Mutatis Mutandis

Por Rafael Arias Hernández.

El desastre es mayor de lo que se piensa. Los 12 años de malo y peor gobierno no solo se caracterizan por una cuestionada administración gubernamental, un creciente e injusto endeudamiento público y una quiebra en muchos aspectos de su funcionamiento.

A ello hay que agregar el inocultable debilitamiento y destrucción, parcial o total,  de instituciones públicas.

Además, preocupa que aumente el deterioro del Estado de Derecho, pues gran parte de los que dicen gobernar no  cumplen, ni  hacen cumplir la ley y, para colmo, tampoco se actualizan o crean nuevas leyes. El gobierno no solo está fuera de la ley, también la desaparece o impide su aprobación.

Y para la desgracia de los millones de veracruzanos a la pésima administración y evasión de la justicia, hay que agregar la poca o nula planeación.

Veracruz sin previsión en demasiados aspectos importantes para su presente y futuro. Demasiadas simulaciones,  improvisaciones, caprichos y ocurrencias; tan costosas como perjudiciales.

Sólo para referirme por ahora a una de ellas, compruébese como la irresponsabilidad y la perversidad han llegado al extremo de simplemente no hacer nada o muy poco para prever y asegurar la calidad y cantidad de servicios básicos a la población en las crecientes ciudades veracruzanas; y además, permitir y fomentar infinidad de viejos y nuevos problemas en aumento. Todo para favorecer infinidad de  negocios dizque para atenderlos; mismos que proliferan en beneficio de socios o familiares y en perjuicio de  casi todas las urbes en el estado.

Abundan cuestionados ´permisos, concesiones, privatizaciones y proyectos público privados, fraccionamientos chafas, colonias improvisadas, construcciones cuestionadas y servicios públicos escasos y más caros, tandeos obligados y embotellamientos desesperados. Burla oficial poner y  poner “primeras piedras”

Próspero y  perverso negocio del desorden

Ante lo evidente, urge poner orden, primero en los ámbitos de gobierno y simultáneamente, de acuerdo al sentir de la sociedad y a la previsión necesaria, proceder a fomentar, orientar y promover el desarrollo integral de Veracruz en su territorio.

Para no darle vueltas, uno de esos primeros asuntos públicos es sin duda,  afrontar y revertir irresponsabilidad, ineficiencia y corrupción gubernamental; y al mismo tiempo, enfrentar las distorsiones críticas que observa el desarrollo de las regiones y ciudades de Veracruz; tanto de las aisladas como las conurbadas; los mismo las “regiones de refugio” de ancestral marginación y pobreza, como las modernas zonas metropolitanas.

Urge una política de desarrollo urbano regional en Veracruz, porque lo que hay hasta hoy es  desorden, ineficiencia, corrupción, así como falta de administración y  poca o nula planificación.

Es más, puede afirmarse que la característica general en la entidad, hoy en día, es la ausencia casi total de una política urbana y territorial  desde los diversos ámbitos de gobierno y, en especial, del gobierno estatal, cuya notoria ausencia y despreocupación son evidentes.

En los últimos doce años poco o nada se ha hecho. A pesar del descenso de la calidad de vida para  los más de 8 millones de habitantes.

En fin, imprescindible ocuparse del importante desarrollo rural  y la comprobada tendencia a un creciente desarrollo urbano, con viejas y nuevas ciudades que demandan más y más atención y servicios básicos.

Hay mucho de qué hablar y demasiadas decisiones que tomar para asegurar y mejorar todo lo concerniente a  su dinámica de crecimiento económico, sustentabilidad y competitividad. Sin embargo, lo verdaderamente comprobable es que poco o nada se ha hecho al respecto, todo lo domina la prisa y la influencia, el contexto de intereses dominantes y las inercias avasalladoras, los saqueados y endeudados presupuestos rebasan las necesidades y limitan las  capacidades institucionales que además del raquítico y cada vez menor presupuesto oficial,  es notoria la falta de  un marco jurídico actualizado  que fundamente toda acción y presencia gubernamental y de a su aparato una  funcionalidad  verdadera y efectiva. Elementos que junto con otros, pueda dotar al aparato gubernamental de  un instrumental adecuado de política pública urbano-regional que no tiene.

Espacio de diálogo y contraloría social.

Oportuno comentar las interesantes declaraciones del Colegio de Urbanistas y Planificadores de Veracruz A.C. que, a través de su Presidente el Dr, José Luis Carrillo, ha expresado recientemente, empezar  por preguntar:

¿Porque somos ejemplo de desidia, dejadez y conformismo?

José Luis asegura que: “… el problema del desarrollo  y su problemática urbana, tanto a nivel nacional como en el estado de Veracruz, es un fenómeno muy complejo que podemos visualizar en tres ejes diagnósticos:

Primero.- Referido  a la omisión del estado mexicano en sus tres niveles de gobierno para hacer respetar el estado de derecho,  para otorgar a los ciudadanos  bienestar, seguridad y calidad de vida a través de los múltiples derechos que consagra la Constitución mexicana, entre otros: vivienda digna, movilidad, salud, educación, seguridad y justicia…

Segundo.- Respecto al sistema de planeación urbano regional, si es que existe, que es obsoleto e inoperante y responde actualmente a esquemas de corrupción de las autoridades de los tres niveles de gobierno y de interés económicos privados…

Tercero.- Relativo,  a que la legislación urbanística, ambiental y de obra pública ha respondido a ineficiencia administrativa, de gestión y corrupción de autoridades, así como a intereses de capital y promotores inmobiliarios…Legislación confusa y contradictoria que permite más corrupción y opacidad, donde los ciudadanos no acceden al conocimiento de los procesos de autorización de grandes proyectos urbanos inmobiliarios y usos del suelo incompatibles a zonas habitacionales, así como de alto riesgo para la población, por autorizaciones ilegales…” (080516)

El colmo, caso ejemplificador,  donde se localiza la Dirección General de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, del Gobierno del Estado de Veracruz.

Clara e irrefutable prueba de lo que no se debe hacer y de los alcances a que llega  improvisación y ocurrencia, ineptitud y mediocridad. Compruébese,  está en  fraccionamiento residencial las Ánimas, al lado de una ex-casa de gobierno en Xalapa..

¿Con qué autoridad  puede ordenar, orientar, corregir y autorizar  múltiples aspectos oficiales del ordenamiento urbano-regional?

Ejemplo  menor,  de los muchos que abundan en abusos, arbitrariedades y corrupción. Necesaria contraloría social contra malechores.

*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez