Por lo competido de la elección que se avecina, el priista Héctor Yunes Landa no debería desatender lo que sucede al interior de Alternativa Veracruzana (AVE), uno de los cinco partidos de la alianza “Para mejorar Veracruz” que lo han postulado como candidato común a la gubernatura.
Es cierto que él no puede entrometerse en los asuntos internos de ese instituto político en el que no milita, pero al menos estaría obligado a mediar entre su compadre Alfredo Tress y el diputado local Francisco Garrido Sánchez, quien la semana anterior, por diferencias con el dirigente estatal, decidió renunciar al partido que representaba ante la LXIII Legislatura, donde preside la relevante Comisión de Vigilancia, a la cual reporta directamente el Órgano Superior de Fiscalización (ORFIS).
Garrido ha anunciado que junto con él podrían irse otros 70 mil militantes de AVE en el estado. Quizá no sean tantos, pero los que fueran pueden ser votos que mermarían la apretada cuenta de Héctor Yunes si el ahora “diputado independiente” optara por apoyar otra candidatura competitiva que le disputara al priista el triunfo electoral.
Alternativa Veracruzana es un partido político con registro local, pero su fuerza no es nada despreciable. En la sucesión municipal de 2013 ganó 16 de los 212 ayuntamientos. Obtuvo alrededor de 235 mil votos, que representaron cerca del 7 por ciento de la votación total. En una elección tan cerrada como la que se avizora en junio próximo, AVE le puede aportar a Yunes Landa más de 100 mil votos para una ventaja holgada, como a la que aspira el abanderado del PRI.
Para ello, a diferencia del proceso electoral local de hace tres años, ahora en AVE, según declaró recientemente su dirigente estatal Alfredo Tress, han duplicado su esfuerzo en el trabajo de campo, ya que la red de promoción que actualmente opera en la entidad se ha extendido de 35 mil a más de 82 mil activistas.
Las expectativas de Héctor Yunes en la fuerza de AVE podrían medirse por los compromisos hechos con sus líderes y militancia. A mediados de marzo de este año, por ejemplo, cuando el secretario general y precandidato a la gubernatura Alberto Meza Abud declinó a su favor para encabezar la alianza “Para mejorar Veracruz”, el priista anunció ante los miles de asistentes a la convención estatal realizada en el Museo Interactivo de Xalapa, que en diciembre próximo integraría a su gabinete al ex militante del PAN y que a Tress lo ubicaría en la Secretaría General de Gobierno, lo que no cayó nada bien entre sus demás aliados y mucho menos entre algunos grupos políticos del PRI.
Pero la crisis que detonó la renuncia de Garrido parece haber evidenciado que Tress no tendría el oficio político ni la tolerancia requerida para conducir una secretaría de despacho tan compleja como la encargada de la gobernabilidad en un estado democrático y plural.
El pasado miércoles 13, al anunciar su renuncia a AVE, Garrido se quejó de que Tress “no escucha, ni atiende” ninguna sugerencia de nadie, creyendo que tiene la razón absoluta. “Él cree que tiene todo resuelto o que le va a ir muy bien (…). Vamos a ver en la elección cuáles son los resultados”, amagó el diputado, a lo que el dirigente le reviró al diputado que “con él, sin él o a pesar de él”, AVE seguirá manteniendo la misma fuerza porque como partido se debe a toda su militancia y a los siete millones de veracruzanos.
Entre Garrido y Tress subsisten diferencias políticas prácticamente desde que AVE surgió como partido político, las cuales se ahondaron en esta sucesión estatal, en la que el diputado aspiraba ser el candidato a gobernador de AVE pese a que desde hace rato se había sumado ya al proyecto del senador priista Pepe Yunes Zorrilla, quien ahora se perfila para la elección de 2018.
Así, mientras Garrido apoyaba abiertamente al legislador nativo de Perote, Tress se la jugaba con su compadre Héctor. Por eso impulsó a su secretario general Meza Abud como precandidato de AVE para que posteriormente declinara a favor del abanderado del PRI.
Otro de sus desencuentros ocurrió en octubre del año pasado, cuando públicamente el dirigente de AVE cuestionó a su diputado por haber aprobado el incremento del Impuesto a la Nómina, que pasó de dos al tres por ciento.
Ahora, en cambio, Garrido acusa a su dirigente de cerrado, que no escucha a la militancia.
Y es que el trasfondo parece ser la designación de los candidatos a la diputación local, lo que ha desatado casualmente una campaña negra en contra de Tress, a quien le imputan estar pidiendo 3 millones de pesos a los aspirantes a este cargo de elección popular.
El descontento de Garrido lo habría motivado el inminente registro del priista Fernando Kuri por Acayucan, un distrito que en el acuerdo de la alianza “Para mejorar Veracruz” le correspondería a un militante de AVE. Pero Kuri, ex alcalde de Oluta, es primo del diputado federal por Orizaba, Fidel Kuri Grajales, secretario de Organización del CDE del PRI y dueño del equipo de fútbol Tiburones Rojos, quien el pasado miércoles fue acompañado por Héctor Yunes en el juego triunfal del Campeonato de Copa.
Pero, aparte de Acayucan, también quieren tumbar en el distrito de Emiliano Zapata a Eduardo Vega Yunes, a quien Garrido apadrinó como candidato de AVE a pesar de las protestas de los priistas, quienes argumentaron que ese partido no tiene representatividad política en los municipios que conforman esa circunscripción.
Piden cuentas claras
Este domingo, un grupo de reconocidos xalapeños, entre ellos empresarios y ciudadanos muy representativos, exigieron a los candidatos a la gubernatura transparentar sus bienes.
En conferencia de prensa celebrada en un popular café de la capital del estado, hicieron un análisis de la llamada declaración “3 de 3” de los candidatos. Y es que argumentan que en el portal del IMCO sólo cuatro lo han presentado: el priista Héctor Yunes Landa, quien lo hizo desde la precampaña e incluyó inclusive las declaraciones de su esposa y sus hijos.
También Armando Méndez de la Luz, de Movimiento Ciudadano, y el independiente Juan Bueno Torio presentaron ya sus declaraciones fiscal, patrimonial y de intereses.
En el caso del candidato de la coalición PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, puntualizaron que lo hizo de manera parcial y con algunas inconsistencias, según apuntaron especialistas en temas fiscales que estuvieron presentes, por lo que muy respetuosamente le propusieron al ex priista a que cuanto antes transparente su patrimonio, el de su esposa y sus hijos, pues dos de ellos actualmente están en la función pública –Miguel Ángel en la Presidencia Municipal de Boca del Río, y Fernando en el Senado de la República–, y el tercero, Omar Yunes Márquez, que es empresario, está involucrado en el escándalo internacional “Panamá Papers” por intentar llevar parte de su riqueza a un paraíso fiscal.
Los empresarios y ciudadanos plantearon que quien pida la confianza de los veracruzanos para recibir la oportunidad de gobernar el estado debe empezar por decirles qué patrimonio tienen y cómo lo obtuvieron. ¿De veras será tan difícil cumplir esta petición?