Las big band son producto de la evolución de las jazz band de Nueva Orleans, en su libro El Jazz, esa suerte de biblia jazzera, Joachim Berendet afirma: «En ‹The Chant›, de los Red Hot Peppers de Jelly Roll Morton, en 1926, ya hay algunos indicios de las sonoridades propias de las grandes orquestas, no obstante tratarse aquí del más puro jazz de Nueva Orleans, y cuando en 1929 Luis Russell sucedió a King Oliver en la dirección de su banda, la orquesta mínimamente alterada cambió en un momento su designación de Nueva Orleans Band a la de Big Band. Donde más claro se ve este proceso de fluida transición es en Fletcher Henderson. Con él comienza en realidad la historia de las grandes bandas de jazz».
El esplendor de las big band de jazz se dio entre los años treinta y cincuenta, la gran era del swing y del post swing, después entraron en decadencia básicamente por dos razones, por cuestiones económicas, cada vez era más difícil mantener una veintena de músicos, y porque con el surgimiento del bebop, en los años cuarenta, el jazz paulatinamente fue dejando de ser bailable.
Sin embargo, las big band nunca desaparecieron del todo, fueron acompañando al jazz a lo largo de toda la historia, hubo big bands de bebop, de cool jazz, de free jazz, de rock, de jazz latino y en la actualidad coexisten con las expresiones más diversas del género.
En su texto La Big Band, la orquesta de jazz por excelencia, José María Peñalver afirma:
«Sin duda alguna, el trampolín para interpretar e improvisar jazz es tocar en una big band, es allí donde unificamos conceptos y criterios con el resto de los músicos y aprendemos la técnica y el lenguaje de esta música.
«Desde el punto de vista de la música europea, este tipo de agrupación respondería más a un conjunto de cámara que a una gran orquesta. Sin embargo, la big band es comparable a la orquesta sinfónica en la música clásica, existe un reconocido y catalogado volumen de obras maestras compuestas para esta formación, ha superado la prueba del tiempo y ha consolidado su plantilla como la orquesta típica del jazz. En un futuro la big band podría emanciparse y constituirse como una sociedad similar a la banda puesto que cumple con los mismos principios de organización, rigor, finalidades formativas y compromiso con la difusión artística y participación en la oferta cultural de los municipios además de compartir la fraternidad e ilusión de una comunidad de músicos».
En Xalapa, hasta donde mi memoria alcanza (pero mi memoria xalapeña se remonta nada más a los años ochenta, década en la que llegué para quedarme) entre las primeras agrupaciones de este tipo son las que se formaron en el Seminario Internacional Jazz Fest, y la sección big band de la Orquesta de Música Popular de la Universidad Veracruzana.
Sergio Martínez «el Picos», quien también dirigió la OUMP, fue un gran impulsor de conjuntos de formato grande, fundó la Big Band de Xalapa y la Orquesta Nuevo Proyecto que actualmente, dirigida por Raúl Gutiérrez, se presenta como Xalli Big Band.
JazzUV cuenta con su propia big band y el año pasado, en el marco del Primer Encuentro Internacional de Jazz organizado por el Ayuntamiento de Xalapa, también se formó una de estas agrupaciones.
Todos estos proyectos han sido auspiciados por instituciones como la Universidad Veracruzana, la Fundación Jazz Fest, el Instituto Superior de Música y el Ayuntamiento de Xalapa pero no había habido, hasta donde mi frágil memoria abarca, proyectos independientes. Recientemente se formó el primero, la Xalapa Jazz Orchestra, una agrupación plural que reúne a músicos provenientes de varios puntos del país que se han avecindado en Xalapa y se han formado o integrado a diversas instituciones: JazzUV, la Facultad de Música de la UV, el ISMEV, el grupo Orbis Tertius, la Xalli Big Band, el Grupo Enla/C.
No hay un director, para evitar que sea utilizada como plataforma para el lanzamiento personal y para asegurar la permanencia de la orquesta pese a las deserciones que pudieran presentarse, han decidido trabajar de manera grupal, sin embargo, es necesaria una coordinación. Arturo Caraza, Tonatiuh Vázquez, Alejandro Bustos y Jesús Rodríguez son los encargados de la logística este proyecto que, de inicio, se ha constituido como un taller permanente en el que buscan proveerse de las herramientas para poder enfrentar las exigencias de este tipo de formaciones. El repertorio, la lectura, la improvisación, el sonido y el ensamble son algunos de los conceptos de que se valen para tener un bagaje con el cual abordar tanto el repertorio clásico de los años treinta y cuarenta como el moderno, el latino y la producción original.
Xalapa Jazz Orchestra pretende llevar su música a los auditorios más diversos mediante presentaciones en foros culturales, clubes y espacios abiertos como parques y auditorios al aire libre.
«La visión de la orquesta –se lee en su dossier- se dirige hacia el crecimiento grupal y personal de los miembros esperando comenzar proyectos de grabación, residencias con solistas, directores y arreglistas invitados así como tours y festivales nacionales e internacionales.»
Comenzaron a presentarse al público a partir de enero de este año con el propósito de realizar, al menos, un concierto al mes. En marzo tuvieron como invitada a la cantante serbio-canadiense Jelena Ćirić y el próximo concierto será el viernes 29 en La Tasca del Cantor (Xicoténcatl 76), a partir de las 10:00 de la noche.
La nómina completa de los integrantes es:
- Saxofones: Arturo Caraza, Israel Valencia, Alejandro Bustos, Arodi Martínez, Tonatiuh Vázquez
- Trompetas: Remigio López, David Cortés, Martín Sánchez, Héctor Villa
- Trombones: Jorge Durán, Jesús Dorame, Billy García
- Sección Rítmica: Francisco Cruz, piano; Pedro Morán, bajo; Jesús Rodríguez, batería
CONTACTO EN FACEBOOK CONTACTO EN G+ CONTACTO EN TWITTER