Este miércoles 13 estuvieron en el plantel del Instituto Tecnológico Superior de Perote los secretarios de Educación Pública, Aurelio Nuño, y el de Desarrollo Social, José Antonio Meade. El pretexto fue el acto de entrega de certificados del Instituto Veracruzano de Educación para Adultos y de aplicación del Programa Especial de Certificación del INEA.
¿Dos de los principales cardenales del gabinete presidencial se dejan venir para concelebrar una breve misa en tan modesta parroquia peroteña? ¿Cuál habrá sido entonces el motivo real, el verdadero trasfondo de la visita conjunta de los titulares de la SEV y de la Sedesol al terruño del senador priista Pepe Yunes Zorrilla, fuerte aspirante a la gubernatura de Veracruz que ahora, a partir de la polémica reforma electoral del año pasado, deberá aguardar turno hasta la sucesión estatal de 2018 en la que por primera vez se empatará la elección del Jefe del Ejecutivo del estado con la de Presidente de la República?
Por supuesto que la presencia de este par de secretarios de Estado en el pueblo de Yunes Zorrilla fue una distinción de ambos para el senador priista. Sobre todo de Meade Kuribreña, amigo y ex condiscípulo del legislador en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), donde ambos coincidieron también con el poderoso secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, otro ministro presidenciable, pero cuyas posibilidades se han ido desplomando como las expectativas del crecimiento económico nacional.
¿Meade y Nuño andan ya en precampaña? ¿De la manita y en plena veda electoral por el proceso de la sucesión gubernamental veracruzana? No suena muy lógico. ¿Entonces cuál habrá sido el verdadero objeto de su visita?
Entre las especulaciones que han corrido, una versión verosímil es que vinieron a acuerpar y a tenderle una malla de protección política al gobernador Javier Duarte, quien nuevamente ha vuelto a recibir metralla de columnistas capitalinos que insisten en que será separado del poder. Por ello la reciente reincorporación de Alberto Silva Ramos en la Coordinación General de Comunicación Social del gobierno del estado; el diputado federal tuxpeño es muy allegado a Duarte pero también al secretario de Educación Pública.
Hace nueve días, por ejemplo, Salvador García Soto, de El Universal, aseguraba que el propio Nuño le habría hecho llegar al presidente Peña Nieto una tarjeta en la que sugería deponer al mandatario veracruzano para desactivar la crisis política y de seguridad en esta entidad del Golfo. Y este jueves 14, también en el mismo diario de la Ciudad de México, Carlos Loret de Mola, con filtraciones de la Secretaría de Gobernación, refería que desde la última semana de febrero pasado el Jefe del Ejecutivo federal y el titular de la SEGOB, Miguel Ángel Osorio Chong, analizaban la conveniencia de destituir a Duarte.
Políticamente, Aurelio Nuño tiene la encomienda directa de su jefe Peña Nieto de cuidar Veracruz, misión que al inicio de esta administración le fue asignada a su antecesor en la SEP, Emilio Chuayffet Chemor, cuando el Presidente dividió regionalmente la República Mexicana y las distribuyó entre sus colaboradores.
Con su promoción a la SEP y la Sedesol, Nuño y Meade fueron encartados de inmediato entre los cardenales priistas para la sucesión presidencial de 2018. Pero ambos saben que antes el PRI –aunque algunos de sus correligionarios y antagonistas internos les regatean su militancia e identidad partidista– tiene que pasar la prueba de las urnas este año en que se elegirán 12 gobernadores, entre ellos el de Veracruz, entidad estratégica para la elección del próximo Presidente ya que es el tercer estado con el mayor número de votantes del país.
Por eso no fue casual que en Perote, el titular de la Sedesol remarcara que Veracruz “es un estado fundamental que diariamente le aporta a México”. Y tras anunciar que 7 millones de estudiantes mexicanos de los niveles medio superior y superior serán incorporados al Seguro Social este año, Meade enfatizó: “imagínense el esfuerzo de movilizar a un estado como el de Veracruz en tan sólo unos meses para asegurar que los estudiantes tengan seguridad social plena, puedan ir de manera preventiva y si es necesario de manera curativa para recuperar su salud, esa es la importancia de que caminemos juntos”.
El secretario de Desarrollo Social reiteró que Veracruz “es un estado fundamental, es un estado que diariamente aporta a México, le aporta a su energía, en donde hay recursos petroleros, en donde se trabaja porque la energía sea parte de lo que México tiene que agradecerle”.
Por su parte, Nuño Mayer dijo que la SEP y la Sedesol son una misma, y que trabajan contra el rezago y la pobreza. Y, al igual que Meade, citó que este año saldrán del rezago educativo millón y medio de personas, a través del programa de certificación del INEA.
Y sin aludir al conflicto de tipo financiero que actualmente tiene enfrentado a la Universidad Veracruzana con el gobierno del estado –otra de las razones por las que el columnista García Soto deslizó que Nuño le habría sugerido a Peña Nieto mover a Duarte de la gubernatura–, el titular de la SEP se ufanó de que los institutos tecnológicos de México representan un sistema de educación superior que coloca a los jóvenes en empleos formales y bien pagados, y que el 80 por ciento de los egresados encuentran trabajo en menos de seis meses.