Con el uso de las nuevas tecnologías de la información, las plataformas de redes sociales para informar, los medios de comunicación convencionales se ven en la necesidad de emparejarse con los portales informativos y periodistas de la era digital.

Si bien esta nueva etapa comenzó hace unos años, las diferencias han hecho que algunos impresos tengan que mudarse a sitios de internet y apagar las rotativas, despedir a los trabajadores que ya no fungen actividades indispensables y entrar en la carrera por llegar  las audiencias digitales, a los cibernautas.

Los aparatos tecnológicos propios de dicho proceso de digitalización son una herramienta fundamental para la profesión del periodista de hoy en día. Todos los medios ofrecen a sus receptores la última hora a través de su utilización. De igual manera, éstos posibilitan al periodista ser rápido y eficaz, al mismo tiempo que eliminan la necesidad de informar de un hecho desde la redacción. Es evidente, entonces, que con la digitalización, las rutinas periodísticas y los hábitos de consumo se hayan distanciado de sus orígenes y ahora se planteen otras alternativas bien distintas.

Uno de los aspectos que con la digitalización se popularizó, es el de tener libre acceso a la información. Muchos son los que piensan que el negocio periodístico será inviable si se sigue manteniendo la práctica de la gratuidad total de acceso a muchos de los contenidos que se han instaurado en internet. La tendencia tiene que ser ir al pago por contenido, como ya se está haciendo en los grandes medios de Estados Unidos.

Cabe aclarar que el internet no es un nuevo medio de comunicación, sino un nuevo canal a través del cual se puede canalizar el tráfico de información a los medios de comunicación ya existentes. En un primer momento, en el que aún estamos, con internet los medios de comunicación tradicionales (fundamentalmente: prensa escrita, radio y televisión) no encuentran la competencia de un nuevo medio, sino que se les abre la posibilidad de disponer de un nuevo canal para la difusión de las informaciones que cada uno de ellos producen en el lenguaje que les es propio, es decir, un canal secundario.

La prensa electrónica es prensa y la radio en línea es radio, aunque sobre un soporte y a través de un canal de distribución distintos. El nuevo canal presenta grandes ventajas y algunos inconvenientes respecto a los canales tradicionales propios de cada uno de los medios pero la realidad es que las cualidades del internet  hacen posible un desarrollo de esos medios impensable con las limitaciones de los canales tradicionales, los inconvenientes pueden, en parte, ser mitigados o anulados por mejoras en la tecnología del canal, que deberán producirse durante los próximos años; además de ofrecer contenidos en formatos ajustados a las necesidades del consumidor de medios “online”, sus tiempos, sus plataformas y su interés. Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas