Con seguridad el arma más importante de Alba Leonila es su perseverancia. No es una mujer que se rinda ante la adversidad.

A quienes no la conocen, a quienes dudan de su potencial, les pide que antes de descalificarla, la escuchen. Cuando consigue que le presten unos minutos de atención, los engancha con un discurso fresco, natural, surgido de una mujer humilde que ha hecho carrera a pesar de los múltiples obstáculos que le han colocado enfrente.

La candidatura de Alba Leonila Méndez Herrera al Gobierno de Veracruz ha crecido mucho más de lo que todos esperaban y de pronto se está convirtiendo en «la opción», por ser la única mujer en la contienda, por mostrar una trayectoria intachable, porque rompe los esquemas tradicionales de campaña y sus discursos son sencillos, directos, sin «frases domingueras».

Ella, a diferencia de sus contrincantes, no presenta largas listas de compromisos, pues en su opinión eso es engañar a la gente: «No vamos a llegar a transformar Veracruz en dos años, pero sí se pueden poner las bases para lograr su desarrollo», aclara.

Alba Leonila sabe muy bien quién es el responsable de los obstáculos que le han puesto en el camino. Sus diferencias con el candidato de la alianza PAN-PRD son conocidas. Ella es de las pocas que se ha atrevido a señalar a Miguel Ángel Yunes Linares por su trato déspota y el manejo oscuro de sus finanzas, algo que no le perdonan.

El equipo de estrategas que asesora a Yunes Linares ve con preocupación el crecimiento de Alba Leonila. Tienen claro que su gran capital político está en el PAN y una gran proporción de los votos que consiga se los estará restando a su candidato.

A pesar de su origen humilde, Alba Leonila Méndez Herrera ha construido una impresionante trayectoria en la política y en el servicio público.

Con dos décadas militando en Acción Nacional, fue coordinadora de los alcaldes de ese partido, coordinadora de los diputados federales panistas e integrante del Comité Directivo Estatal.

En 1998 fue regidora de Atzalan, y en el 2005 ocupó la Presidencia Municipal. Ha sido diputada federal en dos ocasiones. Primero en el período 2000-2003, y repitió en la LXI Legislatura, del 2007 al 2010.

En la administración pública federal fue Secretaria Técnica Nacional del Programa Oportunidades.

Es amiga personal, y muy cercana, de Felipe Calderón y de Margarita Zavala. Es conocida y respaldada por importantes activos del panismo nacional. Entienden su circunstancia. Saben que frente al costal de mañas de Miguel Ángel Yunes difícilmente podría avanzar en su partido y, por tanto, la respaldan en esta aventura que ya está llamando la atención entre la sociedad veracruzana.

Se cumplieron ya dos semanas de campañas por la gubernatura veracruzana. Héctor Yunes es el más consistente en sus propuestas. Sus visión es fresca, realista, de alguien que conoce los problemas que enfrenta el estado.

Héctor Yunes ha diseñado una estrategia que le permitirá impulsar la generación de 91 mil empleos por año; anunció que combatirá a la delincuencia con estrategia e inteligencia, con una Fuerza Integrada Antisecuestro y con la entrada de la Gendarmería Nacional al estado.

Ha respondido, además, a otros temas sensibles para los jóvenes, como garantizar la calidad en la educación a través de un Modelo Dual o bien, que puedan gozar de los servicios de salud sin importar si sus padres están afiliados.

Miguel Ángel Yunes Linares, mientras tanto, sigue atorado con el lío que le generó la información revelada por la investigación «Panamá Papers», a lo que se le suman las palabras de Andrés Manuel López Obrador en su contra.

Está claro: Cada quien cosecha lo que ha sembrado y es con propuestas, no con descalificaciones, como se gana una campaña.

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