Mientras en el Revolucionario Institucional se desarrollaba el registro de los aspirantes a las diputaciones locales, en el Partido del Trabajo se daba como un hecho la candidatura de la ex panista Alba Leonila Méndez Herrera al gobierno estatal.

Este miércoles, en la sede del tricolor desfilaron los precandidatos que tendrán la responsabilidad no sólo de ganar la elección, sino de impulsar y sumar votos a la causa del partido y de su candidato al poder ejecutivo del estado, Héctor Yunes Landa.

En el PRI saben perfectamente que ante un escenario político electoral tan competido como el presente, no hay margen de error en la selección de sus abanderados a las diputaciones.

En algunos distritos del norte veracruzano, el tricolor recicló a gente con experiencia pero también con derrotas electorales a cuestas; es el caso de Michelle Gustin Cárdenas, ex presidenta del DIF municipal en Tihuatlán, quien contendió por la diputación local en 2013, distrito IV de Álamo Temapache, perdiendo frente al panista Jorge Vera Hernández. Ella ahora va por el distrito de Tuxpan, donde tiene una fuerte presencia su padre, el prominente empresario Everardo Gustin Sánchez. Se enfrentará a Arturo Esquitín Ortiz.

Algo parecido ocurre en el distrito de Álamo, donde va José Roberto Arenas Martínez, ex candidato a la presidencia municipal en 2013, también derrotado por el PAN, que postuló a Ricardo Arturo Serna.

Por el distrito de Poza Rica fue lanzada al ruedo la ex oficial del Registro Civil, Graciela Patricia Berlín Mendoza; mientras que en Papantla, el candidato sería Basilio Picazo Pérez, polémico personaje que durante su paso por la presidencia municipal de Coyutla fue señalado por el asesinato del síndico de ese ayuntamiento, Miguel Alfonso Vázquez, perpetrado hace poco más de una década. Recordamos que en 2005, el entonces subprocurador Jorge Yunis Manzanares hablaba de la presunta responsabilidad del ex alcalde coyutleco en la autoría intelectual de ese crimen.

Probablemente, el nombre de Basilio Picazo es el que más destaca en la lista del PRI, sobre todo por sus oscuros antecedentes y por sus nexos con un grupo que ha mantenido el control político del Totonacapan, a base de todo tipo de trampas, amenazas y agresiones contra sus adversarios. En esa postulación, el mensaje priista parece decir que la prioridad es el triunfo como sea y sin importar los medios. Si no se gana, se arrebata.

Por los distritos de Xalapa, el PRI postula a Corintia Cruz Oregón, de los pocos rostros vinculados al duartismo en la lista, y a Adolfo Toss Capistrán, ex director del DIF municipal y vinculado al grupo del diputado Ricardo Ahued Bardahuil; ambos, Corintia y Toss, enfrentarán una elección cuesta arriba, debido a los antecedentes del voto contrario al PRI en la capital veracruzana.

Calos Sosa Ahumada, quien dejó recientemente el Instituto Veracruzano del Deporte, buscará la curul por Medellín; el ex titular  de la Comisión del Agua y de la Dirección de Espacios Educativos, Pedro Montalvo Gómez, va por Cosamaloapan; Amanda Gasperín Bulbarela, ex alcaldesa de Rodríguez Clara, hará campaña en Santiago Tuxtla; y Ricardo Orozco Alor, en Minatitlán.

Alba Leonila cambia de camisa; va por el PT

A sus 48 años, Alba Leonila Méndez Herrera ya ha ocupado cargos muy importantes en la función pública: de ser promotora religiosa, casa por casa, en las comunidades de su natal Atzalan, la mujer llegó a la regiduría en el citado ayuntamiento y de ahí brincó a la cámara baja del Congreso de la Unión por la vía plurinominal en el año 2000.

Luego, avasalló al PRI en las elecciones municipales de 2004 y se convirtió en alcaldesa de su municipio; construyó después una estructura regional que la catapultó a la diputación local en 2007 y otra vez a la federal en 2009.

Su más reciente posición fue en la secretaría del ayuntamiento de Teziutlán, Puebla. Se dice también que ha mantenido cierta cercanía con el gobernador poblano, Rafael Moreno Valle, y que su relación con la ex candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota, es buena.

Después de toda esa trayectoria, la ex diputada, considerada en el pasado como uno de los cuadros más importantes de Acción Nacional, decidió quitarse la camisa blanquiazul y sumarse a un partido carente de estructura, peso y prestigio, el del Trabajo, que en el pasado proceso electoral federal de 2015 sudó para conservar el registro.

El PT representa, al menos en teoría, la contraparte ideológica del partido de origen de Méndez Herrera; es una menguada fuerza política que se identifica más con la izquierda, y que en las fechas recientes ha sido señalada, incluso por sus militantes, por estar al servicio del mejor postor, incluyendo al gobierno.

Lo evidente es que en la presente sucesión veracruzana, además de Miguel Ángel Yunes, otros tres personajes que han estado vinculados al Partido Acción Nacional buscan la gubernatura: Juan Bueno Torio, por la vía independiente; Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, por el PES; y ahora Alba Leonila Méndez Herrera, por el PT.

La intención, dicen los panistas, es fraccionar el voto porque piensan que así afectan al blanquiazul, convertido hoy en el enemigo a vencer. @luisromero85