Con la mirada puesta en la sucesión presidencial de 2018, el ex presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala se andan placeando en las 12 entidades donde este 5 de junio serán electos gobernadores.
La señora Zavala acompañó a Miguel Ángel Yunes Linares en el puerto de Veracruz y en Coatzacoalcos, mientras que Calderón estuvo este domingo en Boca del Río, donde además de acusar al gobernador Javier Duarte de peculado le imputó también al mandatario priista haber entregado el estado a los grupos criminales, aunque al día siguiente el ex Presidente matizó su señalamiento. “Cuando digo que el PRI ha entregado al crimen organizado al estado, no menciono directamente a Duarte en esto del crimen organizado, porque esto viene de mucho atrás. Creo que los testigos que han señalado un acuerdo entre el gobierno anterior de Veracruz y Los Zetas, que está en varias Cortes de Estados Unidos, han sido muy claros en esto”, declaró este lunes el ex mandatario mexicano.
¿Qué tan atrás, según Calderón, el PRI entregó la entidad al crimen organizado? ¿Acaso cuando Yunes Linares fue secretario general de Gobierno y el “hombre fuerte” de la administración del gobernador Patricio Chirinos (1992-1998), en cuyo régimen casualmente se estableció en Veracruz el narcotraficante Albino Quintero Meraz, (a) Don Beto, detenido hasta mayo de 2002 en el puerto jarocho por elementos del Ejército?
Sin embargo, al expresar que “creo que los testigos que han señalado un acuerdo entre el gobierno anterior de Veracruz y Los Zetas, que está en varias Cortes de Estados Unidos, han sido muy claros en esto”, el ex Presidente parece referirse al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien, en efecto, ha sido aludido por algunos testigos protegidos que operaban para el Cártel del Golfo, los cuales declararon en una Corte del estado de Texas contra el empresario tuxpeño Francisco Colorado, acusado de lavar dinero para Los Zetas.
¿Por qué no mencionó por su nombre al ex gobernador priista y, sobre todo, por qué como Presidente de la República y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas no procedió en su momento contra Herrera Beltrán, si ya tenía indicios de los presuntos vínculos del gobernante veracruzano con el cártel de Los Zetas? ¿No acaso estos criminales secuestraron en junio de 2009 a su amigo Francisco Serrano Aramoni, administrador de la Aduana Marítima del puerto de Veracruz, quien hasta la fecha sigue en calidad de “desaparecido”?
¿Qué compromiso político o complicidad traía Calderón con Herrera, que se abstuvo de perseguirlo y ahora se abstiene de mencionarlo directamente? ¿Acaso fue por el presunto apoyo que Fidel le dio en la elección de 2006 en la que prácticamente le robó la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador, quien al inicio de la campaña le sacaba más de 20 puntos de ventaja al panista que había arrancado en tercer lugar?
Por eso, en respuesta a lo que el ex Presidente dijo en el mitin de Boca del Río el domingo anterior, el ahora dirigente nacional de Morena escribió en su cuenta de Twitter @lopezobrador: “Vean al hipócrita de Calderón contra el corrupto de Duarte y en apoyo a su cómplice Yunes Linares. Una piltrafa moral hablando de honestidad”.
Ya el 25 de enero de este año, el reportero Álvaro Delgado, de la revista Proceso, a raíz del escándalo que sacudió al PAN por los nexos de la diputada local de Sinaloa, Lucero Guadalupe Sánchez López, con Joaquín “El Chapo” Guzmán, había cuestionado a la ex pareja presidencial que le exigieron cuentas al ex dirigente Gustavo Madero y a su operador político y financiero Jorge Villalobos por la postulación de la legisladora sinaloense. “Si alguien dio protección a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y pactó con él fue precisamente Calderón, avalado de principio a fin de su sangrienta guerra sexenal por Margarita Zavala, quien va dejando los ropajes panistas para irse enfundando el atuendo ‘ciudadano”, apuntó el periodista, quien criticó a la ex primera dama porque “luego de otro ostentoso acto de propaganda de su proyecto presidencial, afirmó que la postulación de la diputada Sánchez López es sólo un ejemplo de cómo el crimen organizado afectó, ‘desde hace tiempo’, las estructuras del PAN, que debería pedir perdón por haberlo hecho”.
El reportero de Proceso conminó a Zavala a precisar desde qué tiempo, “si desde que su marido estaba al frente del gobierno y, si fue así, por qué no procedió contra esos panistas, y si fue después del sexenio, por qué no lo denunció”.
“Quizá se refiera a personajes del PAN que han estado en el entorno del propio Calderón”, citando, entre otros, “al diputado Ulises Ramírez, jefe de asesores de Juan Camilo Mouriño y acusado de vender la plaza del Estado de México a Guzmán Loera”, escribió Delgado, el cual lanzó estas interrogantes: “¿Pero no fue Calderón el que no atrapó a Guzmán Loera en todo el sexenio, con todo el poder del Ejército, La Marina y la Policía Federal bajo sus órdenes y toda la parafernalia de su ‘guerra’? ¿No fue Calderón el que no movió ni un dedo para combatir la narcopolítica, por ejemplo en Sinaloa, como puntualmente lo señaló Manuel Clouthier, a quien hizo castigar por llamarlo ‘cabrón irresponsable’? ¿No fue Calderón quien, junto con Mouriño, pidió al general retirado Mario Arturo Acosta Chaparro entrevistarse en su nombre con todos los líderes de los cárteles, entre ellos ‘El Chapo’ Guzmán, para disminuir la violencia? ¿No fue Calderón quien mantuvo a un rufián al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, pese a complicidades con los criminales?” Y Delgado concluía que “Calderón y su mujer, socia y cómplice han activado el ventilador ante la porquería del crimen organizado en el PAN, pero aunque se vayan de este partido, del que han vivido toda su vida, están completamente embadurnados.”