege?

Para elegir dentro de las opciones disponibles, es preciso recordar y tener muy presente quienes son los responsables de estar como estamos.

A pesar de la carísima “guerra sucia” con cargo al presupuesto, contra el principal candidato opositor. Más allá de la costosa distracción y enajenación mediática, también financiada con recursos públicos. Por encima de la abyección y servilismo de medios y comunicadores al mejor postor.

A pesar de todo. Se tiene ahora al alcance la oportunidad liberadora, o cuando menos de inicio de cambio, que puede y debe empezar con la responsable e inaplazable decisión de limpiar, extirpar tumores y expulsar parásitos y depredadores políticos y gubernamentales.

A casi todos los veracruzanos urge el cambio. Probado esta que Justicia sin efectividad es impunidad.

A falta del indiscutible derecho, hasta hoy negado o conculcado, de revocación de mandato. ¿Qué hacer con ineptos y corruptos?
La costumbre impuesta por la cultura del desinterés y el conformismo es no hacer nada, si acaso lamentar; y, en el colmo secundar, respaldar y elegir a redentores de la eterna esperanza, a salvadores de la promesa y a supuestos líderes o guías del compromiso que jamás se cumplirá.
Conclusión generalizada; seguir en más de lo mismo es masoquismo, obsesión suicida.

Mutatis Mutandis: cambiar lo que se deba cambiar

Las generaciones presentes y futuras preguntan y  preguntaran. ¿Por qué continuar más de lo mismo y peor? ¿Cómo es posible que sigan,  mantengan y  reproduzcan intocables y reciclables?

La razón, simple persistencia de continuidad sobre cambio, dominación de ineficiencia y delincuencia, que sostienen  simulación como forma de gobierno y  persistencia de impunidad, como garantía y sistema.
Oportuno regresar al tema. Primero participar y vigilar; y a la vez, tener presente, cuando menos otros tres aspectos importantes;

Segundo, responsabilizar y exigir a gobernantes y partido en el poder, rendir cuentas,  informar y explicar por qué se llegó a tan lamentable situación, de crecientes pérdidas, retrocesos y desastres presentes y los que vendrán; pero sobre todo,  exigir justificar clara y ampliamente,  administración, uso y destino de los recursos públicos, endeudamientos, concesiones y privatizaciones; así como lo referente a las atribuciones y obligaciones  a su cargo, en especial el cumplir y hacer cumplir la ley.

Tercero,  denuncia y combate, verdadero y efectivo, a delincuencia gubernamental. Asumir ya, actitud y conducta responsables, para fortalecer el Estado de Derecho, dar vigencia y aplicación a la ley, hacer de la Justicia una realidad, para combatir siempre corrupción y complicidad.
Y cuarto, enfrentar y detener a  delincuencia electoral, y  a su conocida estrategia  de favorecer la minoría mayor en el poder, la de divide y vencerás.

Delincuencia fomentada y padecida, en la proliferación de candidatos mercenarios, alquilados, farsantes y perdedores por definición y convenenciera intención. Habilitados y financiados solo para atraer, captar apoyo y respaldo ciudadano, restándolo y reduciéndolo a quien si representa una verdadera oposición y posibilidad de alternativa. Prioritario favorecer voto útil, que no fragmente ni divida y garantice en realidad, el cambio verdadero y no simulado.

Ineficientes y delincuentes, están presentes e influyen, apoyados en el uso y abuso de recursos públicos, y de atribuciones y funciones institucionales, para impedir el reconocimiento y mandato de la voluntad mayoritaria, que debe legitimar a todo gobierno democrático; e incluso, operan para remplazar, suplantar e imponer cómplices, aliados o incondicionales sin la debida y suficiente experiencia o capacidad, y mucho menos representatividad y respaldo popular, afectando y limitando la representación pública con impostores, “cachirules” o farsantes, y así asegurar la continuidad de la impunidad, del crimen sin castigo. .

Hampa electoral y delincuencia gubernamental.

Ineludible enfrentar transgresión, falta y violación de la ley. Indispensable sostener esfuerzo permanente contra crimen y delito en general, y en particular contra ineficiencia y delincuencia gubernamental (con su hampa electoral) de cualquier color. Obligado insistir en hacerlo, por su importancia y consecuencias.

Su erradicación es fundamental para atender necesidades sociales y resolver viejos y nuevos problemas, para reducir y eliminar injusticias, limitaciones y sacrificios, sobre todo de los más débiles, marginados y desprotegidos.
Esto nos lleva a regresar al origen y destino de la política y el gobierno, como formas de expresión de la voluntad y la participación de la población.

Ahora y siempre, hay que pensar primero en los seres humanos, en su presencia, desarrollo y reproducción. En la seguridad y bienestar social de presentes y futuras generaciones; y, desde luego, en la atención especial a grupos vulnerables, en desventaja o desvalidos.

Necesario el esfuerzo permanente, sin tregua ni descanso. Lucha que nunca termina.

Imprescindible, aportar y desarrollar ideas, elaborar y actualizar diagnósticos; y también sostener atención, acción y solución, a todo  lo que ocasiona, relaciona y representa existencia y  convivencia humana, y su relación con la naturaleza.

Hay que darse cuenta de lo que sucede, de la realidad repleta de inseguros, pobres, hambrientos y sedientos de justicia.
*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez.